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La macrobiótica también necesita cambios (2ªparte)

A continuación os presento la traducción de la segunda parte del artículo “Macrobiótica viva: el futuro de su enseñanza”, en el que podemos leer la forma de ver la macrobiótica y las propuestas de cambio según John Kozinski, profesor y consultor macrobiótico que ha vivido la macrobiótica desde sus inicios en Estados Unidos, en los años 60, vinculado a las enseñanzas de Michio Kushi. La primera parte puede verse en este mismo blog o en el enlace La macrobiótica también necesita cambios (1ª parte).

MACROBIÓTICA VIVA: EL FUTURO DE SU ENSEÑANZA (continuación)

DIAGNÓSTICO

Un método particular para diagnosticar la salud de las personas fue introducido por George Ohsawa y otros profesores de macrobiótica. Yo enseñé y practiqué estos métodos durante 40 años. Hace unos 20 años, cuando Aveline Kushi fue diagnosticada con cáncer de cuello de útero, vi la necesidad de revisar los métodos de diagnóstico que yo había estado enseñando. Sentía que algo faltaba. El diagnóstico es importante porque en todos los sistemas de salud el diagnóstico lleva al tratamiento.

El diagnóstico fue entendido, practicado y enseñado en la antigua India y China. Para mi estos sistemas han constituido importantes fuentes para desarrollar mi entendimiento del diagnóstico.

Los métodos modernos de diagnóstico de la macrobiótica se centran en observaciones del rostro, las manos, los pies y otras partes del cuerpo para evaluar un desequilibrio en los órganos. La enseñanza de este método es problemática porque se tiende a buscar desequilibrios en cada órgano, sin entender la condición de su salud general. Por ejemplo, si alguien tiene ojeras, a la persona se le dice que tiene riñones débiles.

Este método de diagnóstico necesita revisión porque, utilizando el ejemplo de arriba, las ojeras no te dicen nada acerca de la salud general de la persona. Una lectura más profunda del significado de “riñones” en las medicinas tradicionales china y japonesa nos ofrecen otras interpretaciones. De acuerdo con las medicinas tradicionales orientales, lo que nosotros llamamos riñones son las glándulas suprarrenales. Yendo incluso más profundo en el estudio de estas medicinas, este signo indica una debilidad del cuerpo entero.

Las ojeras indican que el cuerpo ha estado bajo estrés por algún tiempo. Estresores comunes pueden ser: falta de sueño, falta de nutrientes en la dieta tales como vitamina B12, falta de carbohidratos, grasas naturales, proteínas, demasiado ejercicio, bebidas alcohólicas, drogas, medicinas, una dieta baja en calorías, exceso de azúcar refinada y otros factores relacionados con la mente o el cuerpo.

Debido a que este signo indica un profundo desequilibrio, recuperar las glándulas suprarrenales o la función general del organismo lleva tiempo. Una parte natural del proceso de recuperación es encontrar tantos estresores en nuestras vidas como sea posible, tanto de la lista de arriba como otros.

Una de las causas comunes de estrés en personas que han seguido una dieta vegano-macrobiótica durante largo tiempo es la falta de nutrientes concentrados de procedencia animal. Si la persona está abierta a incorporar estos alimentos, yo le sugeriría añadirlos a su dieta lentamente mediante formas ligeras tales como pescado salvaje, pollo y huevos criados naturalmente al principio. Suplementos como la vitamina B12, complejos de vitamina B y cantidades moderadas de productos lácteos y grasas puede ser beneficiosas

Para las personas que toman dietas modernas, la principal causa de estrés es el consumo excesivo de azúcares y harinas refinadas, químicos, pesticidas, hormonas y aditivos en sus alimentos, exceso de aceites vegetales, falta de vitaminas y minerales u otros nutrientes, y en algunos casos, el consumo excesivo de productos animales de poca calidad. Hoy en día, se ha vuelto menos común que la gente consuma demasiados productos animales, debido a la demonización de los productos animales en la sociedad moderna.

Lo que se necesita para hacer el diagnóstico macrobiótico aún más relevante y efectivo es estudiar lo que estas señales indican de acuerdo con nuestro entendimiento moderno del cuerpo. Este objetivo puede ser conseguido estudiando lo que los órganos realmente revelan según las medicinas tradicionales orientales. Este estudio nos ayudaría a conectar la biología moderna con las medicinas orientales tradicionales. El encuentro de los dos sistemas daría lugar a un entendimiento más comprensivo del cuerpo humano. Desde que me embarqué en este tipo de estudio, he encontrado que mi habilidad para diagnosticar el estado de salud ha mejorado dramáticamente.

COMBINAR ENFOQUES MODERNOS, TRADICIONALES Y OPUESTOS CON UNA MENTE ABIERTA

Recuerdo quedar atrapado con una idea que George Ohsawa expuso en uno de sus libros. Él afirmaba que para ganar la más amplia visión que pudiese ayudar a la humanidad, uno debe combinar el entendimiento físico y materialista de la ciencia moderna con el entendimiento acera de las energías de los pueblos tradicionales.

Hasta ahora la afirmación de Ohsawa ha sido ignorada en la enseñanza de la macrobiótica. La única forma en que la ciencia es usada en macrobiótica es para justificar las enseñanzas anti-alimentos. Determinados alimentos en la enseñanza moderna de la macrobiótica son demonizados por la supuesta ciencia. Alimentos como la carne, los productos lácteos o el azúcar refinado son desaconsejados. Estudios científicos se presentan como la prueba de que estos alimentos son malos para ti. Si lo analizamos detenidamente, la mayor parte de estos estudios no pueden ser confirmados.

Durante muchos años, yo he usado los estudios anti-alimentos en mis clases. Los presentaba como parte de mi enseñanza de una dieta vegana que va bien a todo el mundo. Después de que varios profesores de macrobiótica fuesen diagnosticados con cáncer en los noventa, yo decidí echar un vistazo a perspectivas contrarias. Para mí se volvió claro que la ciencia no era definitiva en cuanto a los efectos negativos de la carne, los productos lácteos e incluso el azúcar refinado.

Con la intención de mejorar la enseñanza de la macrobiótica y la práctica diaria, creo que necesitamos estudiar profundamente cada lado de los problemas en alimentación, nutrición, mente, emociones, el cuerpo, espíritu y otras áreas que llevamos a la práctica. Las enseñanzas tradicionales y esotéricas y la ciencia moderna necesitan ser parte de nuestros estudios para tener una visión más amplia de la salud. Nosotros tenemos que mirar las ideas que están en la caja pero también fuera de ella. El estudio de esta variedad de áreas y las visiones opuestas es la filosofía del equilibrio.

Temas nutricionales como la vitamina B12, los aminoácidos, el zinc, el calcio, el hierro, el ácido fítico y otros pueden ser estudiados junto con la parte energética o los alimentos yin y yang. Es importante estudiar todos los lados del asunto con una mente abierta. Es esencial incluir los puntos de vista en los cuales no estamos de acuerdo en nuestros estudios.

Los resultados de nuestras recomendaciones dietéticas para la salud, la curación y la vida necesitan ser evaluadas. Lo que no funciona debe ser revisado o descartado. Para los seguidores a largo plazo de la dieta macrobiótica, el miedo a la comida tiene que ser borrado de la ecuación. El miedo ha de ser reemplazado por el entendimiento. Los alimentos que elegimos son esenciales para la salud y la vida.

Existen otras muchas áreas de la enseñanza de la macrobiótica que necesitan ser revisadas para mantener esta maravillosa filosofía relevante y valorada en el tiempo. La macrobiótica como filosofía, diagnóstico, la combinación de formas de ver el mundo tradicionales y modernas, y la evaluación de perspectivas opuestas, son algunas de las áreas clave que son cruciales para mantener así la enseñanza de la macrobiótica actualizada.

George Oshawa fue un pensador adelantado entre otros pensadores avanzados a su tiempo. Su pensamiento original puede inspirarnos a todos nosotros para ir más allá de él y de sus discípulos directos. La macrobiótica necesita estar viva, cambiando y desarrollando sistemas que puedan cautivar a la gente de hoy y del futuro. Esto sucederá cuando seamos capaces de revisar, actualizar y adaptar estas enseñanzas de la longevidad para los tiempos modernos. El reto es dar los pasos necesarios para que esto suceda; ir más allá del dogma, del ego, de consideraciones económicas o marcos mentales. El cambio radical que un sistema vivo de enseñanza y práctica macrobiótica puede traer a generaciones presentes y futuras puede ser increíble.

Para finalizar, algunas palabras sobre John Kozinski:

John da habitualmente charlas sobre salud natural, pasa consulta e investiga, principalmente en Estados Unidos, que es donde vive. Estuvo en la facultad del Instituto Kushi durante 27 años de forma ininterrumpida hasta que decidió abandonarlo por razones éticas en 2013. Ha documentado más de 10.000 casos y ha enseñado a más de 40.000 estudiantes. Ha publicado más de 80 conferencias en CD y DVD.

Fue uno de mis profesores en el Instituto Kushi, en Becket, Massachussets, y mostraba siempre una inquietud por saber qué funcionaba y qué no. Tiene una gran vocación investigadora aparte de una muy buena base en macrobiótica tradicional. Recuerdo como en varias ocasiones nos dijo: “¿Eso? Eso es un mito macrobiótico”, para desmentir afirmaciones típicas de la macrobiótica como por ejemplo que, comerse un huevo tiene en el cuerpo los mismos efectos que tomarse una gallina entera.

Hoy en día John está diseñando un currículum basado en sus investigaciones y en lo que ha aprendido con sus pacientes en las pasadas décadas. Este curriculum formará parte de un programa de enseñanza que incluirá las mejores prácticas de la macrobiótica, la medicina china, el ayurveda, la homeopatía y  la nutrición moderna. Según me comentó recientemente, saldrá a la luz en 2015.

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La macrobiótica también necesita cambios (1ªparte)

La macrobiótica puede ser interpretada como una dieta bien definida pero limitada, o bien, como una forma de pensar sobre los alimentos que nos lleva a diseñar una dieta personal adecuada. La semana pasada escribía sobre este tema conectándolo con mi experiencia personal; en el día de hoy escribiré relacionándolo con la evolución de la macrobiótica como práctica o disciplina. Para ello he traducido del inglés un artículo de  John Kozinski, consultor macrobiótico y uno de mis profesores en el Instituto Kushi. El texto ha sido publicado en la revista Macrobiotics Today en  los pasados meses.

John Kozinski tiene una amplia experiencia como consultor y profesor de macrobiótica. Más de 10.000 consultas y de 40.000 estudiantes en los pasados 40 años le avalan. Os dejo con la primera parte de su artículo.

MACROBIÓTICA VIVA: EL FUTURO DE SU ENSEÑANZA

Las enseñanzas macrobióticas sobre la dieta, la salud y la vida fueron revolucionarias en los sesenta y setenta. Hoy, a medida que los profesores y practicantes se hacen mayores, podemos ver un alarmante número de enfermedades y muertes a edades relativamente tempranas. Esto supone un punto controvertido para un sistema que promete buena salud y longevidad.

Como profesor durante mucho tiempo, consultor y practicante de macrobiótica, siento que estos acontecimientos subrayan la importancia de la mejora, la revisión, la actualización continua y la re-evaluación de nuestro entendimiento.

Entender porqué profesores y practicantes han muerto más jóvenes de lo esperado es justo otra razón para la revisión de prácticas y enseñanzas. Las revisiones también son necesarias para que la macrobiótica siga siendo relevante hoy y en el futuro. Como forma de entender la salud y la vida, macrobiótica tiene un valor increíble para las futuras generaciones si se enseña de forma global.

SISTEMAS VIVOS VS SISTEMAS MUERTOS

Si las enseñanzas y prácticas de cualquier sistema nunca cambian, estas se vuelven una pieza de museo. No quiero decir que las piezas de museo no tengan valor. Se puede aprender mucho de estudiar textos y enseñanzas antiguas de Egipto, Tíbet, China, Japón, Europa y otros lugares alrededor del mundo. Lo importante de aprender del pasado es que nosotros también podemos poner en práctica esas enseñanzas aquí y ahora. Nosotros revisamos las enseñanzas del pasado para nosotros mismos o para la gente a la que enseñamos, basándonos en los resultados que experimentamos hoy.

Puede costar muchos años desvelar para los tiempos modernos lo que funcionaba y lo que no funcionaba de las enseñanzas antiguas. Yo he dedicado mi práctica e investigación a descubrir respuestas a está cuestión desde la muerte de Aveline Kushi en 2001 [1]. Tengo que agredecerle a ella todo este viaje. Lo que he aprendido y desarrollado ha ayudado a mejorar la salud de mucha gente.

En un sistema vivo nosotros necesitamos mantener nuestros ojos bien abiertos para evaluar si nuestras prácticas funcionan o no y si conseguimos los efectos deseados. Práctica, evaluación y ajustes son importantes aspectos de los sistemas vivos. Si nosotros nunca revisamos o alteramos las enseñanzas y prácticas de un sistema, entonces el sistema está muerto. Sistemas muertos tienen beneficios limitados.

La macrobiótica para permanecer válida como forma de entender la salud y el vivir, necesita estar continuamente abierta a la revisión. En otras palabras, los sistemas vivos están basados en el principio universal de que todo debe cambiar. Hay algunas áreas en la práctica y educación macrobiótica que yo siento necesitan revisión y continuo desarrollo.

MACROBIÓTICA COMO FILOSOFÍA

Mucha gene piensa que  la macrobiótica es una dieta vegana, o más o menos vegana, y un régimen para el cáncer. Si nosotros miramos la palabra “macrobiótica”, desde una perspectiva más amplia, el significado literal derivado del antiguo griego, es el camino de la longevidad. Longevidad y salud sostenible surge de la práctica de la filosofía del equilibrio en nuestra vida. Profesores tales como George Ohsawa y Herman Aihara fueron modernos intérpretes de un sistema que es tan antiguo como la humanidad. Sus buenas comprensiones fueron interpretaciones de la macrobiótica para sus tiempos. Hipócrates, quién acuñó el término macrobios, tuvo una interpretación acorde a su tiempo. Como Ohsawa y Aihara las recomendaciones estuvieron basadas en los principios del equilibrio en la vida diaria.

En esta definición más amplia, durante eones, el camino de la longevidad según los principios del equilibrio ha sido aplicado por personas alrededor del mundo al cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Tradicionalmente la gente estudió y practicó la longevidad física, la longevidad mental, la longevidad emocional y la longevidad espiritual. Una lectura más profunda de las enseñanzas antiguas revela que el factor clave que conecta todas estas enseñanzas es la filosofía del equilibrio.

Desde un punto de vista filosófico, no existe tal cosa como una dieta macrobiótica o un estilo de vida macrobiótico. Por el contrario, existe una forma macrobiótica de pensar en la dieta, el estilo de vida, la espiritualidad, la salud emocional, el cáncer, la enfermedad. etc. El problema con una definición estrecha es que ésta excluye el uso de muchas otras variedades de alimentos naturales, y otras muchas modalidades sanatorias que promueven la salud, de esta manera da la impresión de que hay  sólo una manera macrobiótica de curarlo todo. Desde el sentido común, esto no tiene sentido; todos nosotros somos diferentes y necesitamos ajustes en nuestra vida diaria para nuestras necesidades individuales.

Los alimentos naturales han sido consumidos por culturas que eran macrobióticas, longevas y sanas. Es la hora de enseñar a la gente como aplicar esta filosofía del equilibrio a todos los alimentos y aspectos de la vida. El objetivo de esta forma de pensar es tener más libertad y mejor salud física, emocional, mental y espiritual.

Las guías de alimentos son útiles para la gente que ha comido dietas modernas. Estas guías deben ser amplias para que cualquiera pueda practicarlas, reflejando las dietas macrobióticas o longevas como las practicadas alrededor del mundo. Por ejemplo, algunos alimentos tales como solanáceas o endulzantes suaves pierden sus efectos negativos cuando el propio cuerpo se equilibra.

Las culturas que practican el modo macrobiotico-longevo de comer valoran los productos animales salvajes y naturalmente criados. En las culturas conocidas por su gran longevidad; carne, lácteos, pescado u otros alimentos de origen animal han sido consumidos diariamente, sino en cada comida. Algunas personas, que aún enseñan lo que ellos llaman macrobiótica, están hablando acerca de este hecho y están sugiriendo comida animal de alta calidad. Yo conozco mucha gente que siguieron una dieta vegana-macrobiótica que, poco a poco,  están añadiendo carne de animales alimentados con yerba, productos lácteos, huevos u otros productos animales naturalmente criados con muchas mejoras para su salud.

De acuerdo con la filosofía del equilibrio, los productos animales tienen una energía concentrada que es constructiva y fortalecedora. Si estos alimentos se dejan fuera de la dieta, el resultado puede ser un cuerpo débil que lleva a la enfermedad. Insistir a todo el mundo que siga una dieta vegana o casi vegana (pescado una o dos veces a la semana), o sino ellos no serán considerados macrobióticos, no es seguir la filosofía del equilibrio. Al igual que cualquier otro sistema, relacionado con la salud o no, existe una tendencia hacia la institucionalización del pensamiento con un rechazo a nuevas ideas. Este ha sido el caso con la macrobiótica y la alimentación.

La alimentación vegano-macrobiótica de acuerdo con la filosofía del equilibrio es útil en situaciones determinadas. Comer de esta manera por un período de tiempo puede equilibrar a la gente con ciertos tipos de condiciones con excesos derivados de comer demasaiada carne “basura” criada de forma comercial. He visto gente que acude con enfermedades repetitivas o nuevas enfermedades a consecuencia de seguir ciegamente la misma dieta vegana que los curó. El problema es que nadie le ha dicho que hay opciones tales como incorporar productos animales naturales y/o suplementos para su salud.

Desde una perspectiva nutricional hay nutrientes que sólo son absorbidos o mejor absorbidos de alimentos animales de alta calidad. De acuerdo con la filosofía del equilibrio, si uno desea por razones ideológicas no comer animales, serían necesarios suplementos nutricionales para alcanzar el equilibrio. La vitamina B12 es sólo uno de los nutrientes que debemos de suplementar. Suplementos y plantas deben ser ajustadas para cada condición, personal e individual, pero hay algunas que son esenciales para todos los veganos en todas partes.

Notas:

  • [1] Aveline Kushi fue la mujer de Michio Kushi. Practicante de la macrobiótica, tanto en estilo de vida como en alimentación. Su muerte, a la edad de 78 años, por cáncer de útero, impactó a muchos de sus estudiantes y amigos, entre ellos John Kozinski. Constituyó una motivación para revisar y comprobar qué funcionaba y que no de las sugerencias macrobióticas.
  • Para ver la versión original del artículo puedes ir a Living Macrobiotics: the Future of Education.
  • Para ver un vídeo de John Kozinski publicado en Macrobiótica Mediterránea ir al post: La macrobiótica según John Kozinski
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Cómo la macrobiótica me calentó las manos

Hace unas cuantas semanas publiqué un post sobre cómo la macrobiótica me congeló las manos; hoy veremos cómo me las calentó.

¿Cómo puede la macrobiótica hacer dos cosas opuestas a la vez?

Cuando estás aprendiendo algo por primera vez te ves obligado a seguir un modelo. ¿Cómo vas a aprender macrobiótica si no es siguiendo a alguien? Eso fue lo que hice yo al principio. Realicé dos cursos introductorios y seguí varios libros. Resultado de todo eso fue una dieta con las siguientes características:

– Pescado una vez cada 15 días.
– Nada de huevos.
– Nada de carne.
– Nada de lácteos.
– Nada de ensaladas.
– Medio litro, o menos, de agua al día, incluso en verano.
– Muchos cereales en grano al día. Unas 2 tazas al día (1 taza = 250ml) medido en crudo. Si estas interesado en el papel de los cereales en mis primeros meses de macorbiótica puedes consultar el post Comer muchos cereales no es macrobiótica.
– Legumbres cada dos días, aproximadamente 1 taza
– Utilización de tofu, tempeh y seitán.
– Nada de productos refinados, refrescos, dulces, embutidos, café, alcohol.
– Manzana o pera como únicas frutas. En verano en 2 ó 3 ocasiones el cuerpo me pidió intensamente sandía y melón. Al tomarlos me sentí de maravilla.
– Pocas reuniones sociales, condicionado por mi dieta selectiva.
– Carrera continua 20-30 minutos, no mucho más porque no me sentía con fuerza. Incluso me llegaron a doler los riñones en varias ocasiones al correr.

Seguí el modelo durante varios meses hasta que decidí viajar alrededor del mundo y aprender más sobre macrobiótica. Primero Francia, después EEUU, Inglaterra y más tarde Holanda. Al comprobar cómo otros interpretaban y llevaban a la práctica la macrobiótica, comprendí que la macrobiótica era un instrumento para poder ordenar nuestra alimentación, de tal manera que pudiese dar salud a cualquier persona, por diferente que fuese. Eso no quiere decir que tenga que utilizarse la misma dieta para todos, sino el mismo conjunto de principios, basados la mayoría en la medicina tradicional china. En ese momento, comencé a utilizar la macrobiótica para equilibrarme a mí, no a otro, sino a mí. Porque el modelo, la formula específica, quizás equilibre a miles o incluso a millones de personas, pero no a mí. Estos son algunos de los cambios que decidí realizar:

– Pescado: 3  veces a la semana.
– Carne: 1 vez a la semana o cada 10 días, de la máxima calidad posible.
– Pequeña cantidad de ensalada 1 vez al día, casi siempre en la comida.
– Menos cantidad de cereales, 1/2 taza al día.
– Legumbres 2 veces a la semana o más días si la cantidad es muy pequeña.
– Más cremas y platos caldosos y calientes.
– Utilización de verduras de raíz y tubérculos (no patata).
– Lácteos de forma ocasional, procurando que sean de buena calidad (ecológicos, enteros, etc.). Como mantequilla, yogur o queso. Raramente leche.
– Actitud más abierta a la hora de ir a comer a restaurantes o bar de tapas, disfrutando del momento con los amigos, pero también de las tapas y cervezas.
– Dulces de forma ocasional y sobre todo relacionado con eventos sociales, ya que el dulce no me atrae.
– Entrenamiento de pesas 4 veces por semana.

Las diferencias entre estos dos regímenes podéis verla por vosotros mismos en estas fotos. La primera de ellas es de Mayo de 2010. La segunda de Diciembre de 2014. Se llevan de diferencia 4 años y 6 meses. ¿Cuál de ellos tienen las manos congeladas?

 

Macrobiotica y mario
La primera foto es de Mayo de 2010, la segunda de Diciembre de 2014. ¿Quién tiene las manos congeladas?

 

Características, signos y síntomas del primer Mario:

  • Mucho frío ante la más leve brisa. Episodios frecuentes de manos blancas e insensibles después de pasar frío.
  • Incapacidad de realizar ejercicio físico intenso.
  • Aspecto triste y enfermizo comentado por varias de sus amistades y familiares.
  • 67 Kilogramos.
  • Rigidez mental, resistencia al cambio o reconocer lo que otros le estaban señalando.
  • Ni un grano, piel limpia aunque poco hidratada.

Características, signos y síntomas del segundo Mario:

  • Resistente al frío. No necesita el abrigo en todo momento ni tiene escalofríos con cualquier brisa.
  • Capaz de realizar ejercicio físico intenso, como ejercicios de fuerza en el gimnasio.
  • Sequedad en piel de la mano derecha que relaciono con el consumo ocasional de lácteos (lo he comprobado en varias ocasiones).
  • Un grano de vez en cuando.
  • Aspecto más positivo y sano.
  • Puntos de vista más flexibles.
  • 77 kilogramos.

Estos cambios ponen de manifiesto lo importante que es nuestra dieta y estilo de vida  para mejorar nuestra condición. Todos tenemos una constitución, que podemos definir como la fortaleza con la que nacemos, y una condición, que es nuestro estado temporal, mejor o peor en función de las circunstancias. Podemos nacer con la constitución de Rafa Nadal y sufrir sobrepeso, colesterol alto y hierro bajo, o bien, estar en plena forma como es el caso. La macrobiótica te ayuda a sacar el máximo de tu condición.

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Muere Michio Kushi, pieza clave de la macrobiótica moderna

 

Michio Kushi y macrobiotica
Fallece Michio Kushi, considerado por muchos padre de la macrobiótica moderna.

Michio Kushi murió el pasado 28 de diciembre de 2014 en Boston. Michio fue uno de los profesores y consultores de macrobiótica más famosos por su labor como difusor de la misma a nivel internacional, la creación del Instituto Kushi y la publicación de decenas de libros dedicados a la macrobiótica. También fue el creador de los modelos teóricos de alimentación macrobiótica, como por ejemplo la pirámide o el gráfico circular.

Recuerdo contar a Kenneth Prange -consultor macrobiótico y estudiante de Kushi en sus primeros años-  como toda una generación de jóvenes quedó fascinada por un hombre como Michio Kushi, que recién aterrizado en Inglaterra y les hablaba por primera vez del Yin y del Yang, de los 5 elementos y de cómo la alimentación influía en la salud y la conciencia de las personas.

“Michio Kushio tenía una habilidad especial para inspirar a la gente” comenta John Kozinsky, estudiante suyo durante muchos años y ahora consultor macrobiótico en Estados Unidos. Continúa diciendo: “Michio inspiraba a la gente de tal modo que comenzaban a estudiar uno de los temas surgidos en sus charlas. Estos podían ser diagnóstico facial, Nine Star Ki o el uso de los alimentos de forma medicinal. Al cabo de los años muchos de estos estudiantes superaron a Michio Kushi en los temas específicos donde habían decidido profundizar. Michio era muy bueno encendiendo la chispa”.

Su contribución ha sido clave. Gracias a la macrobiótica somos más conscientes de los efectos que tienen los distintos alimentos en nuestro organismo y es más fácil recuperar la forma de cocinar tradicional, más en consonancia con los ritmos estacionales.

En el momento de su muerte Michio tenía 88 años. Aún siendo grande su contribución al mundo de la salud, su vida no ha estado libre de controversias, ya que él mismo tomaba café y fumaba. Le diagnosticaron cáncer de colon cuando tenía 81 años, teniendo que ser operado para extraerle los tumores. A ello se suma que su mujer murió a los 78 años  y su hija Lily a los 41, ambas de cáncer de cuello de útero. Su hijo Phiya Kushi escribe extensamente sobre el tema en su post titulado Cáncer en la familia: Cómo y porqué sucedió (por el momento en inglés).

Lo que no cabe duda es que merece todo nuestro reconocimiento por la labor realizada en pos de la salud y la felicidad de las personas. ¡Gracias Michio!

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Cómo la macrobiótica me congeló las manos

 

Macrobiotica y manos frias
¿Por qué la macrobiótica estándar puede congelarte las manos?

En ocasiones ocurre que el modelo que se utiliza para enseñar algo no corresponde con la solución idónea que ese modelo es capaz de proporcionar. Veamos que  quiero decir con ello.

Durante mi primer año de alimentación macrobiótica recuerdo caminar por la calle con las manos heladas. Llegaba a casa con las manos congeladas, tanto que tenía que ponerlas unos minutos debajo del grifo caliente antes de poder hacer cualquier otra cosa. A veces se quedaban blancas e insensibles. Sufría la misma sintomatología que la enfermedad de Raynaud.

Enfermedad de Raynaud: Es una afección en la cual las temperaturas frías o las emociones fuertes causan espasmos vasculares que bloquean el flujo sanguíneo a los dedos de las manos y de los pies, las orejas y la nariz.

En una ocasión René Lévy me cogió las manos para despedirse al final de una de mis estancias en Cuisine et Santé, y me dijo: “¡Oh, manos heladas!”. Me aconsejó introducir más alimentos yang a mi alimentación, por ejemplo trigo sarraceno, gomashio… “pero no demasiado” añadió.

Conforme iba estudiando macrobiótica fui realizando cambios en mi dieta. Desde hace dos años las manos ya no han vuelto a ponerse blancas. El invierno dejó mi cuerpo. ¿Qué ocurrió?  ¿Por qué, si se supone que la macrobiótica es una forma de comer sana y que previene enfermedades, lleva a tales desequilibrios?

Porque en esos casos el modelo general que se utiliza para enseñarla no es la dieta que más equilibra a la persona X.

Existen dos modelos básicos que se utilizan para enseñar la macrobiótica:  la pirámide y el gráfico circular.

piramide integral de macrobiótica
Pirámide macrobiótica. Modelo que se utiliza para la introducción y enseñanza de la dieta macrobiótica. [Extraída del extra nº12 de la revista Integral]. Pinchar en imagen para ampliar.
guia macrobiotica salud editada
Porcentajes de alimentos para una dieta macrobiótica orientada a la recuperación de la salud, que coincide a grandes rasgos con la dieta macrobiótica estándar. Imagen: Verne Varona (2009)

Si el seguir estos dos modelos le devolviese la salud a todo el mundo, querría decir que todas las personas compartimos las mismas circunstancias (constitución, clima de la zona donde residimos, puntos débiles/fuertes, estilo de vida, etc.) y eso no es cierto. Por tanto, como las circunstancias de las personas cambian, la dieta ideal que nos equilibra -nuestra dieta macrobiótica- por definición ha de ser diferente de la de los otros; y es aquí donde entra la figura del consultor macrobiótico, que es el encargado de adaptar la dieta a cada circunstancia. Querer aplicar la misma regla a todo el mundo sería como utilizar el plan de entrenamientos de Rafa Nadal para poner en forma a, por ejemplo: un niño de 12 años, un hombre de 53 que no ha hecho ejercicio en su vida, una anciana… Lo mismo ocurre cuando recomendamos a todo el mundo comer según el modelo estándar que se utiliza para la enseñanza de la macrobiótica.

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