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Dieta macrobiótica para ganar peso

Falta de nutrición según la macrobiótica
Las mejillas hundidas de Johnny Deep indican falta de nutrición. Una dieta macrobiótica le ayudaría a ganar peso

Hace una semana publiqué una entrada bajo el título Perder peso con macrobiótica. La entrada despertó bastante interés. Ricarda, una de nuestras lectoras a la que agradezco su participación, nos preguntaba qué había que hacer para ganar peso. La pregunta me pareció que abría un tema que iba a requerir, al menos, otra entrada. Por ese motivo nos encontramos hoy aquí,  hablando de cómo nos puede servir la dieta macrobiótica para ganar peso.

Empecemos por un mensaje que en mi formación en el Insituto Kushi (Becket, Massachussets), uno de nuestros profesores repitió insistentemente:

Cuida tu aporte de proteínas y grasas, la macrobiótica tradicional lo descuida.

Junto a ese mensaje nos advertía que la dieta macrobiótica estándar es una dieta artificial creada para presentársela a la gente de forma simple. Mi profesor de inglés nos dice algo parecido: “El inglés que estudiáis no existe, es algo artificial, pero es lo mejor para aprenderlo”. De esta manera, aprendemos macrobiótica a partir de un modelo estándar, no real, porque las condiciones que nos rodean aconsejaran cambiarlo en una u otra dirección, al igual que ocurre con las expresiones o acentos en la lengua inglesa en función de quién seamos y de donde nos encontremos.

La dieta macrobiótica adecuada para una persona puede coincidir al 95% con las recomendaciones estándar, mientras que la dieta adecuada para otra persona puede coincidir en un 70%, y no por ello ninguna de las dos personas es más o menos macrobiótica que la otra.

Por tanto para aquellas personas que la dieta macrobiótica estándar les induzca a una pérdida importante de peso , recomiendo observar la cantidad de proteínas y grasas que ingieren. Una de las señales que puede indicar falta de estos nutrientes es un hambre voraz. Cuando faltan proteínas y grasas el cuerpo pide más en busca de ellos. Otra señal podría ser digestiojes débiles, ya que las proteinas son necesarias para la síntesis de enzimas digestivos.

Las recomendaciones prácticas podrían traducirse en los siguientes puntos:

  1. Asegúrate de que tomas legumbres de forma regular, 3-4 veces a las semana
  2. Toma pescado 3-4 veces por semana, sobre todo blanco
  3. Ten presente los frutos secos como fuente alta de proteínas y grasas. La leche de almendras podría ir bien para el desayuno
  4. Algún huevo ecológico también es recomendado por autores como Dr. Pérez Calvo-Soler
  5. El germen de trigo es un complemento excelente que podemos añadir a los desayunos en forma de cremas o cereales
  6. Daniel Mayor, co-director de la escuela de macrobiótica ESMACA, nos comenta que para ganar peso hay que tomar alimentos yin de buena calidad: cuscús, tofu, tempeh y seitán, además de una alimentación equilibrada en los demás aspectos
  7. Montse Bradford tiene un libro excelente repleto de recetas macrobióticas con proteínas vegetales. Su título es “El libro de las proteínas vegetales”
  8. Toma de 2 a 3 cucharadas de un aceite de buena calidad: aceite de oliva, de lino, de sésamo, etc.
  9. Cuida los momentos en que comes, incluyendo antes y después, tratando de que sean espacios tranquilos
  10. Mastica muy bien, ello facilitará la absorción de los nutrientes

¿Como sé si mi delgadez es señal de un desequilibrio interno?

Para saberlo podemos utilizar varios criterios. En psicología también se hace así para saber si alguien tiene un trastorno. Los criterios para juzgar nuestro bajo peso podrían ser:

  1. El juicio de los demás. En psicología se sabe que uno de los criterios más infalibles que existe para detectar la presencia de un trastorno psicológico es la discriminación del grupo. Un niño que es desplazado por sus compañeros en la escuela tiene altas probabilidades de tener un trastorno mental o rasgo que lo hace diferente. Parece ser que la especie, como grupo, tiene mecanismos que nos hacen detectar lo anormal. Si vas por la calle y al encontrarte con conocidos no paran de decirte lo delgado que estás y el mal aspecto que tienes, puedes empezar a sospechar que algo pasa.
  2. El criterio subjetivo. Las sensaciones que tú tengas también juegan un papel fundamental. Si te sientes fatigado, sin ganas de reuniones sociales, actividades al aire libre o falta de lucidez, puede que el bajo peso también indique la existencia de una debilidad que ha de corregirse. Puedes comparar como te sientes con otros momentos en los que tenías más peso.
  3. Las respuestas que observo al aplicar algunos cambios. Si tras cambiar tus hábitos alimentarios (más proteínas y grasas, más cantidad de comida, alimentos de más calidad) observas mejoras tanto en el aspecto físico como en tus sensaciones, esas mejoras te están diciendo algo.
  4. Michio Kushi, que ha enseñado e inspirado a miles de profesores de macrobiótica, en su libro “Your Body Never Lies” nos señala que unas mejillas hundidas, como vemos en la fotografía de Johnny Deep, significan falta de una nutrición equilibrada, en especial falta de proteínas y grasas.

Con esta entrada he intentado responder a la pregunta de una de nuestras lectoras. A ella le digo: “Gracias Ricarda por participar en el blog mediante tus comentarios y preguntas. Espero que la información que aquí encuentras te haya sido de utilidad. No dudes en contactar conmigo si tienes alguna duda”.

El peso es un indicador que nos puede servir en determinados momentos para juzgar nuestro estado de equilibrio. Podemos utilizarlo junto con otros indicadores para corregir el rumbo de nuestro organismo, al igual que hace un piloto con su avión.

 

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Dieta macrobiótica para la osteoporosis

Dieta macrobiótica para osteoposoris
Con una dieta macrobiótica aumentamos el aporte de calcio y minimizamos sus pérdidas, lo que contribuye a la mejora de la osteoporosis

Las enfermedades pueden estar causas por diversos motivos. Argumentar que con una dieta se va a solucionar un problema lleva implicito el conocimiento de la causa: una dieta deficiente. Desde aquí no queremos caer en ese error, pero sí sugerir qué cambios en la dieta puede contibuir a aumentar las probabilidades de que la salud mejore. Con lo que sabemos hacemos lo mejor que podemos.

El número de abril de la revista integral publicaba un artículo sobre la osteoporosis. En él se describía esta enfermedad y se sugerían unas recomendaciones dietéticas. En este sentido, la dieta macrobiótica para la osteoporosis, puede suponer una gran ayuda. A continuación os resumo varias de estas recomendaciones:

  1. Reducir el consumo excesivo de proteínas. El cuerpo humano para poder asimilar las proteínas tiene que hacer uso del calcio. Cuando la dieta no aporta el suficiente calcio para esta tarea, tiene que recurrir a sus almacenes que están ubicados en los huesos. El 99% del calcio del cuerpo está en los huesos. Una vez usado, el calcio se elimina por la orina.
  2. Consumo excesivo de fósforo. El fósforo dificulta la absorción de calcio. De hecho en una comparativa entre la leche de vaca y la leche humana, nos daremos cuenta que la proporción calcio-fósforo es menor en la leche de vaca (menos calcio por la misma cantidad de fósforo). Leche humana 2,35 partes de calcio por 1 de fósforo. Leche de vaca 1,27 partes de calcio por 1 de fósforo. El fósforo está presente en las proteínas de la carne, pero también en muchos de los refrescos.
  3. Exceso de sal. Berdonces, el autor del artículo, comenta que no hay una acuerdo claro en los efectos que tiene el consumo exceivo de sal en la incidencia de la osteoporosis, pero sí que se ha observado en una parte de la población responde a un aumento de sal en la dieta con un aumento de excreción urinaria de calcio.
  4. Azúcar. El azúcar es un alimento, casi artificial, dado su alto grado de refinamiento. Veáse la entrada Por qué NO-azúcar en macrobiótica. El organismo necesita altas dosis de minerales para poder metabolizar el azúcar, minerales que extrae de las reservas de los huesos. Una cosa más, el consumo de azúcar también aumenta la secrección de cortisol, hormona del estrés, cuya presencia está relacionada con un aumento de pérdida de calcio por la orina.
  5. Harinas refinadas. En este caso, estamos en la misma situación que con el azúcar. El consumo de un producto refinado obliga al cuerpo humano a utilizar minerales almacenados para poder metabolizarlo. Además, no sólo se usan las reservas de minerales sino que se deja de consumirlos, ya que esos mismo productos refinados (por ejemplo, los cereales) contiene minerales en su versión integral.
  6. Cafeína. El consumo de cafeína, que podemos encontrar en cafés, bebidas de cola, chocolate, mate, etc., potencia la eliminación de calcio a través de la orina en un 50-70%.
  7. Alcohol. La relación entre osteoporosis y alcohol aún no está clara, pero se sospecha ya que la incidencia de la osteoporosis aumenta en la población masculina alcohólica, siendo rara esta enfermedad en hombres.

Hasta aquí, y en cuanto a la dieta se refiere, hemos cubierto aquellos alimentos que restan salud. Ahora vamos a complementar la información que nos facilita el Dr. Josep Lluis Berdonces en la revista Integral, con aquellos alimentos que suman salud en el caso de tener deficiencias de calcio en el organismo. Tendríamos que asegurar la presencia en nuestra dieta macrobiótica de los siguiente alimentos:

  1. Productos naturales, sin procesar y sin aditivos artificiales que puedan requerir la participación de nuestra reserva de minerales
  2. Aceites de buena calidad, ya que ayudan a la absorción del calcio
  3. Algas de tipos variados, ya que tienen un alto contenido en calcio. Por ejemplo, el alga hijiki tiene hasta 10 veces más calcio que la leche de vaca. Se puede ver el contenido de calcio de varios alimentos en la entrada Dónde está el calcio en macrobiótica
  4. Verduras de hoja verde. El perejil , las acelgas o la col rizada son algunos de los ejemplos
  5. Frutos secos y semillas como las almendras, las avellanas, los pistachos o las semillas de sésamo también son ricos en calcio
  6. Ejercicio físico. aunque no se trate de un alimento, el ejercicio físico juega un importante papel en la absorción del calcio. Después de 30 minutos de paseos, o unos minutos nadando, el cuerpo está más dispuesto a absorber y almacenar calcio

A pesar de tener presente la necesidad de tomar alimentos con calcio, parece que es más importante evitar perderlo. Existen poblaciones que ingieren muy poca cantidad de calcio (también poca cantidad de proteínas de origen animal), que apenas conocen la osteoporosis. Mientras que existen poblaciones que son grandes consumidoras de leche y productos lácteos, por ejemplo EEUU o el Reino Unido, que tienen altas tasas de osteoporosis.

Si estás interesado en cómo la dieta y el estilo de vida puede ayudarte a combatir la osteoporosis recurre a un consultor macrobiótico para asesorarte, pues en muchos casos es necesario un ajuste personalizado según la condición particular en que nos encontremos.

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La dieta macrobiótica no es una dieta

dieta macrobiótica para adelgazar
El objetivo de la dieta macrobiótica no es  adelgazar, aunque podemos perder kilos

Si buscamos en el diccionario el término “dieta” encontramos la siguiente definición:

Dieta

(del latín diaeta, régimen de vida)

  1. Conjunto de sustancias que normalmente se ingieren como alimento
  2. Régimen que se manda observar a los enfermos o convalecientes en el comer y beber, y por extensión, esta comida y bebida
  3.  Privación completa de comer

Estas tres acepciones pueden causar malentendidos cuando hablamos de dieta macrobiótica. La mayoría de las veces, cuando se habla de dieta macrobiótica hacemos referencia a la primera acepción:

Dieta macrobiótica = conjunto de sustancias que normalmente se ingieren como alimento

Cuando existe algún desequilibrio importante en la persona, en ocasiones se usan los alimentos con la finalidad de restablecerlo lo más rápidamente posible. En estos casos se preparan lo que en macrobiótica llamamos un remedio macrobiótico, que consiste en un plato preparado especificamente para recuperarse de una determinada condición (sin tener en cuenta factores culinarios). En ese caso sí que podemos considerar que

Dieta macrobiótica = régimen que se manda observar a los enfermos o convalecientes en el comer y beber

La tercera acepción, podría considerarse correcta sólo en el caso de que, para recuperarse de un desequilibrio (p.ej. estás con angustia por algo que comiste en mal estado), lo más adecuado fuese el ayuno. Si nuestro cuerpo está desequilibrado, y necesita un período de ayuno, podemos considerar que

Dieta macrobiótica = privación completa de alimentos

Encontramos pues, que la dieta macrobiótica puede significar tres cosas diferentes. El usar una misma palabra puede tender a confusión, más aún si consideramos que la palabra “dieta” ha sido y está siendo sobreutilizada para referirse a un conjunto de estrategias en el comer y beber para alcanzar el objetivo de perder peso. Esto me lleva a tener que matizar en muchas ocasiones el significado de “dieta macrobiótica” diferenciando esta de cualquier otro tipo de dieta cuyo objetivo es adelgazar.

Por tanto, coloquialmente, podríamos decir que la dieta macrobiótica no es una dieta, pues  su objetivo no es perder peso. La pérdida de peso se puede producir como consecuencia de la consecución de más equilibrio en nuestra vida. La dieta macrobiótica es un instrumento para conseguir más armonía con nuestro entorno, de forma que este empieza entonces a trabajar a nuestro favor. Al mismo tiempo, es un fin en sí mismo porque el cuerpo reconoce que es lo que le toca comer, es el alimento para el cual está diseñado, es la felicidad del martillo siendo usado para lo que fue creado.

Me gustaría acabar esta entrada con unas palabras de John Kozinski, consultor macrobiótico del Kushi Institute (Becket, USA), al que en una entrevista le preguntan acerca del significado de dieta macrobiotica:

La gente piensa que hay una dieta y estilo de vida macrobiótico, cuando la idea original fue que había un enfoque macrobiótico de la dieta y un enfoque macrobiótico del estilo de vida.

La gente ha olvidado esto e intentan aplicar una fórmula. La fórmula no funciona para la gente, especialmente para la gente de los tiempos modernos, por tanto, nosotros debemos de enseñar modos prácticos de cocinar naturalmente y entender el equilibrio.

Un enfoque macrobiótico es un enfoque que usa los principios del equilibrio.

 

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Verano y macrobiótica en Elche

Macrobiotica y verano
Charla sobre verano y macrobiótica en Elche. Impartida por Mario López, consultor macrobiótico

Este viernes 8 de junio impartí una charla sobre verano y macrobiótica en Elche. La charla se celebró en Espígol, centro de terapias naturales y holísticas. Podéis ver su anuncio en la entrada Charla sobre verano y macrobiótica en Elche.

La charla duró una hora aproximadamente. Contamos con una amplia sala, el apoyo de un proyector, una cámara de fotos y la inestimable ayuda de mi hermana Sandra para manejar el proyector y otras tareas.  Los asistentes mostraron un gran interés, participando desde el primer momento y preguntando en el tramo final de la charla. Mediante varios ejercicios aprendieron las diferencias entre yin y yang, o lo que es lo mismo, la tendencia expansiva y contractiva de los fenómenos. Veamos algunos ejemplos utilizados en la charla.

Según la macrobiótica ¿qué alimento es más yin? ¿cuál es más yang? ¿cuál queda en medio?

mural frutas yin yang
La macrobiótica clasifica los alimentos en un continuo yin-yang. ¿Cuál es más yin? ¿cuál yang?

Escuchamos preguntas como las que siguen:

1. ¿Cómo podemos tostar las semillas y frutos secos?

En el caso de las semillas, por ejemplo semillas de calabaza o girasol, podemos tostarlas en una sartén. Las vertemos en una sartén a fuego medio y vamos moviendo hasta que sentimos el aroma a las semillas. En ese momento ya estarían listas. Conviene no tostarlas demasiado, ya que podríamos destruir todas sus propiedades.

También podemos usar el horno. Repartir las semillas en la bandeja del horno, y meterlas 2-3 minutos a 150 ºC, abrir el horno moverlas y dejarlas otros 2-3 minutos. En el caso de frutos secos (almendras, cachuetes, avellanas) habría que aumentar el tiempo de horno.

2. ¿Qué opinas sobre el consumo de bebida de soja?

Tenemos que tener en cuenta que la soja es una legumbre. Las legumbres se recomiendan en pequeña cantidad, ya que contienen sustancias que no las hacen del todo digestivas.La soja enfría el cuerpo, lo que no sería recomendable en invierno o cuando la condición de la persona es débil. Por esos motivos recomiendo tomar bebida de soja, en caso de que te guste y te siente bien, unas 2-3 veces por semana y alternarlas con bebida de cereales como los preparados de arroz o de avena, que puedes adquirirlos en herboristerías o grandes superficies.

Durante toda la charla predominó un mismo mensaje:

 No se trata de tomar un grupo limitado de alimentos, sino de aplicar unos principios a la hora de elegir lo que comemos, y que esa elección nos proporciones equilibrio. Esos principios los encontramos en la teoría del yin-yang.

Para terminar esta entrada nos gustaría anunciar el próximo taller de cocina macrobiótica que se realizará en Espígol este mes:

“Cocina macrobiótica aplicada a recetas tradicionales de verano”

Sábado, 30 junio 2012

Horario: de 10 a 14 hrs.

Lugar: Espígol – C/ Federico García Lorca, 2 – Elche (Alicante)

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Recetas con sopas macrobióticas (1)

aveline-kushi maestra macrobiótica
Las recetas de hoy son de Aveline Kushi, toda una maestra en la cocina macrobiótica

Hoy vamos a cocinar siguiendo a Aveline Kushi. En macrobiótica tradicional son más conocidos los hombres porque ellos han desempeñado el papel activo de enseñar a la gente y viajar alrededor del mundo. Sin embargo, detrás de estos maestros de la macrobiótca frece¡uentemente han estado maestras de la macrobiótica. George Ohsawa no cocinaba en casa. Michio Kushi no cocinaba en casa. Fueron sus mujeres las que llevaron las riendas en la cocina.

Aveline Kushi impartió numerosos cursos de cocina macrobiótica, y parte de estos cursos fueron volcados con  la ayuda de Alex Jack, volcados al libro titulado “Complete Guide to Macrobiotic Cooking”. De este libro es de donde provienen las recetas de hoy. Pero antes me gustaría parafrasear unos comentarios de Aveline acerca de la transición hacia una cocina macrobiótica. Dice más o menos así:

La dieta macrobiótica nos permite desarrollar una creatividad y disfrute fácil de adoptar. A la hora de llevar a cabo la transición es importante proceder de forma ordenada y no intentar cambiar en una noche. Empezar con arroz integral en olla a presión, sopa de miso, y unos pocos platos de verduras, legumbres y algas, y al mismo tiempo reduce el volumen de comida que solías comer. Progresivamente introduce los condimentos, los encurtidos y los postres endulzados con productos naturales, y utiliza diferentes métodos a la hora de cocinar de forma que la comida resulte atractiva y apetecible.

A medida que prepares los alimentos de este modo, tu salud y juicio mejorarán, el gusto por la comida natural se afinará, y tu habilidad para seleccionar y preparar aumentará.

Los libros de cocina pueden ser una buena manera de empezar. Una vez has cocinado unas cuentas veces tienes un estándar con el cual compararte. Al principio es recomendable que todo el mundo tenga la ayuda de una cocinero macrobiótico, sólo unas cuantas lecciones serán suficientes para orientarte en la dirección correcta.

Con experiencia alcanzarás un punto en el que no necesitarás un libro o un consultor macrobiótico, sino que cocinarás con tu propia intuición. Al escuchar los sonidos de la comida mientras se prepara y mediante la observación de su movimiento, energía, colores, formas, aromas y gustos, tu podrás responder las preguntas y participar en la creación de la vida.

SOPA DE MISO BÁSICA

Ingredientes

  • 7 cm de alga wakame
  • 1 vaso de cebolla laminada
  • 1 litro de agua mineral
  • 1 cucharada de miso
  • Cebollino, perejil o berro como aderezo

Elaboración

(1) Lava el agua wakame, ponerla a remojo 3-5 minutos y partir en tiras finas. (2) Poner el alga y la cebolla partida en la olla con el agua. (3) Encender el fuego. en el momento que comience a hervir, bajar el fuego, tapar y hervir durante 10-20 minutos. (4) disolver el miso en un poco de agua y añadir a la sopa. El fuego debe estar encendido pero el agua no debe llegar a hervir. Mantener durante 3-5 minutos y parar el fuego. (5) Servir y aderezar.

SOPA DE MISO CON MIJO Y CALABAZA

Ingredientes

  • 1/2 vaso de mijo
  • 1/2 vaso de apio cortado fino
  • 1 vaso de cebolla a medias lunas finas
  • 1 vaso de calabaza en cubos
  • 1 litros de agua mineral
  • 1 cucharada de miso
  • Hoja de alga nori tostada para aderezar

Elaboración

(1) Lava el mijo y tostalo unos minutos en una sartén. (2) En una olla coloca las verduras empezando por el apio, las cebollas y la calabaza encima. Reparte el mijo sobre las verduras. Añade el agua justo hasta cubrir los ingredientes. (3) Cocina a fuego medio y ve añadiendo agua a medida que el mijo se expande. Intenta no mover. Después de 20-30 minutos, añadir lo que quede de agua, disolver el miso en un poco de agua y añadir a la sopa. Tras 3-5 minutos, con fuego muy bajo, retirar y servir con los copos de algo nori por encima.

Estas han sido dos recetas básicas para la elaboración de una sopa. Como sazón se utiliza el miso, producto fermentado con multitud de propiedades beneficiosas para la salud, muy utilizado en la cocina macrobiótica. Si no estás acostumbrado al miso, no te gusta o no tienes en casa en este momento, puedes utilizar sal marina sin refinar (añadida al principio), shoyu o tamari utilizado de la misma manera que el miso.

 

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