La macrobiótica puede ser un trampolín que nos permita alcanzar la alimentación consciente, o bien, una cárcel de creencias y prácticas donde quedarnos encerrados por el resto de nuestras vidas.
¿Como saber si es una cosa u otra? Podemos utilizar las siguientes pistas:
Macrobiótica como caja, cárcel o limitación a la hora de mirar al mundo. Posibles signos y/o síntomas:
- Tiras de golpe y porrazo todos los alimentos prohibidos que están en tu despensa y los sustituyes por los permitidos y recomendados.
- Te levantas una o dos horas antes para preparar la comida y llevártela al trabajo, lo que supone un esfuerzo extra que difícilmente se verá recompensado por la comida que te preparas.
- Te pasas sin comer tres, cuatro o cinco horas porque a tu alcance solo hay comida… prohibida.
- Empiezas a decir que los alimentos no recomendados te sientan mal, cuando los habías comido sin problema hasta entonces.
- Dejas de ir con algunas de tus amistades porque ellos sólo quedan para comer comida basura.
- Intentas convencer a los demás de lo conveniente de alimentarse como tú lo haces. Te sienta mal si lo rebaten.
- Empeora tu aspecto, los demás te lo dicen sin parar y tú lo justificas o lo atribuyes a otras causas, esta dieta maravillosa no puede tener la culpa.
- Atribuyes los males de la gente al tipo de alimentación que llevan, cuando existen infinidad de causas que podrían estar explicando lo que les pasa.
Macrobiótica como trampolín o medio para alcanzar una alimentación consciente (para saber más sobre alimentación consciente ir a Macrobiótica vs Alimentacion Consciente). Síntomas y/o signos:
- La teoría macrobiótica te ayuda a conocer alimentos nuevos que de no ser por ella seguirías ignorando. Los pruebas, descartas los que te van mal e introduces en tu dieta los que te sientan bien.
- Te das cuenta de la relación existente entre un alimento (p.e. lácteos) y síntomas que venias observando en ti pero no sabías cómo remediar (alergia al polen, mucosidad). Dejas ese alimento y tu salud mejora enormemente.
- Descubres que la macrobiótica recomienda estilos de cocina tradicional y aprovechas la ocasión para sacar del armario el libro de recetas antiguas de tu abuela.
- Comprendes la importancia de que los alimentos sean reales, es decir, que nuestro organismo los reconozca, y por tanto dejas de tomar snacks o alimentos precocinados, aunque los utilizas cuando la ocasión lo requiere. Mejor comer snacks, galletas, barritas, pizzas precocinadas,… que pasar hambre.
- En momentos específicos en los que tu salud no está bien, aplicas estrictamente las recomendaciones macrobióticas. Recuperas la salud en pocos días, tras ello vuelves a una alimentación menos estricta.
- Sigues la filosofía “Non credo” tan divulgada por George Ohsawa o Michio Kushi, en la que se promueve el no creer las cosas y seguirlas, sino probarlas y según nuestra experiencia actuar. Un ejemplo: el té kukicha me da sed, por tanto no lo tomo, prefiero infusión de tomillo o algunas mezclas tipo indú.
- Comprendes que la alimentación es una dimensión más de nuestra experiencia humana, que comparte importancia con otras dimensiones como la social, la psicológica o la emocional. Intentas mantener un equilibrio entre todas estas áreas.
- Tienes en tus armarios leche, azúcar y coca-cola porque sabes que a tu hermano le gusta y de esta manera haces que esté más feliz cuando te visita.
Apúntate a nuestra lista de correo
¿Quieres recibir mis actualizaciones sobre macrobiótica? Déjame tu correo electrónico y te informaré de todas las novedades.
Te he enviado un correo. Haz clic en el enlace y estarás suscrito a mi boletín.