Publicado el Deja un comentario

Col lombarda con remolacha

Resumiendo mucho; en la cocina macrobiótica hay 3 tipos de platos a dominar: 
 
  • Las sopas
  • Los cereales
  • Las verduras

Puedes empezar a diseñar el menú de una comida por uno de esos tres platos.

En esta ocasión te propongo que empieces por el plato de verduras. Prepara el plato descrito en esta entrada y compleméntalo con una sopa y un cereal.  
 
Saltea durante 10 min un poco de col lombarda. Una vez fuera del fuego añade 2 remolachas cocidas partidas a dados. Aliña con concentrado de manzana (15 ml), vinagre de umeboshi (5 ml), y unas semillas de girasol tostadas. 
 

Para darle un sabor más intenso puedes añadir al aliño vinagre de manzana y unas gotas de aceite de sésamo tostado.
 

NOTAS
 
[1] Bradford, M. (2006). La alimentación de nuestros hijos. Barcelona: Editorial OCEANO, S.L.(Sexta edición, p. 205).
 
 
Publicado el Deja un comentario
Publicado el Deja un comentario

Gachas de arroz integral con umeboshi

La gachas son una constante en una dieta de corte macrobiótico.
 
Podemos prepararlas dulces o saladas, con más o menos ingredientes.
 
En esta ocasión conocerás el extremo minimalista: arroz integral y ciruela umeboshi. ¿Se puede pedir menos?
 
Parece poco, pero comprobarás que la fuerza de la ciruela umeboshi llena el plato. Debes de tomarla a trocitos pequeños, acompañando cada cucharada de arroz.
 
Si decides servirlo con alga nori, ganará aroma y textura crujiente. Yo uso las hojas de alga nori que se venden en paquetes pequeños como snack (marca Clearspring).

Aunque se ve en el vídeo, te pongo aquí los ingredientes por si quieres apuntarlos:

  • 1/2 taza de arroz integral
  • 1 ciruela umeboshi
  • 2 + 1/2 tazas de agua
  • Hoja de alga nori tostada

Puedes guardarla durante 2-3 días en la nevera y calentar la porción que te vayas a comer cada día. Si no tienes suficiente umeboshi para los 3 días, puedes añadirle 1/2 ciruela al servir el tazón. 


NOTAS

[1] Kushi, A. y Esko, W. (1987). Macrobiotic Family Favorites. Tokyo and New York: Japan Publications, Inc. P. 88.

Publicado el Deja un comentario
Publicado el 2 comentarios

Los cereales en la Macrobiotic World Summit

 
El 20 y 21 de febrero de 2021 se celebró la primera cumbre o reunión online entre profesores de macrobiótica. Acogió a profesores de renombre, aquellos que vivieron de primera mano los tiempos dorados de la macrobiótica. Fueron estudiantes de los Kushi a finales de los 70 y durante todos los 80.
 
En el siguiente enlace podéis acceder a la página de Facebook donde se informa de las siguientes cumbres y donde podréis ver los vídeos de esta: World Macrobiotic Summit
 
Uno de los profesores fue Edward Esko, que nos habló de la trascendencia de los cereales en grano.
 
Para Esko saber organizar la alimentación a gran escala y garantizar su calidad será clave para la evolución de la humanidad. Cree que una alimentación basada en las plantas, es decir, con una alto porcentaje de alimentos vegetales, es la única opción sostenible.
 
La macrobiótica defiende una visión profunda de los alimentos y así analizó Esko a los cereales.
 
Cada planta de cereal tiene una antena que conecta cada grano con el universo. Son antenas que recogen la energía cósmica. Las hojas recogen la energía solar. Comer grano también es tomar la luz del sol.
 
El grano es un microchip que acumula toda la información que la planta recoge de la Tierra, del Sol, del Universo. ¡El primer pendrive de la historia!
 
El mismo Esko cuenta en uno de sus primeros libros [1] que cuando George Oshawa visitó por primera vez América se sorprendió de que EEUU fuese, posiblemente, el primer país del mundo en abandonar casi completamente los cereales integrales en grano. Hasta ese momento, los cereales habían sido el alimento básico más importante de la humanidad.
 
En el mismo libro sigue diciendo: “¿No es interesante que  a medida que nos vamos alejando de la comida tradicional de la humanidad, las conocidas enfermedades crónicas/degenerativas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, los trastornos mentales y otras, están aumentando?”.
 
Para Esko los granos son un alimento nutritivo, económico y delicioso, y muy fácil de preparar. Él espera que tú empieces a cocinarlos cada día como el inicio de tu salud y felicidad.
 

NOTAS
[1] Esko, E. y Esko W. (1980). Macrobiotic Cooking for Everyone. Tokyo: Japan Publications, Inc. P. 85.
[2] La imagen del post fue una de las mostradas por Ed Esko durante su presentación.
 
 
Publicado el 2 comentarios
Publicado el 4 comentarios

Tortitas de trigo sarraceno y almendras

A todo el mundo nos gusta cambiar de vez en cuando lo que hacemos todos los días. Como alternativa a las gachas, desayuno típico de la macrobiótica, te presento unas tortitas hechas con harina de trigo sarraceno y almendra molida. 

Los ingredientes que necesitarás puedes dividirlos en 2 grupos: los secos y los líquidos. 

Ingredientes secos: 

  • 1 taza de harina de trigo sarraceno
  • 1/2 taza de almendra molida
  • 1 cucharadita (cuchara de 5 ml) de levadura Royal
  • 1 pizca de sal (cuchara de 1 ml)
  • 1 pizca de canela (cuchara de 1 ml)

Ingredientes líquidos: 

  • 1 taza y media de leche de avena (375 ml) 
  • 2,5 ml de extracto de vainilla
  • 5 ml de sirope de arroz

Por un lado, mezcla todos los ingredientes secos. Por otro lado, mezcla todos los ingredientes líquidos. 

Junta los ingredientes secos y los líquidos. Si crees que le hace falta un poco más de leche de avena añádela. La crema tiene que quedar ni muy espesa ni muy líquida.  

Calienta una sartén antiadherente; fuego medio. Pon un poco de aceite y vierte la cantidad de crema necesaria para una tortita. 

Tapa la sartén. Tras 1-2 minutos dale la vuelta y vuelve a tapar. Espera 1-2 minutos y lista. 

La tortita tiene una textura fina y un sabor suave, tirando a dulce pero no demasiado. El sabor del sarraceno y de la almendra combinan perfectamente. Si te sobra, puedes guardar la crema en la nevera y hacer más tortitas en otro momento. Puedes guardarla durante 2 días. 

Si quieres una versión más gourmet, como en la foto, puedes acompañar las tortitas con plátano, yogur de avena, mermelada de frutas del bosque y almendra laminada.  


NOTAS

[1] Fotografía y receta de Angela Agrati, cocinera macrobiótica con gran experiencia. Si pinchas en su nombre irás a su cuenta de Instagram. 

 

Publicado el 4 comentarios
Publicado el Deja un comentario

El mejor desayuno: las gachas

 
 
Nada apetecibles a simple vista, encierran un secreto. 
 
Si las tomamos atentos notaremos que existe un rasgo primigenio en ellas. La sustancia más pura capaz de alimentarnos y transportarnos al origen. 
 
En cada cucharada de gachas existen dos elementos:
 
1.-Una parte líquida y espesa, de sabor neutro pero, de alguna forma, reconocida por el organismo como nutritiva y calmante. Semejante a la leche recibida en la lactancia y símbolo del cuidado que el universo nos proporciona.  
 
2.-Una parte sólida, pero al mismo tiempo blanda, que aconseja el masticar, como acto adulto y símbolo de la necesidad de acción en el mundo.  
 
Recibir unas gachas esperando el sabor y texturas intensas de los platos cotidianos es un error, pues las gachas son lo puro, lo primero, y por ello mismo nos exigen estar en silencio para apreciar sus cualidades. 
 
Las gachas son el desayuno más aconsejado en macrobiótica, pudiéndose acompañar de otros platos como la sopa de miso, unas verduras al vapor, unas semillas, un té y quizás algo de fruta o compota. 
 
Las gachas se utilizan también cuando alguien está convaleciente, pues sus propiedades terapéuticas son extraordinarias. 
 
Se puede tomar con un toque salado, añadiendo salsa de soja. O con un toque dulce, añadiendo verduras como calabaza, zanahoria, boniato… u orejones y pasas. Se pueden enriquecer con frutos secos y semillas, y darle un toque sensual con el sirope de arroz o cebada. 
 
Se cocinan normalmente con una base de arroz integral, que puede estar sólo o bien acompañado de otro cereal en proporciones diversas. 
 
Aquí tienes varios ejemplos de gachas cuya receta encontrarás en entradas pasadas de Macrobiótica Mediterránea: 

Hoy en día, en los libros de macrobiótica, encontrarás recetas de gachas a las que también llaman “crema” o “porridge”. 

Publicado el Deja un comentario