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Macrobiótica para la fibromialgia

Macrobiótica en el Manual de fibromialgia
La macrobiótica ayuda a mejorar la condición de personas con fibromialgia

Durante la última semana he estado leyendo el libro titulado “Manual de Fibromialgia”, el cual está escrito por Vicente Estupiñá e Isabel Ortells, padres de Marta. Marta fue diagnósticada con fibromailgia a la edad de 12 años, aunque llevaba sufriendo dolores desde muy temprana edad.

La fibromialgia es una enfermedad que cursa con síntomas físicos y psicológicos. Es una enfermedad que todavía no entienden. La persona con fibromialgia presenta trastornos de tipo músculo-esqueléctico. Aparecen síntomas como fatiga, dolor en determinados puntos del cuerpo, rigidez en los tendones y músculos. En cuanto a los síntomas psicológicos existe dificultad para dormir, pérdida de memoria, lentitud en el pensamiento, etc. Todos estos datos son datos puramente descriptivos, lo cual no ayuda mucho para la elección de un tratamiento. Desde la medicina alopática aún se desconoce la causa de la fibromialgia.

maribel ortells y macrobiotica
Maribel Ortells, nutricionista especialista en enfermedades autoinmunes

Isabel Ortells (Maribel), en la página web que tiene sobre el libro y el tratamiento de la fibromialgia nos comenta que cuando una persona con fibromialgia acude a su consulta -pues se ha convertido en nutricionista especializada en enfermedades autoinmunes- ve a una persona cansada, desanimada y con mucho sufrimiento. El tratamiento con la medicina alopática no ha hecho desaparecer el dolor, ha causado un importante gasto económinco y no ha aportado comprensión alguna sobre el problema. En palabras de Isabel, “la fibromialgia es simplemente una intoxicación del organismo. Por tanto, con una buena alimentación conseguimos limpiar intestinos,  el hígado y los riñones, así el propio cuerpo hace desaparecer los síntomas de la enfermedad”. La macrobiótica se convierte así en una guía imprescindible para la mejora del estado de salud.

En el prólogo del libro Maribel  nos cuenta la odisea de médicos y síntomas que  tuvo Marta durante su infancia. Dolores en los pies, en las rodillas, casancio extremo, contracturas musculares, ruturas fibrilares… todo ello era parte de los síntomas que los médicos, mediante numerosas pruebas y medicamentos, no lograban contrarrestar.

Esa trayectoria de infructuosos intentos por parte de la medicina convencional de solucionar el problema, cambiaron el día que los padres de Marta descubrieron dos libros:

  1. “Los grupos sanguíneos y la alimentación”, del doctor Peter D’Adamo y Catherine Witney. Este libro les guío respecto a qué tipo de alimentos le irían bien a Marta según su grupo sanguíneo.
  2. “El equilibrio a través de la alimentación”, de la doctora Olga Cuevas Fernández. Les ayudó a corregir algunas ideas equivocadas que tenían sobre nutrición, de forma que les facilitó organizar la dieta, de forma que se aproximase a una dieta macrobiótica orientada a la mejora de la condición de Marta

En ambos libros se hacía referencia a los casos de fatiga crónica y fibromialgia, por lo que su puesta en práctica fue sencilla. Únicamente tuvieron que vencerse los hábitos y gustos antiguos, pero una vez hecho esto, y con la ayuda de familiares y amigas, Marta empezó a disfrutar de lo que comía.

Vicente y Maribel nos proporcionan información nacida de la experiencia con Marta. Fruto de su investigación particular, sentida desde el corazón, con un objetivo claro, abarcándolo con una mente abierta, sin perjuicios para saber qué es lo que funciona y lo que no, independientemente del orden imperante. Encontraréis referencias a Olga Cuevas que aclaran cuestiones generales sobre una dieta sana. Al mismo tiempo, se puede ver como utilizan la teoría de los grupos sanguíneos para sugerir determinadas recomendaciones para cada grupo.

Al final del libro figuran Consejos de Marta que complementan la dieta, a ella le fueron bien:

  1. Tomar el sol con moderación, diez o quince minutos al día. Sobre todo en verano, pero no al medio día
  2. Práctica de ejercicio físico de forma regular
  3. Incluir en la comida tortas de arroz integral
  4. Acompañar la dieta con una tratamiento de fisioterapia, al menos, durante las primeras semanas
  5. Recomienda el consumo de regaliz, con moderación, ya que puede ayuda a desintoxicar el hígado
  6. Evitar, ante todo, café y tabaco

Para terminar la entrada con buen gusto, os dejo con una receta que engrosará la lista de recetas macrobióticas que ya tenéis y que se incluye al final del libro. También escribo el enlace a su página, ya que me da la impresión de que han avanzado mucho en el entendimiento y tratamiento de la enfermedad desde que escribieron el primer libro.

El enlace a su página web: Manual de Fibromialgia

BIZCOCHO DE CALABAZA

Ingredientes:

  • 1 vaso leche de avena o soja
  • 1 vaso de harina de espelta integral
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de sirope de arroz
  • 2 cucharadas de sirope de arce
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1 kilo de calabaza dulce, asada al horno
Elaboración:
(1) Poner todos los ingredientes en un bol y batir. (2) Colocar la mezcla  en una fuente para el horno untada con aceite. Meter al horno hasta que quede un poco dura y tostada. (3) Sacar del horno y dejar enfriar.
Nota: su tacto es de pudín cremoso. Mantener en el frigorífico. Maribel comenta que la calabaza podemos sustituirla por manzanas.

 

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Dieta macrobiótica para la osteoporosis

Dieta macrobiótica para osteoposoris
Con una dieta macrobiótica aumentamos el aporte de calcio y minimizamos sus pérdidas, lo que contribuye a la mejora de la osteoporosis

Las enfermedades pueden estar causas por diversos motivos. Argumentar que con una dieta se va a solucionar un problema lleva implicito el conocimiento de la causa: una dieta deficiente. Desde aquí no queremos caer en ese error, pero sí sugerir qué cambios en la dieta puede contibuir a aumentar las probabilidades de que la salud mejore. Con lo que sabemos hacemos lo mejor que podemos.

El número de abril de la revista integral publicaba un artículo sobre la osteoporosis. En él se describía esta enfermedad y se sugerían unas recomendaciones dietéticas. En este sentido, la dieta macrobiótica para la osteoporosis, puede suponer una gran ayuda. A continuación os resumo varias de estas recomendaciones:

  1. Reducir el consumo excesivo de proteínas. El cuerpo humano para poder asimilar las proteínas tiene que hacer uso del calcio. Cuando la dieta no aporta el suficiente calcio para esta tarea, tiene que recurrir a sus almacenes que están ubicados en los huesos. El 99% del calcio del cuerpo está en los huesos. Una vez usado, el calcio se elimina por la orina.
  2. Consumo excesivo de fósforo. El fósforo dificulta la absorción de calcio. De hecho en una comparativa entre la leche de vaca y la leche humana, nos daremos cuenta que la proporción calcio-fósforo es menor en la leche de vaca (menos calcio por la misma cantidad de fósforo). Leche humana 2,35 partes de calcio por 1 de fósforo. Leche de vaca 1,27 partes de calcio por 1 de fósforo. El fósforo está presente en las proteínas de la carne, pero también en muchos de los refrescos.
  3. Exceso de sal. Berdonces, el autor del artículo, comenta que no hay una acuerdo claro en los efectos que tiene el consumo exceivo de sal en la incidencia de la osteoporosis, pero sí que se ha observado en una parte de la población responde a un aumento de sal en la dieta con un aumento de excreción urinaria de calcio.
  4. Azúcar. El azúcar es un alimento, casi artificial, dado su alto grado de refinamiento. Veáse la entrada Por qué NO-azúcar en macrobiótica. El organismo necesita altas dosis de minerales para poder metabolizar el azúcar, minerales que extrae de las reservas de los huesos. Una cosa más, el consumo de azúcar también aumenta la secrección de cortisol, hormona del estrés, cuya presencia está relacionada con un aumento de pérdida de calcio por la orina.
  5. Harinas refinadas. En este caso, estamos en la misma situación que con el azúcar. El consumo de un producto refinado obliga al cuerpo humano a utilizar minerales almacenados para poder metabolizarlo. Además, no sólo se usan las reservas de minerales sino que se deja de consumirlos, ya que esos mismo productos refinados (por ejemplo, los cereales) contiene minerales en su versión integral.
  6. Cafeína. El consumo de cafeína, que podemos encontrar en cafés, bebidas de cola, chocolate, mate, etc., potencia la eliminación de calcio a través de la orina en un 50-70%.
  7. Alcohol. La relación entre osteoporosis y alcohol aún no está clara, pero se sospecha ya que la incidencia de la osteoporosis aumenta en la población masculina alcohólica, siendo rara esta enfermedad en hombres.

Hasta aquí, y en cuanto a la dieta se refiere, hemos cubierto aquellos alimentos que restan salud. Ahora vamos a complementar la información que nos facilita el Dr. Josep Lluis Berdonces en la revista Integral, con aquellos alimentos que suman salud en el caso de tener deficiencias de calcio en el organismo. Tendríamos que asegurar la presencia en nuestra dieta macrobiótica de los siguiente alimentos:

  1. Productos naturales, sin procesar y sin aditivos artificiales que puedan requerir la participación de nuestra reserva de minerales
  2. Aceites de buena calidad, ya que ayudan a la absorción del calcio
  3. Algas de tipos variados, ya que tienen un alto contenido en calcio. Por ejemplo, el alga hijiki tiene hasta 10 veces más calcio que la leche de vaca. Se puede ver el contenido de calcio de varios alimentos en la entrada Dónde está el calcio en macrobiótica
  4. Verduras de hoja verde. El perejil , las acelgas o la col rizada son algunos de los ejemplos
  5. Frutos secos y semillas como las almendras, las avellanas, los pistachos o las semillas de sésamo también son ricos en calcio
  6. Ejercicio físico. aunque no se trate de un alimento, el ejercicio físico juega un importante papel en la absorción del calcio. Después de 30 minutos de paseos, o unos minutos nadando, el cuerpo está más dispuesto a absorber y almacenar calcio

A pesar de tener presente la necesidad de tomar alimentos con calcio, parece que es más importante evitar perderlo. Existen poblaciones que ingieren muy poca cantidad de calcio (también poca cantidad de proteínas de origen animal), que apenas conocen la osteoporosis. Mientras que existen poblaciones que son grandes consumidoras de leche y productos lácteos, por ejemplo EEUU o el Reino Unido, que tienen altas tasas de osteoporosis.

Si estás interesado en cómo la dieta y el estilo de vida puede ayudarte a combatir la osteoporosis recurre a un consultor macrobiótico para asesorarte, pues en muchos casos es necesario un ajuste personalizado según la condición particular en que nos encontremos.

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Menos carne y más vida con macrobiótica

Alimentos ricos en metionina, ausentes en macrobiótica
Productos de origen animal, presentes en poca cantidad en una dieta macrobiótica mediterránea

En la reposición de un documental en la 2 de Rtve encontré la inspiración para escribir esta nueva entrada. El reportaje trataba sobre la longevidad. ¿Qué factores pueden hacer que vivamos más o menos tiempo? La dieta era uno de los principales. Como consultor macrobiótico el tema me resultaba muy atractivo, así que seguí viéndolo.

Me llamó mucho la atención uno de los investigadores entrevistados. Se llamaba Gustavo Barja de Quiroga, y era profesor de la facultad de biología de la Universidad Complutense de Madrid. Gustavo argumentaba que había estudiado durante años los antioxidantes como la solución para prevenir el envejecimiento, pero que tras décadas de estudio se había dado cuenta que la clave no radicaba en ellos sino en los radicales libres. Cómo prevenir la aparición de los radicales libres, y no como frenarlos una vez hayan aparecido; esa era la clave. Sería similar a lo que hemos escrito en pasadas entradas acerca del calcio y la osteoporosis: Dónde está el calcio en macrobiótica. No se trata de cuanto calcio tomar, sino de qué factores nos hacen perderlo.

Por lo tanto, este biólogo de la Complutense, centra actualmente sus estudios en la aparición y actividad de los radicales libres.

¿Qué son los radicales libres?

Los radicales libres son átomos o grupos de átomos que tienen un electrón sin pareja. Ese átomo o molécula recorre el organismo en busca de una pareja para su electrón suelto. Cuando encuentra otra molécula estable, le roba un electrón para alcanzar su propia estabilidad electroquímica, pero de este modo desestabiliza a la molécula a la que le ha robado el electrón. De este modo, se produce una reacción en cadena que destruye nuestras células. Estas reacciones se previenen mediante sustancias antioxidantes, como por ejemplo: el beta-caroteno, la vitamina E, la vitamina C o los flavonoides.

La actividad de los radicales libres sucede incluso en un cuerpo sano, pues el cuerpo los produce para luchar contra virus y bacterias, pero el problema llega cuando estos se producen en grandes cantidades y durante muchos años, en cuyo caso la acción de las sustancias antioxidantes no sería suficiente para frenarlos.

¿Qué factores aumentan la producción de radicales libres?

El profesor Gustavo Barja, destaca el papel del consumo excesivo de carne y en concreto de uno de sus componentes, el aminoácido metionina. Según Gustavo, la metionina podría estar contribuyendo a una producción excesiva de radicales libres. Se ha demostrado que la restricción de metionina incrementa la longevidad en ratas.

Pero, si la metionina es una aminoácido esencial ¿por qué su restricción favorece la longevidad?

Mendoza García (2010), escribe en la revista Encuentros en la biología (vol.3; nº131), editada por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga, que una restricción moderada en el consumo de metionina nos reportaría efectos beneficiosos, ya que conllevaría una reducción de la producción de radicales libres en todos los órganos (hígado, riñones, cerebro, etc.). Por otro lado, una restricción drástica conllevaría descenso de peso y otras consecuencias negativas. Destaca que una dieta vegetariana o vegana, las cuales comparten muchas características con una dieta macrobiótica,  reportaría cantidades suficientes de metionina. A continuación se muestra el contenido de metionina de diferentes alimentos (mg/100g alimento crudo):

  • Carne de cerdo 321
  • Carne de pollo 800
  • Salmón 469
  • Leche vaca 86; frente a 19 de la leche humana
  • Huevos 416
  • Trigo 196
  • Lentejas 194
  • Acelgas 8, brócoli 61, coliflor 44
  • Manzana 3, melón 6, uva 23
  • Almendra 518, semillas de calabaza 617, pistachos 367

El autor sugiere una dieta vegana para el consumo de unos niveles óptimos de metionina, aunque existan alimentos como los frutos secos o alguna fruta en particular como la sandía (648 mg) que tienen niveles altos de metionina, estos se consumen en poca cantidad o de forma temporal.

La macrobiótica tradicional dice: “La carne es demasiado yang, ve al centro, consume cereales”. Es una hipótesis simple, que no por ello menos verdadera que otras más complicadas, pero en una sociedad como la actual requerimos más explicaciones, pues la tecnología y nuestra capacidad de indagación así lo permiten. Esto es lo que sucede en el tema de la carne. Al recomendar un descenso en su consumo puede que te pregunten:

“¿Por qué tengo que comer menos carne?”

En mi opinión, la mejor respuesta viene de argumentos de la macrobiótica tradicional, más argumentos científicos (como el de la metionina), más la recomendación de observar la propia experiencia al reducir su consumo. De este modo, uno tiene más probabilidades de acercarse a la verdad.

 

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Macrobiótica para reducir la obesidad infantil

Obesidad infantil y macrobiotica
La macrobiótica constituye una importante herramienta para la prevención de la obesidad infantil

Este miércoles la fundación Thao, que promueve los hábitos saludables en los colegios de varios municipios españoles, publicó en Barcelona los datos de un estudio acerca de la obesidad infantil. Los medios de comunicación se han eco de esta noticia durante este fin de semana, y hemos podido leer y/o escuchar titulares como estos:

La obesidad española ya se parece a la de EEUU

Obesidad infantil, un problema que no cesa

Un niño de cada tres sufre obesidad infantil

El estudio contaba con una muestra de 38.008 niños, de entre 3 y 12 años, de los cuales el 23,5% sufren obesidad. El estudio también nos informa sobre algunos hábitos de vida, entre los que destaca el alto sedentarismo. El 24% de los niños pasa hasta 2 horas al día viendo la televisión y jugando al ordenador. A pesar de que por zona de residencia nos corresponde una dieta mediterránea, los autores del estudio comentan que esta apenas se sigue, ya que el 75% de los niños sólo toma una pieza de fruta al día, y sólo el 62% toma verduras frescas o cocinadas una vez al día.

No sólo la obesidad infantil representa un problema por sí misma, sino que está relacionada con la aparición en edades adultas de  problemas óseos y musculares, diabetes e hipertensión.

¿Qué nos puede aportar la macrobiótica para reducir la obesidad infantil?

Los conocimientos que engloba la macrobiótica, constituyen una guía que nos ayuda a transformar nuestra vida en una más saludable, lo que incluye un peso ideal. Desde pequeños, nuestros hijos pueden acostumbrarse a una dieta sana, más equilibrada, sin exceso de aditivos químicos ni alimentos procesados. Una dieta que les permita estar lo suficientemente vitales como para poder concebir y hacer realidad sus sueños.

Montse Bradford, experta en alimentación natural y autora de varios libros dedicados a la cocina macrobiótica y a la nutrición infantil, comenta en uno de sus libros que, en la actualidad, los niños están comiendo demasiada azúcar, demasiada sal, muchas grasas saturadas, harinas blancas y refinadas, demasiados aditivos químicos, muchos alimentos procesados y  muy pocas verduras, frutas, cereales integrales, semillas y frutos secos. Continúa con una serie de recomendaciones que a continuación resumimos.

RECOMENDACIONES PARA INTRODUCIR UNA DIETA SANA A LOS NIÑOS

  1. Reducir el consumo de bebidas con azúcar, como por ejemplo: zumos comerciales, refrescos, infusiones u otras bebidas que preparamos en casa, etc.
  2. Evitar añadir azúcar a las recetas que vayamos a elaborar. Podemos encontrar recetas alternativas, disminuir la cantidad de azúcar indicada en las instrucciones, o sustituirla por otros edulcorantes como el sirope de arroz o pasas.
  3. Reducir el consumo de los alimentos procesados: comida precocinada, enlatada, dulces y snacks.
  4. Utilizar cada vez más productos elaborados con harinas integrales, como por ejemplo: pan integral, pasta de pizza integral, galletas integrales, etc.
  5. Evitar flanes, mousses, natillas y cremas empaquetadas, ya que llevan muchos aditivos y azúcar.
  6. Aumenta el consumo de alimentos frescos y naturales, de la estación en la que estés en ese momento.
Recomendaciones de macrobiótica para la obesidad infantil
Una dieta macrobiótica se extrañará durante las primeras semanas

Con estas recomendaciones uno puede empezar a modificar la dieta de los niños de forma progresiva. Hay que tener en cuenta que al principio existirá una tendencia a rechazar los platos nuevos. Existe un fenómeno denominado “la paradoja del omnívoro” que consiste en tener miedo a los alimentos nuevos.

¿Cómo evitar que los niños tengan miedo a los alimentos nuevos?

En primer lugar, yo no tendría prisa en que los niños cambiasen la alimentación, pues su comida son ellos, y rechazarla sería rechazarles a ellos, o al menos, ellos lo sentirían así. Podemos empezar presentado la comida nueva de forma frecuente, pero sin insistirles mucho si no quieren. Al cabo de unas semanas les resultará familiar y lo familiar empieza a gustar.

Hemos de evitar etiquetar los nuevos alimentos. No hemos de llamarles alimentos sanos, ni comida macrobiótica, ni alimentos integrales,… de la misma manera que no llamamos de ninguna forma a la dieta que tomamos habitualmente. Si utilizásemos etiquetas los niños verían lo etiquetado como algo ajeno, y lo ajeno no gusta.

El ver como otras personas comen con ganas alimentos nuevos, aumenta la probabilidad de que se prueben y gusten esos alimentos. Esto funciona especialmente si son otros niños los que comen los alimentos nuevos.

Otra forma de aumentar el gusto por los alimentos nuevos es reforzar su consumo. Podemos decirles: “Mamá va estar muy contenta si te comes la verdura” o “Si te comes la verdura tendrás mucha energía”. Para reforzar es importante no dejar en mal lugar a la nueva comida, hay que evitar frases como esta: “Si te tomas las verduras, podrás jugar al fútbol”.

Todas estas recomendaciones nos ayudarán a presentar alimentos nuevos a nuestros hijos, de forma que no experimenten ninguna ruptura traumática con sus antiguos hábitos. A medida que vayan notando los efectos positivos de una alimentación sana, el propio cuerpo desarrollará  una atracción natural por la comida que hace unos meses era “muy rara”.

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Estreñimiento según la macrobiótica

estrenimiento en macrobiótica
Entendiendo el estreñimiento según la macrobiótica, nos puede aportar soluciones

Para entender el mundo recurrimos a teorías. Las teorías son herramientas, mapas de un territorio que en ocasiones queremos cambiar. Una de esas ocasiones se da cuando padecemos estreñimiento. La realidad es “no entro al aseo”. ¿Cómo cambio esa realidad? Es entonces cuando buscamos diferentes teorías y examinamos lo que nos recomienda hacer cada una.

Este blog trata sobre la teoría macrobiótica; no quiere decir que sea la única válida, ni que vaya a funcionar en todos los casos. Hay que probar, y a partir de ahí que sea nuestra experiencia la que nos guíe.

El estreñimiento,  podemos definirlo como la ausencia de movimiento intestinal, que provoca una defecación poco frecuente, o bien, una defecación frecuente pero con mucho esfuerzo. Las heces suelen ser escasas, duras y pequeñas, parecidas a las de un conejo. Lo normal, según la medicina convencional, es ir al baño de 2 veces al día a 3veces a la semana.    El estreñimiento conllevaría menos frecuencia. Las sensaciones y síntomas que provoca son, entre otras, hinchazón, dolor abdominal, dolor de cabeza, fatiga, falta de concentración… y en ocasiones trae consigo otras alteraciones como diverticulitis y hemorroides. Las causas con que se relaciona son:

  • Consumo excesivo de carne
  • Consumo excesivo de alimentos procesados y/o secos
  • Falta de ejercicio físico
  • Falta de líquido
  • Consumo excesivo de líquidos con las comidas
  • Comer en exceso
  • Comer tarde, por la noche

La teoría macrobiótica utiliza dos polaridades para entender la realidad. En todo fenómeno existen dos polaridades, el yin y el yang, lo expansivo y lo contractivo. A partir de aquí, y sin querer profundizar mucho en lo filosófico, veamos como se entiende el estreñimiento según la macrobiótica.

Existen dos tipos de estreñimiento:

ESTREÑIMIENTO YIN-EXPANSIVO

En este tipo encontramos unos intestinos débiles y sueltos o flojos. Mediante el diagnóstico facial, en ocasiones, podemos detectarlo en un labio inferior expandido. A nivel dietético las causas serían la falta cereales en grano, legumbres, verduras frescas y algas, o bien, el consumo excesivo de azúcar refinada, harinas blancas, dulces, aceites y otros productos con grasa.

ESTREÑIMIENTO YANG-CONTRACTIVO

En el estreñimiento yang los intestinos están atascados, bloqueados y son duros. Mediante el diagnóstico facial vemos un labio inferior contraído y fino. En lo que respecta a la dieta, se puede deber al consumo excesivo de productos animales, comida horneada y sal

Para cada uno de estos tipos de estreñimiento existen unas recomendaciones particulares para la dieta y el estilo de vida que, un consultor macrobiótico, personaliza según la condición concreta de cada persona. Aquí vamos a dejar una serie de recomendaciones que podrían aplicarse en ambos casos:

  1. Los cereales integrales en grano deben de forman parte del plato principal de la comida y la cena
  2. Reduce los productos elaborados con harina, tipo bollería, cocas saladas, pan, cereales industriales, etc.
  3. Toma pasta sólo unas pocas veces a la semana
  4. Elimina de tu dieta el azúcar refinado
  5. Reduce el consume de aceite crudo
  6. Toma hojas verdes cada día: acelgas, las hojas de las zanahorias, las hojas de los rábanos, etc.
  7. Toma verduras de raíz como la zanahoria o la chirivía cada día
  8. Mastica bien
  9. Evita las comidas cuantiosas 2-3 horas antes de acostarte

A parte de estas recomendaciones también existe la posibilidad de utilizar un remedio macrobiótico, que podemos definir como un alimento preparado con la intención de curar un aspecto en concreto de nuestra condición. Este tipo de remedio es más eficaz cuando seguimos una dieta natural, pues el cuerpo responde más fácilmente a los efectos que estos preparados provocan. Uno de estos remedios para el estreñimiento sería el consumo de brotes de soja, con tallos incluidos. Una pequeña ración cada día durante 3-5 días sería suficiente.

La macrobiótica nos ofrece una forma de mirar a diversos trastornos que, en muchos casos, ha resultado eficaz. Si te atrae esta forma de ver el mundo, prueba sus recomendaciones y experimenta por ti mismo.

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