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Primeros cambios para probar la macrobiótica

azúcar blanco y macrobiótica
Reducir el consumo de azúcar blanco es uno de los primeros cambios que se recomiendan ¡Atrévete! ¡Hay un montón de alternativas sanas!

Siguiendo con la entrada anterior –La realidad de la macrobiótica– donde apostabamos por probar una alimentación macrobiótica y ver que pasa, me gustaría sugerir una serie de cambios. Realizar los cambios y entonces observar cuales son los mensajes que el cuerpo nos envía. En función de esos mensajes tomamos decisiones.

¿Qué primeros cambios podrían ir bien? Para responder a esta pregunta recurriremos a las enseñanzas de Verne Varona, conocido consultor macrobiótico. Éste afirma que para obtener los mejores resultados posibles hemos de empezar reduciendo los alimentos que provoquen inflamación, bajadas y subidas bruscas de azúcar en sangre, y aquellos alimentos que despierten un apetito intenso por otros alimentos extremos pero del polo opuesto. Esto no significa que tengamos que prescindir de los siguientes alimentos para siempre, pero si durante un período de prueba. Estos alimentos son:

  • Cualquier comida que contenga azúcar blanca o moreno
  • Zumo de frutas
  • Leche y productos lácteos, sobre todo los comerciales
  • Aceites refinados
  • Cafeína
  • Alcohol
  • Medicamentos (a excepción de los prescritos por el médico por alguna dolencia actual)
  • Picantes pesados
  • Harina y arroz blanco
  • Alimentos que contengan químicos: aditivos, colorantes, conservantes, etc.

Estos son sólo unos breves apuntes sobre la dieta que habría que completar con estos otros sobre el estilo de vida:

  • Al menos 30 minutos de ejercicio diario: andar, ir en bicicleta o nadar
  • Reduce la cantidad de comida que tomas en una sola comida e intenta comer más frecuentemente, en vez de 3 veces al día prueba con 4 ó 5
  • No comas, al menos, 2-3 horas antes de irte a dormir. Dormir es para descansar no para digerir
  • Intenta acostarte antes de las 12 de la noche y levántate temprano
  • Cuida el momento de comer, presta atención a la comida, la postura, el masticar. Evita ambientes muy ruidosos
  • Dedica tiempo para estar en un medio natural al menos una vez a la semana. Nos da energía y nos calma. Caminar descalzo por la playa también tiene efectos postivivos

Estos han sido unas cuantas sugerencias para ir empezando con la macrobiótica, que no es más que poner a nuestro favor procesoso naturales que nos ayudan a sentirnos más vitales, felices y realizados, en definitiva, ser Uno con el Todo.

Si quieres más consejos a la hora de empezar con la macrobiótica puedes visitar las siguientes entradas: Guía de macrobiótica en la revista integral, Transición de la antigua dieta a una macrobiótica, Transición hacia la dieta macrobiótica mediterránea.

 

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