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Beneficios de una dieta macrobiótica

Mujer sana con macrobiótica
¿Quieres saber cuáles son los beneficios de una dieta macrobiótica?

¿Qué efectos tiene una dieta macrobiótica en nosotros? Por definición una dieta macrobiótica ha de llevarnos a un equilibrio mayor del que teníamos antes de alimentarnos macrobióticamente, por tanto, no se trata tanto de comer unos alimentos determinados como de comer aquello que equilibre nuestra condición actual.  Si estamos expuestos al sol la mayor parte del día, una alimentación macrobiótica se compondrá de muchos líquidos y alimentos con mucha agua en su composición. Si hacemos ejercicio físico comeremos más cantidad y alimentos más concentrados. Si se trata de un niño utilizaremos menos sal. Cada condición particular necesita unos ajustes en la dieta particulares, pero a pesar de estas diferencias existe algo en común a todas ellas: sus beneficios.

Una dieta macrobiótica nos proporciona los siguientes beneficios:

ENERGÍA

Una dieta macrobiótica te proporciona más energía, resistencia y vitalidad. No es que te dé más calorías que una dieta convencional sino que la combinación entre los alimentos que se aportan y los que se quitan de la dieta, da como resultado una circulación mayor de energía, la cual se encuentra disponible para los quehaceres diarios. Por un lado se introducen alimentos que se adaptan perfectamente a las características de nuestro sistema digestivo (no se consume energía excesiva en su digestión, no producen toxinas ni sustancias derivadas de su metabolismo que interfieren en otros procesos orgánicos). Estos alimentos acostumbran a ser cereales en grano, verduras y legumbres principalmente. Por otro lado tenemos los alimentos que se quitan, como por ejemplo: lácteos, carnes y estimulantes. Estos alimentos fuerzan al organismo a trabajar de más o bien consumen reservas de nutrientes para su metabolismo. Quitando estos alimentos podemos aprovechar la energía que utilizábamos con ellos en otras cosas.

REGULARIDAD

Una dieta macrobiótica implica ir al baño todos los días. Para conservar el equlibrio existen tareas que nuestro organismo precisa realizar todos los días. Una de ellas es ir al baño, de esta manera los desechos  pueden ser expulsados y se deja espacio para las siguientes tomas. Con la regularidad evitamos que entren en nuestro sistema sanguíneo toxinas derivadas de digestiones demasiado largas.

ESTABILIDAD

El estado de ánimo, como casi todas las cosas en este mundo, también cambia. Ha de ser así. Pero hoy en día esas variaciones son más frecuentes y más pronunciadas. ¿Por qué? Una de las razones es el consumo de azúcar y otros productos refinados que provocan cambios bruscos en el nivel de azúcar de la sangre, como podemos ver en el gráfico. Una dieta macrobiótica favorece un nivel de azúcar estable en sangre, y por tanto, favorece un estado de ánimo estable.

curva glucémica con macrobiótica
Arriba observamos un nivel de glucosa en forma de sierra que provoca estados de ánimo inestables. Abajo vemos un nivel de glucosa estable debido a una alimentación macrobiótica. Gráfico: Verne Varona, 2009

 

MENOS ACIDEZ

Nuestro cuerpo puede estar más o menos ácido por dentro. Se sabe que para que pueda realizar todas sus funciones de forma óptima el cuerpo ha de estar con un PH de 7,35. Hoy en día esa cifra suele estar por debajo, es decir, un estado más ácido. Un PH por debajo de 7,35 favorece procesos de inflamación, rígidez muscular y una peor absorción de alimentos. La dieta macrobiótica cuida este aspecto y mediante el consumo de unos alimentos y la evitación de otros, se consigue mantener el PH en la cifra óptima.

PÉRDIDA DE PESO

Ya hemos visto en otras entradas cómo podemos perder peso con macrobiótica. Un alimentación basada en cereales en grano, verduras y legumbres favorece que el cuerpo encuentre su peso ideal de forma automática. Las entrada donde puedes encontrar más información sobre este tema son: Un método para perder peso con macrobiótica y Perder peso con macrobiótica.

CLARIDAD MENTAL

Aquello que comemos inevitablemente llega a nuestro cerebro. Según la calidad del combustible del que dispone nuestro cerebro, así interpretamos la realidad. La realidad es lo que es, no existen los juicios, la realidad no entiende de bueno o malo. Sin embargo, los seres humanos proyectamos sobre la realidad nuestras interpretaciones y estados emocionales. Esas interpretaciones y estados emocionales dependen en gran medida de lo que comamos. Una dieta macrobiótica favorece que en nuestra mente surjan interpretaciones optimistas de la realidad.

CALMA

Hoy en día el estrés es un rasgo permanente de nuestras vidas. Comer de forma macrobiótica, supone compensar dicho estrés (aunque lo ideal sería reducir la fuente de estrés). Para compensar el estrés podemos recurrir a alimentos concretos, que nos sirvan durante períodos cortos de tiempo, como por ejemplo: alimentos dulces como el zumo de manzana o una gelatina de frutas. También podemos prestar especial atención al momento en que comemos. Hacerlo de la forma más consciente y relajada posible. Aparte de estas medidas el comer de forma regular cereales, verduras y legumbres contribuirá a disminuir las reacciones extremas ante situaciones estresantes. Poco a poco y de forma natural, buscaremos situaciones menos extremas y estresantes porque nuestra alimentación está compuesta de alimentos menos extremos. No son ni demasiado yin (azúcar, aditivos, edulcorantes, miel, especias) ni demasiado yang (sal, huevos, carne).  Esta ganancia en calma facilitará tener un sueño más reparador, lo cual repercutirá positivamente en la salud de todo el cuerpo.

Estos han sido algunos de los beneficios que nos puede reportar una dieta macrobiótica, independientemente de los ajustes personales que le hagamos para la mejora de nuestra condición personal. Todas las dietas macrobióticas persiguen alcanzar un equilibrio mayor del que existía hasta ese momento. Dicho de otra manera: La macrobiótica apoya la evolución de cada individuo.

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Un método para perder peso con macrobiótica

perder peso con macrobiotica
¿Cómo perder peso con macrobiótica? Pierde peso y disfruta de los beneficios de una dieta sana

En la actualidad mucha gente ya sabe como perder peso con macrobiótica. Reducir el consumo de alimentos refinados, lácteos y dulces muchas veces trae una pérdida automática de peso. Aun así, a veces las recomendaciones generales de la macrobiótica no son suficientes para perder el peso deseado. En esos casos hay que recurrir a modelos o sistemas específicos, dentro del marco general de la macrobiótica, para conseguir nuestros objetivos.

En el caso de la pérdida de peso podemos recurrir al modelo creado por el consultor macrobiótico Verne Varona, creado para acelerar la pérdida de peso o luchar contra los efectos de una vida exenta de ejercicio físico o con una baja actividad de la glándula tiroides. El plan parte de la siguiente gráfica.

guia macrobiotica peso editada
Gráfica para saber qué tipos de alimentos comer en una dieta macrobiótica para perder peso

GRÁFICA QUE NOS ORIENTA PARA PERDER PESO CON MACROBIÓTICA

  • El 50% de los alimentos serán verduras cocinadas de muy diversas formas: escaldadas, salteadas, hervidas, combinadas con cereales, etc.
  • El 15% cereales en grano:  el arroz integral, el mijo, la cebada, la avena, etc. No son los copos ni los “cereales” para el desayuno que venden en el supermercado, sino los granos tal cual están en la planta
  • 5% de todo lo que quieras
  • 5% de bebidas. Procura evitar las bebidas gaseosas o refrescos endulzados
  • 5%  de frutas, especialmente aquellas de la estación y el clima donde te encuentres. Ahora que estamos en verano prueba con sandía, melón, melocotón, cerezas, uvas…
  • 5% de comidas nuevas. Conserva la diversión y deja un espacio para seguir aprendiendo de la vida
  • 5% semillas (sésamo, girasol, calabaza), frutos secos (nueces, almendras, avellanas) y aceites de buena calidad.Recuerda que es un 5%, ya que comer un poco este tipo de alimentos hace que quieras más, por eso introduce una pequeña cantidad en la comida y no los tomes solos
  • 10% en el que entran legumbres y/o proteína animal

NOTAS ADICIONALES

Los porcentajes vistos más arriba los podemos complementar con las siguientes notas sobre la dieta:

  1. Se aumenta el porcentaje de verduras respecto a la dieta macrobiótica estándar, y se reduce la cantidad de cereales.
  2. Evitar en todo lo posible los alimentos elaborados con harinas, especialmente pan blanco, pan bimbo, bizcochos, cocas saladas…
  3. Se enfatiza el uso de la cebolla roja y blanca, los puerros, los cebollinos, rábanos y otras verduras de la misma familia, ya que ayudan a reducir las acumulaciones de grasa y tienen un efecto diurético.
  4. Tomar dos veces al día una porción de proteínas cocinada con algo de aceite para sentirse más saciado y reducir el apetito voraz por otros alimentos. En ocasiones, las proteínas también nos aportan un efecto diurético que puede venir bien para la pérdida de peso. Puedes recurrir al seitán al tofu o el tempeh si no tomas productos animales.
  5. Usar una pequeña cantidad de sal o shoyu con el fin de no crear apetito por dulces u otros alimentos que el cuerpo te pide si has tomado demasiada sal.
  6. Finalmente se recomienda encarecidamente realizar algún tipo de ejercicio físico. No tiene porque ser un ejercicio estructurado (p.ej. en un gimnasio), podemos empezar por incorporar a nuestro día a día más ejercicio, como por ejemplo, subir las escaleras en vez de en ascensor o ir caminando a realizar nuestras compras.

Si estás interesado en cómo perder peso de una forma sana puedes ampliar la información yendo a la siguiente entrada también publicada en esta página: Perder peso con macrobiótica

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Macrobiótica para compensar los efectos del ruido

ruido y macrobiotica
El ruido nos afecta al igual que lo hace la sal. Aprende con macrobiótica qué efecto produce y cómo remediarlo

Esta mañana, mientras mi hermana desayunaba, en la televisión estaban emitiendo un reportaje sobre el ruido. Comentaban cosas muy interesantes en cuanto a la relación que existe entre el ruido y la salud. Al gustarme el tema he decidido escribir sobre él desde el punto de vista de la macrobiótica.

Para la teoría macrobiótica el ruido es un fenómeno yang. ¿Qué significa eso? La macrobiótica clasifica cualquier cosa o fenómeno en yin o yang. Algunos ejemplos de cada categoría son los siguientes:

  • YIN:  lo femenino, lo frío, dieta basada en plantas, una actitud cooperativa, el campo, música suave y relajada, el agua, el dulce, las drogas.
  • YANG: lo masculino, el calor, dieta basada en productos animales, una actitud competitiva, la ciudad, una música estridente y rápida, lo salado, el plomo.

A veces entendemos algo porque nos lo explican y a veces porque deducimos reglas. Revisando los ejemplos expuestos podemos deducir qué es yin y qué es yang, pero por si acaso quedan dudas aquí viene la explicación: Yin es la expansión, lo que va hacia fuera, lo ligero. Yang es lo contractivo, lo concentrado y lo que va hacia dentro.  Si tenemos en cuenta ejemplos y explicación llegaremos rápidamente a la conclusión de que el ruido es un elemento yang.

¿Cuál es el efecto del ruido en nosotros?

Como cualquier otro elemento yang, su efecto será el de contraernos. De la misma manera ocurre con alimentos como la sal, la carne o los huevos. En uno de los informes que la OMS (Organización Mundial de la Salud) emite sobre el ruido se exponen los efectos fisiológicos que el ruido provoca en seres humanos:  aumenta el ritmo cardíaco y respiratorio, aumenta la tensión muscular y disminuye la secreción de jugos gástricos. Todos estos efectos entrarían dentro de la categoría yang.

¿Qué podemos hacer para compensar el ruido?

La teoría de yin-yang recomienda que para equilibrar una situación hemos de administrar algo del extremo opuesto. Siguiendo esa lógica, si el ruido es yang, nosotros aplicaremos elementos yin.

¿Qué elemento yin podemos aplicar?

Imaginemos que hemos estado toda la tarde trabajando con un ruido espantoso.  Al llegar a casa, como ya sabemos mucho de macrobiótica, haremos una o varias de estas cosas para compensar el efecto del ruido en nosotros:

  •  Unos minutos de relajación o meditación
  •  Música suave y relajante
  • Un dulce o zumo de frutas
  • Cocinar con poca sal y usar métodos de cocina suaves como el hervido, escaldado o salteado rápido, evitando la olla a presión o el horno
  • Un baño o una ducha
  • Una comedia o nuestro programa de televisión favorito
  • Conversar con una persona que nos transmita paz y calma
  • … y otros muchos que la teoría yin-yang nos puede ayudar a encontrar

Todos estos ejemplos nos hacen ver que la macrobiótica no sólo consiste en saber qué comer sino en otros aspectos del estilo de vida, en este caso el ruido al que nos vemos expuestos. Advierte como en ocasiones la ansiedad que podamos sentir puede ser el resultado de haber estado expuestos a mucho ruido. Reconoce como el medio te afecta y libérate de ti mismo para poder responder a cada situación de forma consciente.

 

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Alimentación anticáncer, entrevista a Odile Fernández

Odile Fernández entrevista para Macrobiótica
La doctora Odile Fernández considera que una dieta macrobiótica tiene mucho que aportar en el tratamiento contra el cáncer

El último fin de semana de junio se llevó a cabo el I Congreso de Nutrición Consciente, celebrado en la Universidad Miguel Hernández de Elche, donde la macrobiótica fue mencionada repetidamente. Durante dos días varios ponentes expusieron sus puntos de vista acerca de cómo la alimentación influye en numerosos aspectos del ser humano. Uno de esos aspectos fue la génesis y desarollo de la enfermedad. ¿Cómo influye lo que comemos a la hora de desarrollar una enfermedad? ¿Cómo puede inlfuir en su recuperación?

Entre las enfermedades que nos aquejan hoy en día destaca al cáncer. El número de casos va en aumento, y cada vez es más común tener a algún familiar o conocido con este diagnóstico. Para conocer un poco más entre la relación cáncer y alimentación, y si existe algún tipo de alimentación anticáncer,  hoy vamos a hablar con uno de los ponentes que participó en el I Congreso de Nutrición Consciente.

Os presento a Odile Fernández. Odile es una mujer de 34 años, médico de familia y madre un niño que en las charlas observa inquieto como su madre habla a un montón de gente. Odile fue diagnosticada de cáncer de ovario con metástasis en 2010. Tras el shock que supuso la noticia de su diagnóstico comenzó a buscar toda la información referente a la relación cáncer-alimentación. Su formación en medicina supuso una gran ayuda para tal empresa. Descubrió que existe una íntima relación entre el cáncer y una alimentación deficiente -relación ampliamente documentada por estudios científicos- pero al mismo tiempo se dio cuenta que la alimentación apenas se tenía en cuenta en el tratamiento convencional. Tras el tercer ciclo de quimioterapia y cuidando al máximo la alimentación, el cáncer había desaparecido. El deseo de Odile de compartir lo aprendido la llevó a crear su página web Mis recetas anticáncer así como a impartir talleres y conferencias sobre el tema, actividades que compagina con su trabajo como médico de familia.

Después de esta breve presentación pasemos a darle la bienvenida a Odile Fernández a Macrobiótica Mediterránea.

MARIO:  Hola Odile, me encantó oirte hablar durante el I Congreso de Nutrición Consciente en Elche y por esa razón consideré oportuno compartir con mis lectores algo de ti, por eso esta entrevista. Durante tu ponencia todos los asistentes estuvieron atentos y las preguntas surgían sin parar ¿Es así allá dónde vas?

ODILE:  Síiiiii. Es un tema que suscita muchas preguntas, pues en general estamos muy desinformados sobre cual es la alimentación anticáncer y procáncer. A mí me encanta que me hagan preguntas, pues eso significa que ha llegado el mensaje. Y cuando algo te llega te surgen múltiples dudas.

MARIO: Tu experiencia con el cáncer te ha llevado a formarte sobre un tema que hoy en día parece estar descuidado en el tratamiento convencional: la dieta. ¿Qué consejos puede esperar una persona con cáncer de su oncólogo? ¿Recomendarías ir más allá de lo que le recomiende su médico? Y en ese caso ¿dónde acudir para profundizar en el tema del cáncer-alimentación?

ODILE:  En general, los oncólogos cuando un paciente les pregunta qué puedo comer para curar la respuesta es: “Come lo que quieras”. Y no, esto no es así, no puedes comer lo que quieras. Hay muchos alimentos que estimulan el crecimiento del cáncer y otros muchos que ayudan a curarlo. Si los oncólogos informaran a sus pacientes los tratamientos se tolerarían mejor y serian más efectivos. Pero unas veces por desconocimiento y otras por falta de tiempo los oncólogos no dicen nada y los enfermos interesados deben estar peregrinando en busca de información.

>> Cuando yo tuve mi cáncer e intenté buscar información ví que había muy pocas cosas publicadas y en muchas ocasiones eran poco científicas. En internet por ejemplo muchas veces la información que encontramos está sesgada y en otras ocasiones es totalmente incierta. Lo mejor es buscar en pub med, que es la base de artículos científicos más completa que existe. Pero cuando tienes cáncer no tienes tiempo de sumergirte entre tanto texto. Necesitas algo rápido y práctico.

>> Una vez superado el cáncer decidí escribir la guía que a mi me habría gustado que me diesen en el momento que me dijeron que tenía cáncer. He intentado escribir un libro práctico, claro y sencillo que resuma cual es la alimentación anticáncer.

alimentacion anticancer entrevista para macrobiótica
“Alimentación Anticáncer” nos ayuda a adecuar la alimentación en caso de padecer cáncer. Muchos de sus puntos coinciden con las recomendaciones de la macrobiótica

MARIO:  El diagnóstico de un cáncer es un mazazo que puede llevar a cualquier persona a la resignación. Aparte de la gravedad de la enfermedad también existe un estigma social que aún acentúa más el miedo al cáncer. Desde tu experiencia ¿qué aconsejarías a una persona a la que le acaban de diagnosticar un cáncer?

ODILE:  Lo primero que haría es darle un abrazo. Después le diría que el cáncer no es una sentencia de muerte, es una prueba más en la vida y una oportunidad de crecimiento y conocimiento personal. Es el momento de cambiar nuestra alimentación, nuestros hábitos de vida y la forma de relacionarnos con nosotros y con los demás. Es el momento de disfrutar de los pequeños momentos de la vida, rodearnos de amor y mantener una actitud muy positiva

MARIO:  Entre todos los factores a los que tenemos que prestar atención cuando se nos diagnostica un cáncer está la alimentación que te has ocupado de desarrollar diseñando las charlas, los talleres y escribiendo tu libro titulado “Alimentación anticáncer“. ¿Qué información podemos encontrar en tu web? ¿Qué podemos aprender en tus charlas y talleres? ¿Qué tengo que hacer si quiero conseguir el libro “Alimentación anticáncer”?

ODILE:  En Mis Recetas Anticáncer se habla mucho de alimentación, de cuales son los alimentos anti y procáncer y como debemos preparar esos alimentos a través de ricas recetas, pero también hablamos de emociones, de ejercicio físico… Tanto en el blog, como en los talleres y en el libro pretendo contar cuales han sido mis recetas anticáncer para superar la enfermedad pero siempre desde una base científica.

>> Si quieres un ejemplar del libro o asistir a un taller no tienes más que ponerte en contacto conmigo a través del email info@misrecetasanticancer.com

MARIO:  Como sabes, desde este blog defendemos una dieta y estilo de vida macrobiótica. Utilizamos la palabra “macrobiótica” en el sentido de una dieta natural, ajustada a las características de nuestro sistema digestivo, que favorezca nuestra adaptación al medio y una vida longeva. Por un lado se reduce o evita el consumo de alimentos procesados, aditivos y productos refinados, y por otro lado se favorece el consumo de cereales en grano, legumbres, verduras, semillas y frutos secos. En este sentido ¿qué crees que podría aportar la macrobiótica al tratamiento del cáncer? ¿La crees compatible con lo expuesto en tu libro?

ODILE:  Macrobiótica es un estilo de vida y alimentación muy adecuado para las personas con cáncer. Lo primero que propone macrobiótica es recuperar el equilibrio perdido para así sanar la enfermedad y creo que esto es muy importante. Además macrobiótica propone eliminar todos los alimentos cancerígenos como azúcar, alimentos refinados y procesados y eso es muy importante. Después añade algas, setas, vegetales… todos ellos reconocidos alimentos anticáncer.

>> Sólo difiero con macrobiótica en algunos aspectos. Creo que es necesario aportar más crudos a la dieta y eliminar la soja, salvo su forma fermentada.

MARIO:   Se nos acaba el espacio en esta entrada, así que vamos con la última pregunta. Lo que nos cuentas es muy interesante y abre el apetito para más, por eso para acabar me gustaría preguntarte si existiría la posibilidad de que vinieses a Elche a impartir uno de tus talleres.

ODILE:  Claro que sí. Yo encantada de ir a impartir un taller. Solo necesitamos sitio y fecha…. y gente interesada en aprender 🙂

 

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Macrobiótica en casa, un desayuno típico

desayuno macrobiotica
Esta es la macrobiótica que hago en casa. Un desayuno típico, rápido y sencillo: cereal, verduras y semillas

Un niño de 10 años al que doy clase me preguntó el otro día qué había desayunado. Después de considerarlo un instante me decidí a decirle la verdad: “Arroz, verduras y semillas de girasol”. Expectante guarde su respuesta: “¡Búa! ¡Qué asco!”

Al decirle lo que desayuné rompí todos sus esquemas. Seguramente era la primera vez que oía que el arroz, las verduras y las semillas se toman para desayunar. Con 10 años Alberto ya tiene una memoria y unos esquemas alimenticios que sin apenas darse cuenta guían su conducta. En ocasiones los esquemas/pensamientos que tenemos no coinciden con los que nos enseñan, en este caso desde la macrobiótica, por lo que experimentamos sorpresa, rechazo o extrañeza. Estos esquemas, los cuales todos tenemos, nos ayudan en el día a día . Gracias a ellos tenemos una idea de lo que comer en cada momento del día, organizamos el menú, y sabemos más o menos qué tenemos que comprar. Pero a veces también suponen un obstáculo para el cambio. Existen estructuras mentales que bloquean el nacimiento de una nueva realidad. ¿Qué hacer para poder superarlas? En primer lugar, darse cuenta de que están ahí. En segundo lugar advertir su naturaleza, es decir, que son pensamientos, formas de ver el mundo y no realidades. En tercer lugar, probar, hacer nuevas cosas y ver qué pasa. Al hacer algo nuevo -por ejemplo desayunar arroz- observaremos cómo respondemos. Puede que las estructuras mentales reaccionen haciéndose más fuertes, y entonces seguimos con nuestros hábitos (no todo es bueno para todo el mundo). A veces el hacer algo nos proporciona buenas experiencias y entonces empezamos a cambiar lo que pensamos, dejando así paso a una forma distinta de vivir en el mundo. Todos estos mecanismos no suceden solamente con el tema de la comida sino con otros muchos temas en nuestra vida. Seamos libres de lo que pensamos y probemos nuevas cosas, quien sabe, igual nos gusta.

Volvamos al desayuno: arroz, verduras y semillas. En macrobiótica existen varias versiones o formas distintas de interpretarla. En Cuisine et Santé (Saint Gaudens, Francia) tienen una versión más espartana de la macrobiótica, que no por ello es peor, sino semplemente más sencilla. Allí aprendí a desayunar crema de arroz y ya está. ¿Cómo la cocinaban? Molían el arroz convirtiéndolo en una sémola, ponían a hervir agua, cuando empezaba a hervir vertían el arroz molido y lo hervían 10 minutos. Después lo tomábamos con tamari. La proporción de arroz-agua era de 1:6. No os podéis imaginar lo bueno que puede saber algo tan simple. Más tarde en el Insituto Kushi, incorporé las verduras y las semillas al plato. Las verduras nos ofrecen una energía fresca y ligera siempre y cuando no las cocinemos de más. Este tipo de energía viene estupenda y además va en la línea de los estudios científicos que confirman lo adecuado de tomar “verde” todos los días.

Para terminar os voy a describir el desayuno que hace unos cuantos días fotografié. Podéis ver tres platos, uno a uno:

  1. Trigo sarraceno con semillas de sésamo. El trigo de sarraceno lo puse a remojo la noche anterior. Después lo herví (1 sarraceno:2 agua) con una pizca de sal. Lo puse en el bol y lo adorné con las semillas de sésamo que ya tenía tostadas.
  2. Brócoli y acelgas. Puse un pequeño cazo con agua a hervir. Cuando empezó a hervir añadí los ramilletes de brócoli. Cuando volvió a hervir esperé 20 segundos y los saqué. Después hice lo mismo dos hojas de acelgas.
  3. Semillas de girasol. Lo único que tuve que hacer fue volcarlas al mini-bol ya que las había tostado varios días atrás

Eso fue lo que desayuné y cómo lo preparé. No me llevó más de 20 minutos y el resultado fue muy nutritivo, eso sí, extraño y poco habitual, capaz de arrancar expresiones de sorpresa en un niño de 10 años.

¿Eh, qué dices Alberto? ¿Desayunamos mañana arroz y verduras?

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