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Love Story, la macrobiótica de los 70

Boston macrobiótica
La macrobiótica que conocemos comenzó en los 70, en Boston, como la película de Love Story

Si ahora mismo pudiese viajar al pasado y convertirme en el director de Love Story, incluiría varias escenas de lo que aconteció en Boston a principios de los 70.

Jenny y Oliver, los protagonistas, podrían haber ido a comer a Sanae, un restaurante recién abierto en Boston en aquellos años.

Peggy Taylor, la camarera, les habría dado esta carta:

Ella, podría haber pedido sopa de miso, arroz integral y verduras salteadas. Él, sopa del día, fletán y ensalada. Hubiesen bebido té kukicha y tomado de postre pastel de cerezas. Todo por 7.65 dólares. En la conversación ella, más atrevida y exploradora, le hubiese explicado a él, qué era la macrobiótica.

Otro día, por la tarde, hubiesen ido a comprar arroz integral, lentejas, miso y tamari a Erewhon, una pequeña tienda donde todos los jueves un señor japonés de unos cuarenta y tantos años también impartía clase. Habrían salido de la tienda con un ejemplar del East West Journal bajo el brazo.

Tras unos años de penurias, de negocios fracasados y de clases aquí y allá, los Kushi se trasladaron de Nueva York a Boston por recomendación de Robert Fulton, considerado el primer estudiante americano de macrobiótica.

A partir de 1966, año en que los Kushi se trasladaron a Brookline, la macrobiótica comenzó a crecer y tener un nombre propio. Aveline abrió Erewhon, una pequeña tienda de comida macrobiótica con la ayuda de Evan Root, Ron Kotzsch, Bruce McDonald, y otros. Michio empezó a enseñar en la parte de atrás de la tienda.

Aveline relata la concepción de Erewhon de esta manera:

Desde Wellesley, nos mudamos a Brookline, un residencial encantador de la ciudad, con calles anchas, parques espaciosos y buenas escuelas. Limitado en tres lados por la ciudad de Boston, era un oasis de paz y quietud en el centro de una gran ciudad. Alquilamos una casa en Gardner Road 216, cerca del instituto. En el centro de la ciudad, en el área Back Bay de Boston, empezamos a buscar un local pequeño para impartir clases y distribuir comida a nuestros estudiantes. Encontramos una tienda pequeña en la calle Newbury, una área de moda de apartamentos de piedra caliza de color rojizo, que habían convertido en tiendas, galerias de arte y cafeterias. Una tienda de época estaba a nuestro lado, en la cara norte de la esquina con la calle Fairfax.

En la parte de atrás, limitamos un área para almacenaje y empaquetamiento. Delante habían varias estanterías y un mostrador. Compramos arroz integral, legumbres y otros alimentos básicos a granel, los empaquetamos y los pusimos en las estanterías para vender. Los jueves por la noche dábamos charlas. Michio preparaba sus charlas en casa, normalmente algún aspecto introductorio de la macrobiótica. En nuestra cocina en Brookline, yo cocinaba arroz; hacía bolas de arroz y las llevaba a las charlas para los estudiantes. Al principio, sólo unos pocos estudiantes vinieron. Después de que mi marido hablase, yo les contaba cómo cocinar el arroz integral y repartía las bolas de arroz.

Evan Root, un joven de Nueva York que había vivido con nosotros en Wellesley, se convirtió en el primer encargado de la tienda. A veces, él podía dedicar toda la mañana o el día entero a hablar sobre macrobiótica a alguien que pasase por la calle.

Pronto se hizo patente que necesitábamos un nombre para nuestra tienda. Inmediatamente pensé en Erewhon. George Ohsawa admiraba la novela con el mismo nombre de Samuel Butler.

Michio enseguida estuvo de acuerdo con el nombre. Yo estaba muy orgullosa.

Después de abrir Erewhon, otros acontecimientos tuvieron lugar:

  • Abrieron la primera casa de estudiantes.
  • Abrieron el primer restaurante macrobiótico (Sanae).
  • Comenzó la publicación del East West Journal.
  • Crearon la East West Foundation.
  • Comenzaron a organizar seminarios con una importante respuesta social.

A partir de ese momento la macrobiótica entraría en su edad de oro, la década de los 80, donde gracias a las actividades educativas, las publicaciones y la repercusión mediática de algunos casos, hoy en día muchos de nosotros sabemos de ella.


NOTAS

[1] Kushi, A. and Jack, A. (1988). Aveline. The Life and Dream of the Woman Behind Macrobiotics Today. Tokio and New York: Japan Publications, Inc. P. 194-195. Para la cita de Aveline Kushi.

[2] Kushi, M. (1986). The Book of Macrobiotics (Revised and enlarged edition). Tokio and New York: Japan Publications, Inc. Utilizado para aspecto cronológicos.

[3] Michael Rossoff, crédito por las fotos de las cartas de Sanae y la de Erewhon.

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