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Hamburguesa biónica, la anti-macrobiótica

En el escaparate de un kiosko cercano a casa me encontré con el siguiente titular:

BUENA PARTE DE LAS “ENFERMEDADES” LAS PROVOCAN LOS ALIMENTOS INDUSTRIALES

El titular pertenecía al número de septiembre de la revista Discovery Salud. El titular cumplió su función, me enganchó y no tuve más remedio que comprarme un ejemplar.

dsalud y tema de macrobiótica
Titular de la revista Discovery Salud, muy en la línea de la macrobiótica

Era la primera vez que compraba esta revista. Me sorprendió por su estilo directo y su claridad a la hora de aconsejar a su público. Nada de diplomacias. Para que veáis un ejemplo de los temas que trata, aquí os enseño los titulares del sumario:

  • Buena parte de la “enfermedades” las provocan los alimentos industriales
  • El tratamiento del cáncer con antineoplastones del Dr. Burzynski
  • ¡La radioactividad puede eliminarse con microorganismos!
  • Psiquiatras: policías del pensamiento
  • ¿Ayuda el MMS a recuperar niños autistas?
  • Probióticos orientales: la salsa de soja, el natto, el miso y el tempeh [bien conocidos en la cocina macrobiótica]

En este número la revista dedica 10 páginas al tema de las enfermedades y los alimentos industriales. Citan el caso de la hamburguesa biónica. ¿Eso qué es? Me dije yo. Aquí os cuelgo un vídeo explicandolo (está en inglés pero poniendo “hamburguesa biónica” en Youtube podéis encontrarlo con subtítulos en español) .

Increíble, ¿no?

Lo que comemos nos afecta a todos los niveles, podría ser el resumen del artículo de D-Salud. A nivel físico no hay más que ver el famoso documental de Morgan Spurlock, periodista y director de cine que hace varios años produjo el documental Super Size Me, en que mostraba un experimento personal: Estuvo durante 1 mes comiendo únicamente en McDonald’s. Tuvo que abandonar antes de tiempo debido a las consecuencias sobre su salud.

A nivel psicológico, hace unos meses la revista Integral (nº389) publicaba una noticia en la que se citaban los resultados de una investigación de cientítficos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la Universidad de Navarra en los que se llegaba a esta conclusión: Las personas que consumen comida basura tienen un 40% más riesgo de sufrir depresión.

En macrobiótica decimos muchas veces que la clave está en lo que se quita y lo que se añade. En este caso ¿qué encontramos en una hamburguesa biónica? ¿Que falta en una hamburguesa biónica? Utilizamos la hamburguesa como símbolo de la comida rápida o comida basura. Encontramos una inmensa cantidad de productos químicos que ayudan a conservarla y darle un sabor adictivo, como muestra la parte final del vídeo. Y faltan los nutrientes que sí estarían en un alimento natural.

Próximos al final del artículo, su autor cita el libro de M. Pollan, “El detective en el supermercado” y su argumento acerca del origen de la obesidad:

Cuando nuestro cuerpo necesita nutrientes manda un aviso a nuestro cerebro para que éste ponga en funcionamiento la sensación de hambre. Ahora bien, si lo que comemos para saciarla son simples calorías sin nutrientes el cerebro no se dará por satisfecho puesto que lo que necesitaba no le ha llegado y volverá entonces a enviar un nuevo mensaje de hambre. Y volveremos a comer. El resultado es la obesidad y la malnutrición, lo que provoca la aparición de otras alteraciones como diabetes, accidentes cardiovasculares, osteoporosis, anemia, etc.

Todos estos datos nos hacen pensar en la macrobiótica como el polo opuesto. La macrobiótica moderna lejos de ser una disciplina venida de Japón, con infinidad de productos asiáticos, es una forma de alimentarse que respecta tanto nuestra cultura de origen, en este caso la mediterránea, como nuestra naturaleza como seres humanos, cuyo aparato digestivo está diseñado para unos alimentos concretos. Si quieres volver a conectar con el planeta a a través de la alimentación y el estilo de vida no dudes en requerir los servicios de un consultor macrobiótico.

 

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Macrobiótica para el dolor de cabeza

dolor de cabeza y macrobiótica
Alimentos que pueden iniciar un dolor de cabeza. La macrobiótica pone remedios

Recuerdo que de pequeño me dolía frecuentemente la cabeza. Tardé un tiempo en darme cuenta de que sucedía especialmente después de comer. No tardé mucho en dejar de tomarme aspirinas y otros analgésicos, ya que no me hacían nada. Cuando el dolor era grande cambiaba la forma de relacionarme con el mundo.

Mis padres me llevaron a varios médicos pero nada tuvo efecto. Años más tarde la aplicación de una teoría mucho más simple que las utilizadas por la medicina, facilitó el cambio de la realidad. En macrobiótica se clasifica los alimentos en yin y yang. Los alimentos yin son los que producen expansión (azúcar, miel, frutas) y los alimentos yan los que producen contracción (sal, carne, huevos). Los dolores de cabeza que padecía estaban localizados en la parte posterior de la cabeza y tenía la sensación de que algo me apretaba. Según la teoría macrobiótica este tipo de dolor estaba producido por un consumo excesivo de alimentos yang. Lo comprobé de inmediato: la reducción de alimentos yang reducían la aparición de los dolores de cabeza que me habían acompañado desde pequeño.

Demasiada carne, huevos, queso, sal… era la causa del dolor de cabeza. Ningún médico supo decírmelo porque no figuraba en el conjunto de teorías que usaban en su práctica profesional. No quiero decir que la teoría macrobiótica sea mejor que otras, sino que en ocasiones puede funcionar mejor que otras, y ya que es una teoría más sencilla y más ecológica, por qué no probar y ver si en nuestro caso funciona. No perdemos nada.

Como solución para un dolor de cabeza en general, producido tanto por causas yin como yang, Michio Kushi y Alex Jack  dan las siguientes recomendaciones:

  1. Toma cereales integrales en cada comida, pero evita el trigo de sarraceno y los productos horneados ya que son muy yang
  2. Puedes tomar sopa de miso todos los días, pero añade poco miso
  3. Toma cada día verduras variadas, evitando patatas, tomates y otras de origen tropical. Evita las verduras crudas
  4. Evita cocinar con mucho aceite
  5. Reduce el consumo de fruta. Si te apetece mucho puedes tomarla cocinada, seca o bien cruda con una pizca de sal
  6. Evita los frutos secos, aunque las semillas de sésamo y de calabaza puedes tomarlas
  7. Evita la comida animal, a excepción de pescado blanco, que puedes tomar una vez a la semana
  8. En cuanto a las bebidas, evita las estimulantes como té, café, alcohol, refrescos con cafeína, etc.
  9. No tomes nada a media noche o justo antes de acostarte
  10. Mastica bien, es muy importante. Intenta hacerlo 50 veces cada bocado.

Como remedio macrobiótico cuando se padece un dolor de cabeza como consecuencia de un consumo excesivo de alimentos yang, podemos tomar un vaso de zumo de manzana templado, o bien una bebida preparada con kuzu y zumo de manzana. Puedes prepararla de este modo:

Ingredientes:

  • 1 vaso de zumo de manzana
  • 1 cucharadita de kuzu
  • Dos cucharadas de agua

Elaboración:

(1) Pon a calentar el zumo de manzana; (2) Disuelve el kuzu con el agua; (3) Cuando el zumo de manzana esté a punto de hervir, añade el kuzu disuelto y mueve hasta que el zumo empiece a espesar; (4) Apaga el fuego y toma caliente

Para finalizar este post me gustaría resaltar que Michio Kushi y Alex Jack citan en su libro “The Macrobiotic Path to Total Health” un estudio español en el que se señala el consumo de ciertos alimentos como el desencadenante de migrañas. Estos son los alimentos: chocolate, queso, cítricos, plátanos, frutos secos, carne curada, lácteos, perritos calientes, pizza, aditivos, estimulantes refrescos y alcohol. El estudio estuvo realizado por  R.Leira y R.Rodríguez, se titulaba “Diet and Migraine” y aparecía en la revista Revue Neurol 24 (129):534-38, 1996.

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Estrategias para aumentar la salud con macrobiótica

dieta macrobiótica y salud
Una alimentación macrobiótica nos ayuda a recuperar la salud

¿Qué comer cuando uno padece una alteración de la salud? En muchos casos dependerá del tipo de enfermedad. Por ejemplo, si alguien padece diabetes entonces se evitarán los dulces, los productos refinados… y se aumentará el consumo de productos integrales, frutas y verduras. En otros casos la enfermedad que padecemos no recomienda un régimen alimenticio particular. ¿Qué comer en esos casos? Esa es la pregunta a la que intenta responder esta entrada.

En la entrada “Una dieta macrobiótica para superar la enfermedad” describíamos los tantos por cien recomendados de cada tipo de alimento (cereales, verduras, legumbres, etc.) para diseñar una dieta macrobiótica cuyo objetivo fuese el superar una enfermedad. Aquí seremos más específicos, dando una serie de recomendaciones. Para ello nos dejamos aconsejar por Verne Varona, consultor macrobiótico de reconocido prestigio internacional.

  1. Consume cereal en grano, al menos 2 veces al día. En la macrobiótica tradicional el cereal más usado es el arroz integral. Puedes utilizarlo como cereal más frecuente y combinarlo o alternarlo con otros cereales como el mijo o la cebada. Para ver recetas con estos cereales puedes visitar las entradas Recetas macrobióticas con cereales (1), Recetas macrobióticas con cereales (2), Recetas macrobióticas con cereales (3)
  2. Toma verdura preparada con diferentes estilos: al vapor, en sopa, salteada en aceite o en agua o cruda. Incluye sobre todo las verduras dulces como cebollas, zanahorias, calabaza, col, maiz, etc. Estas verduras ayudará a reducir los deseos de dulce y relaja en caso de nervios.
  3. Usa de 1 a 2 cucharadias de aceite diariamente. Recordar que esta cantidad es para dietas destinadas a la recuperación de una enfermedad o estado de salud delicado. Si se goza de buena salud las cantidades aumentan. Puedes utilizar el aceite en ensaldas o para saltear cereales, verduras o legumbres. El aceite de oliva virgen extra o el aceite de sésamo pueden ser una buena opción.
  4. Consume una fuente concentrada en proteínas como legumbres o productos derivados de las mismas (tofu, tempeh). En verano una fórmula que funciona son las legumbres en ensalada. Se pueden utilizar para preparar patés o bien añadir una pequeña cantidad en sopas.
  5. Prueba las algas. Para la mayoría de la gente las algas son algo nuevo que la macrobiótica está introduciendo en nuestra sociedad, atrévete a experimentar con ellas o simplemente añade una pequeña cantidad (del tamaño de un sello) cuando vayas a cocer tus cereales o legumbres, así aportará minerales al agua de cocción.
  6. Procura que los platos sean variados en cuanto a sabores y métodos de preparación. La cocina debe serguir siendo divertida a pesar de estar delicados de salud.
  7. Sigue utilizando la sal, pero no la refinada sino la sal sin refinar que aporta una cantidad importante de minerales que ayuda a alcalinizar los alimentos.
  8. Come de cuatro a seis veces al día, así reducirás las probabilidades de comer demasiado. Eso sí,  no te hinches las cuatro/seis veces que te sientes a comer, sino toma pequeñas cantidades. De este modo también se reducen las ganas de tomar dulce.
  9. Disfruta de un té, infusión o café de cereales después de cada comida, así mejorará tu digestión y el cuerpo aprenderá que ha llegado el final de la comida.
  10. Come una pequeña cantidad de alimentos fermentados cada día. Los alimentos fermentados como el chucrut o los encurtidos (pickles) mejoran la actividad de las bacterias intestinales encargadas de digerir los alimentos. El miso es otro alimento que cumple la misma función. Puedes utilizarlo en la elaboración de sopas. Para ver recetas de sopas con miso ir a las entradas Recetas con sopas macrobióticas (1)Recetas con sopas macrobióticas (2)

Con estos diez puntos nos queda más claro qué hacer en la cocina cuando nuestra salud flaquea. En caso de necesitar instrucciones más específicas ya recurriríamos a los servicios de un consultor macrobiótico.

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Macrobiótica sin aspartamo

Macrobiótica sin aspartamo y otros edulcorantes
Aprende los peligros de los edulcorantes artificiales y las alternativas que te ofrece la macrobiótica

Desde este blog hemos mencionado en varias ocasiones los inconveninentes de tomar azúcar y porqué hemos de evitarla para llevar una alimentación macrobiótica (ver la entrada: Por qué no azúcar en macrobiótica). En esta ocasión nos gustaría resaltar los peligros de una dieta con productos “sin azúcar” que contienen aspartamo como sustituto. Para ello utilizaremos el libro de Jean-Luc Darrigol titulado “El aspartamo y otros edulcorantes“.

El libro es un texto breve y que va al grano acerca de los peligros que representan los edulcorantes artificiales, especialmente el aspartamo. El propósito del libro, como el autor escribe en la introducción, es informar sobre los numerosos motivos que nos recomiendan leer cuidadosamente las etiquetas de lo que comemos y abstenerse de consumir productos edulcorados, ya que sus perjuicios sobre la salud son innumerables. Del aspartamo se han identificado 92 efectos perjudiciales. Estos son algunos ejemplos:

  • Fatiga general
  • Insomnio
  • Depresión
  • Migraña
  • Alteraciones cognitivas
  • Pérdida de memoria
  • Dificultades en el habla
  • Falta de concentración
  • Alteraciones emocionales
  • Irritabilidad
  • Agresividad
  • Cambios de humor repentinos
  • Miedos irracionales

¿QUÉ ES EL ASPARTAMO?

El aspartamo, también conocido como E951, es un edulcorante artificial que al ser digerido da como resultado 3 sustancias: fenilalanina, ácido aspártico y metanol.

(1) La fenilalanina constituye un 50% de la masa de los tres elementos. Es un aminoácido que también está presente en la carne, el pescado la leche, los huevos y otros productos. Es importante para un correcto funcionamiento del sistema nervioso, pero una cantidad excesiva de fenilalanina se vuelve tóxica, llegando a provocar tumores cerebrales.

(2) El ácido aspártico representa un 40% de la masa de los tres elementos. También es un aminoácido y también es importante para el buen funcionamiento del sistema nervioso, ya que facilita la transmisión entre neuronas. Pero un exceso de esta sustancia altera el proceso de transmisión nerviosa, pudiendo llegar a destruir poco a poco las neuronas si el consumo masivo se prolonga.

(3) El metanol representa un 10% . Al ser absorbido se descompone en 3 elementos: (a) Formaldehído: se considera formalmente como cancerígeno; (b) Ácido fórmico: desencadena una acidosis nociva en el organismo; (c) Dióxido de carbono.

¿DÓNDE PODEMOS ENCONTRARLO?

Para responder a esta pregunta decidí realizar una investigación personal. Me adentré en uno de los supermercados cercanos a casa y fui a la busca y captura de productos con aspartamo. He de decir que me esparaba encontrar más. No habían tantos como pesaba, creo que estaba condicionado por la lectura del libro y otras fuentes de información que consulté. “Bueno, la cosa no está tan mal como se pinta” pensé. Aún así es importante saber cuáles son esos productos y evitar su consumo. Ahí va:

productos con aspartamo , no macrobiótica
Fotografías resultado de mi investigación (1ª parte): productos con aspartamo, no recomendables en una alimentación macrobiótica
Fotografías resultado de mi investigación (2ªparte): productos con aspartamo, edulcorante a evitar en una alimentación macrobiótica

ALTERNATIVAS

Para finalizar la entrada me gustaría enumerar algunas alternativas que se nombran en el libro de Jean-Luc Darrigol, “El aspartamo y otros edulcorantes”. Para el autor estas serían las alternativas más saludables:

  • Stevia
  • Inulina
  • Jarabe de arce
  • Miel
  • Fructosa
  • Maná

Desde la macrobiótica tradicional cabe incorporar la melaza de arroz y la melaza de cebada, ambas provienen de la fermentación del arroz y la cebada respectivamente. Otras alternativas a tener en cuenta podrían ser el concentrado de manzana y los frutos secos como orejones y pasas que al triturarlos endulzan la receta que estemos preparando con ellos.

 

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Fibromialgia y alimentación, testimonio de Marta

Ayer fui a visitar a una amiga, y para mi sorpresa me la encuentro tumbada boca abajo y sin apenas moverse. “¿Qué te pasa?” Le pregunté. “Me sentó mal el alioli. Estoy fatal”. Más tarde, cuando ya podía mantener una conversación normal, los dos reconocimos la influencia de lo que comemos en cómo nos sentimos.

¿Y si ese ejemplo con el alioli se trasladase a un grupo de alimentos que hemos tomado desde pequeños, sin la oportunidad de poder comparar con ninguna otra forma de sentirnos? ¡Pensaríamos que somos eso que hemos sentido desde siempre! ¿Y si buscasemos la solución a nuestros males en otras direcciones, simplemente porque no a todo el mundo le sienta igual de mal lo que comemos? Entonces, estaríamos condenados a seguir enfermos y deprimidos, convencidos de que la vida es sólo eso.

Hace dos meses publiqué una entrada –Macrobiótica para la fibromialgia– en la que comentaba el libro titulado “Manual de Fibromialgia. Basado en la recuperación de Marta”, escrito por Vicente Estupiñá y Maribel Ortells, padres de Marta, una niña que con 12 años fue diagnósticada de fibromialgia. Marta sufrió desde pequeña dolores en los pies, en las rodillas, casancio extremo, contracturas musculares, ruturas fibrilares… y otros síntomas que los médicos no lograban contrarrestar. Gracias a la inquietud de sus padres, que se pusieron a investigar por su cuenta, dieron con la pieza clave, el punto crítico que le daba la vuelta a todo el sistema: la alimentación.

Nueve años después Marta nos habla sobre su recuperación. Se trata de un vídeo de pocos minutos, pero suficientes para poder transmitir con fuerza su mensaje. Los médicos le dijeron que no iba a poder llevar una vida normal, y sin embargo, a través de cambios en la alimentación, ahora está haciendo realidad sus sueños.

Para colgar el vídeo en Macrobiótica Mediterránea, le pedimos permiso a Maribel Ortells, que tras la recuperación de Marta se formó en Nutrición y ahora comparte lo aprendido a través de su página web. Pincha en el siguiente enlace para visitarla:

Manual de Fibromialgia

En la página de Maribel podrás encontrar información acerca de la fibromialgia y cómo tratar esta mediante la alimentación. También podéis tener acceso a una serie de boletines que se escriben regularmente y preguntar a Maribel  vuestras dudas.

¿Qué tiene que ver la macrobiótica con la recuperación de Marta?

Para recuperarse Marta cambió de dieta, introduciendo alimentos más naturales y sin procesar como los cereales, las legumbres, las verduras, semillas, algas, etc. Al mismo tiempo evitó los alimentos precocinados, los aditivos, el azúcar, los productos refinados, etc. Todos estos cambios coninciden con la propuesta macrobiótica. Más allá de los nombres y etiquetas hemos de reconocer la verdad que se esconde tras ellas, y llame y como se le llame, una alimentación basada en cereales, verduras y legumbres, trae en la mayoría de los casos consecuencias positivas para la salud.

Lo que nos ocurre una vez puede estar ocurriendo desde siempre, y por ese mismo motivo -está ocurriendo siempre- no nos damos cuenta de que ocurre. No solamente el alioli puede sentarnos mal, pueden ser muchas más cosas. Y puede que esas cosas no den síntomas tan claros como le ocurrió a mi amiga, que tuvo que acostarse. Puede que sean molestias ligeras o aturdimiento o falta de energía. Ser capaz de ver lo que nos rodea es el primer paso para ser libres.

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