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Libros de macrobiótica

libros de macrobiótica
En la página “Libros” de nuestro blog encontrarás reseñas sobre libros de macrobiótica. Foto: Amanda Oliver, Flickr

Muchos sois los que me preguntáis acerca de libros de macrobiótica. Para ello he ampliado la página “Libros” a la que podéis entrar pinchando en la barra de arriba. En esta página aparecerán aquellos libros que utilizo para escribir las entradas. En principio todos los que ponga en ella será porque los he leído, de forma que pueda daros referencias fiables a cerca de ellos. De todas formas, si los datos y comentarios personales que añado junto con la portada del libro no son suficientes no dudéis en escribir y preguntar sobre él.

Algunos de los libros están en inglés. En el caso de que tengan traducción al español también lo mencionaré. Al ser un tema tan especiífico puede darse el caso que no existan traducciones, o que si las hay sean difíciles de encotrar como es el caso del libro de Michio Kushi y Alex Jack “The Macrobiotic Path To Total Health”. Este es un problema que con el tiempo dejará de existir pues la macrobiótica está en auge, necesitamos herramientas como esta para que el planeta siga adelante.

¿Qué libro recomendaría a quien empieza en la macrobiótica?

Más que un libro le recomendaría el extra nº 12 de la revista Integral titulado “Guía de macrobiótica. Alimentación y salud al alcance de todos”. Esta es una guía sencilla en la que colaboran tres consultoras de reconocido prestigio a nivel nacional que son: Loli Curto, Montse Bradford y Marta Ruescas. En esta guía encontramos material diverso: artículos sobre la filosofía, personas que han difundido la macrobiótica a lo largo de la historia, descripción de los ingredientes típicos, recetas y otros tantos temas. Se acompaña de fotografías y gráficos actualizados (como la pirámide que se muestra a continuación).

piramide integral de macrobiótica
Pirámide macrobiótica que aparece en el extra nº12 de la revista Integral

En cuanto a libros, los de Montse Bradford están muy bien para alguien que conoce muy poco y no quiere liarse con temas filosóficos o demasiado teóricos. Muchas recetas y lo justo de teoría. Uno que me gusta bastante es el libro “La nueva cocina energética” de la editorial Oceáno.

A quien le interese más la teoría y una visión más occidental le puede ir bien el libro de Olga Cuevas,  doctora en Ciencias Químicas. “El equilibrio a través de la alimentación”, título del libro, trata de integrar la perspectiva de la medicina china y la perspectiva de la nutrición occidental, en mi opinión hecho con brillantez por parte de la autora.

Después tenemos varios libros de macrobiótica escritos por los clásicos: Michio y Aveline Kushi, George Ohsawa, Herman y Cornelia Aihara,  etc. Estos son libros agradecidos para quien estudia la macrobiótica en profundidad, pero quizás menos prácticos para el  que busca una herramienta para el día a día. En ocasiones son muy filosóficos; otras veces las recetas no están adaptadas a nuestra cultura y forma de vida.

Por último tenemos libros que, sin llamarse “de macrobiótica”, nos aportan un conocimiento que nos facilita estar en sintonía con nosotros mismo y nuestro entorno, bien centrados en el tema de la alimentación o en el estilo de vida. Un ejemplo de estos libros son los escritos por Andreas Moritz, con libros tan conocidos como “Los secretos eternos de la salud. Medicina de vanguardia para el siglo XXI”, de la editorial Obelisco.

Hasta aquí hemos revisado algunos de los libros que nos pueden servir para el estudio y práctica de la macrobiótica. A partir de aquí, y si estás interesado en los libros, puedes seguir consultando la página “Libros” en la barra de menús superior del blog. Iremos actualizándola regularmente.

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¡Participa en nuestro primer e-book de macrobiótica!

ebook de macrobiótica
Ayuda a escribir el primer e-book de Macrobiótica Mediterránea y consíguelo gratis

Muchos son los amigos y lectores del blog que me han sugerido la idea de escribir un texto donde explicar de forma sencilla y no muy extensa lo que es macrobiótica, especialmente para aquellos que están empezando. Me ha parecido muy buena idea: un texto breve a partir del cual compartir un mismo significado del término “macrobiótica”. Aprovechando las nuevas tecnologías convertiremos ese texto en un pequeño libro electrónico o e-book al que poder acceder mediante Internet.

“Macrobiótica” es una palabra cuyos significados pueden variar en función del colectivo y el contexto en que se use. Ninguno de estos significados es mejor ni peor, simplemente distintos. Con macrobiótica puede que queramos decir una dieta estricta, una serie de prácticas sobre el estilo de vida, una filosofía, un tipo de perspectiva a partir de la cual organizar la alimentación, un tipo de medicina u otros significados. El nuevo e-book que nos planteamos aquí servirá para poder entendernos mejor y saber que estamos hablando de lo mismo. También permitirá encuadrar o saber cómo interpretar los posts que se publiquen en Macrobiótica Mediterránea. Además constituirá un punto de partida para establecer diálogos entre nuestros lectores.

Para la creación del primer e-book de Macrobiótica Mediterránea necesitaré la colaboración de todos vosotros: mis lectores. Utilizaré diversas fuentes de información: libros, videos, apuntes personales… pero también necesito algo vivo, actual y fresco. Ese punto de frescura lo aportaréis vosotros. ¿Cómo lo vamos a hacer? Ofreceré la posibilidad de contestar un máximo 10 preguntas por persona. Las preguntas pueden parecer tontas o pensadas de forma rápida. Lo que pretendemos es crear un espacio donde tengan cabida cuestiones insólitas, no pensadas antes, surgidas muchas veces de la inocencia de quien empieza algo nuevo. Tampoco hace falta que te estrujes la cabeza para ser creativo y original, simplemente tómate unos minutos de pausa y pregunta aquello que se te ocurra sin poner trabas. En definitiva, un espacio de libertad donde la creatividad pueda fluir. Puedes escribir al siguiente e-mail y formular las preguntas. Te contestaría en breve y con un estilo rápido y directo:

mariolopezpomares@gmail.com

Otra posibilidad si vives en Elche o cerca es la de formular las preguntas en persona. Las preguntas y respuestas se realizarían en la herboristería Herbia, situada en la calle Benito Pérez Galdós nº 3. Para concertar el día puedes llamar al número de teléfono 96.666.13.76 o escribir al e-mail de arriba. El formato hablado puede dar pie a un intercambio de información más rápido, donde las ideas campen a sus anchas. Sería estupendo el poder disponer de personas para ambos formatos.

Más tarde coleccionaré todas las preguntas y respuestas, y junto a otras fuentes de información me pondré manos a la obra para crear nuestro primer e-book.

Como detalle y agradecimiento para todo aquel que participe en la creación del e-book de macrobiótica mediante la formulación de preguntas, se le mandará vía e-mail un ejemplar del mismo de forma totalmente gratuita.

Desde aquí os animo a participar. Os iré informando de su evolución.

¡Atrévete!

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Lo que comes hoy, habla mañana

macrobiótica y bocadillos enfadados
Si cocinamos enfadados, nuestra comida creará enfado

En el Instituto Kushi de Estados Unidos disponen de una amplia biblioteca de la que hice uso durante mi estancia. Allí estaban a nuestra disposición infinidad de libros sobre macrobiótica, medicina china, salud, cocina general, filosofía, etc. Tomaba notas de aquellos libros que me soprendían. Uno de ellos fue un libro titulado “Zen and the art of cooking” de Jon Sandifer, consultor macrobiótico afincado en Londres.

De entre mis notas personales sobre el libro me gustaría compartir con vosotros un apartado en el que se resalta la importanacia del cocinar como medio de expresión. La traducción literal del apartado sería algo así como “Autoexpresión en el cocinar”. Sandifer enumera seis puntos que a continuación comento:

MINIMIZA EL USO DE RECETAS

El no estar atento a las medidas permite la entrada de la intuición. En este sentido cocinar se considera un arte, al igual que un pintor se coloca frente a un lienzo en blanco y deja a la intuición hacer su trabajo (basado en un estudio y formación previa), del mismo modo hacemos nosotros con nuestros platos vacíos. Hace algún tiempo escribí en un antiguo blog el siguiente fragmento sobre las recetas: “Las recetas no son el punto final, sino el inicio que lleva a la propia creatividad”.

SÉ CONSCIENTE DE TU ACTUAL CHI

Tu energía pasa a los alimentos. Cocineros cansados producen comida cansada. Este punto me recuerda a la charla impartida por el monje budista Dorje Dondrub en el I Congreso de Macrobiótica Mediterránea (Univerdidad Jaume I, Castellón 2010). Nos mostró como el estado de todo aquel que entre en contacto con el alimento afecta a la calidad del alimento en sí. El agricultor que lo cosecha, quien lo transporta, quien te lo vende, y por su puesto quien lo cocina. Por eso comentaba que en los monasterios budistas uno de los puestos más cuidados es el de cocinero. “Allí no cocina cualquiera”. Con esto no quiero desanimar a nadie, sino dar un toque de atención para que estemos atentos a nuestro estado cuando nos disponemos a cocinar.

CONFÍA EN EL PROCESO

Que la ansiedad no te pueda. Aprende a tener la capacidad de estar en calma en el aparente caos. El proceso no se diferencia de los fines. Algo creado con nervios, por bueno que esté, transmitirá nervios. Al mismo tiempo el mundo es incierto, incluso una receta no sabemos cómo saldrá, y si eso sumamos que es la primera vez que la ahacemos, que tenemos invitados en casa, lo más probable serán los nervios. Aceptemos la incertidumbre y confiemos en el proceso, que salga como salga, nuestro plato transmita calma y confianza.

PERMANECE EN EL MOMENTO PRESENTE

Que el cocinar sea tu meditación. Eso se traduce en observar pensamientos y emociones mientras se cortan las zanahorias, recuerdos mientras se cuece el arroz, preocupaciones acerca del futuro mientras se saltea la verdura… Observamos pero permanecemos con el cocinar, apenas nos alejamos volvemos a ese momento presente el que cogemos suavemente la cuchara y probamos cómo va nuestra obra de arte.

SUSPENDE EL JUICIO

Suspende el juicio sobre los distintos tipos de alimentos. Todo ingrediente es comestible y proviene de una misma fuente: Este planeta. Apreciarlo y adoptar un acercamiento flexible. Existen ocasiones en que lo más recomendable es hacer lo “no-recomendable”. De todas formas, deja por un momento los principios e ideales y decide si comer o no comer un alimento según el momento. De la misma manera hazlo para utilizar uno u otro ingrediente en tus platos.

¿CÓMO ESTÁS CUANDO COCINAS?

Evita cocinar cuando estás enfadado: “What you eat today, talks tomorrow” [Lo que comes hoy, habla mañana] Escribe Sandifer en su libro. Me pareció tan buena esta frase que decidí ponerla por título. Considera tus platos como aquello que contiene y transporta tu estado de ánimo.

Estos ha sido varios puntos que resaltan la importancia del “cómo” en la cocina macrobiótica. Cocinar no es solamente un labor mecánica en la que se combinan una serie de ingredientes para producir un resultado, sino una forma de comunicación cuya expresión material es un plato con comida pero cuyo efecto va más allá de lo visible. En macrobiótica cuidamos los ingredientes que no aparecen en las recetas.

Cocina con amor.

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¡Agua! Tu cuerpo tiene sed

agua y macrobiotica
Una dieta macrobiótica debe aportar todo el agua que necesitas

La entrada de hoy me gustaría dedicarla a presentaros un libro: “¡Agua! Tu cuerpo tiene sed” de la editorial Obelisco. Su autor es Christopher Vasey, cuesta 8,25 euros y aclara muchas cuestiones sobre la hidratación.

En la dieta macrobiótica una de las cosas que más sorprende cuando nos iniciamos en ella es lo poco que se bebe. Recuerdo mis primeras visitas al centro ubicado en el sur de Francia, Cuisine et Santé, en el que se nos recomendaba beber lo mínimo. “Nada de agua, té kukicha o agua caliente con miso. Un trago de agua… ¡Ni se te ocurra!”. Estas recomendaciones chocan con las recomendaciones que oímos en los medios de comunicación, donde se nos insta a beber entre 2 y 3 litros de agua al día.

¿Qué hacer entonces? ¿Sigo las recomendaciones de la macrobiótica o lo que me dicen los médicos y nutricionistas?

Esta es una pregunta muy sabia porque dos afirmaciones hechas con tanta rotundidad deben de guardar parte de verdad. El libro de Christopher Vasey es una herramienta que nos permite reconciliar estas dos posturas: (A) Nutrición moderna: Bebe 2-3 litros al día;  (B) Macrobiótica tradicional: No es necesario beber, con unos pocos sorbos hay suficiente.

Christopher Vasey es un naturópata suizo que estudió en la Escuela de Naturopatía de Paris bajo la supervisión de P.V Marchesseau y Alain Rousseaux. En 1979 comienza su andadura en solitario, pero al mismo tiempo sigue estudiando a otros grandes nadturópatas. En 1981 comienza a impartir cursos donde agrupa y enseña lo aprendido, y en 1990 se estrena como escritor. Entre sus libros en español destacan los siguientes:

  • ¡Agua! Tu cuerpo tiene sed. Los secretos de una buena hidratación. Ediciones Obelisco
  • La importancia del equilibrio ácido-básico. Una visión práctica y completa. Editorial Edaf
  • El pequeño libro de la medicina natural: Manual para recuperar la salud y mantenerse sano. Editorial Urano

Si te interesa el libro que aquí reseño puedes acudir a la página web de ediciones Obelisco. Tienes que pinchar en Catálogo > Colecciones > Salud y vida natural > ¡AGUA! TU CUERPO TIENE SED. Podrás descargarte un fragmento del primer capítulo:

Ediciones Obelisco

En la primera parte del libro aprendemos el recorrido que el agua que ingerimos recorre en nuestro organismo, cuál es su función en cada uno de los lugares por donde pasa y cómo se relacionan las distintas partes (sangre, líquido extracelular, líquido intracelular). En otro capítulo nos muestra cuáles son las consecuencias de la deshidratación y cómo reconocerla en nosotros mismos. En la última parte del libro aparecen importantes recomendaciones sobre qué y cuánto beber.

A continuación daremos respuesta a dos preguntas utilizando la información que nos proporciona “¡Agua! Tu cuerpo tiene sed“:

(1) ¿Qué características debe tener una bebida para resultar fisiológicamente beneficiosa?

Vasey sugiere que una bebida beneficiosa debe de ser asimilada fácilmente por el tuvo digestivo y atravesar con facilidad las paredes de los capilares y de las membranas celulares. Hemos de procurar que no acarree inconvenientes cuando la tomamos a menudo. Un ejemplo de estos inconvenientes podría ser: un sabor que no nos guste, alterar las digestiones, estimular excesivamente el transito intestinal, o tener efectos demasiado relajantes o excitantes.

Por tanto, si tenemos en cuenta los requesitos expuestos arriba, el líquido más recomendable sería el agua, simple agua potable.  En el libro se profundiza en esta cuestión.

(2) ¿Cuánta agua beber al día?

Si tuviésemos que dar una cifra, escribe Christopher Vasey, esta sería 1,8 litros de agua al día (recordemos que la Organización Mundial de la Salud recomienda 2 litros). A pesar de esta recomendación el autor destaca que esta cifra está sujeta a numerosas modificaciones en función de varios factores, como por ejemplo, la cantidad de agua ligada que tomemos (agua que contienen los alimentos), cantidad de sal que tomemos, cantidad de alimentos secos y concentrados, cantidad de toxinas que produzcamos, e incluso el estrés que suframos a lo largo del día (el estrés acelera el metabolismo e incrementa notablemente la sudoración).

Si tenemos en cuenta todos estos datos comprenderemos porque una alimentación macrobiótica requiere una ingestión de agua menor. Por un lado, comer de forma macrobiótica hace que nuestro cuerpo produzca pocas toxinas, pues la dieta está compuesta de alimentos naturales, con pocos aditivos artificiales. El bajo consumo de carne también contribuye a reducir el número de toxinas que se derivan de su metabolismo. En macrobiótica se toman pocos alimentos muy secos y/o concentrados. Por otro lado, en macrobiótica se consumen gran cantidad de alimentos que al cocinarse son ricos en agua (cereales en grano, legumbres y verduras), aparte de las sopas que son frecuentes. Todo ello explica porqué no es necesario beber tanto como aquellas personas que siguen una dieta convencional. Experimentar lo que os digo. Fijaos como el consumo de ciertos alimentos pide agua -u otro líquido- de forma inmediata. Un filete de carne, una taza de chocolate, frutos secos tostados y salados… son ejemplos extremos de alimentos que piden agua. Una dieta más centrada, como la dieta macrobiótica, rica en cereales y verduras, es normal que pida menos agua.

Otra entrada que nos ayuda a integrar las posturas mantenidas por la macrobiótica y por la nurición moderna acerca de la hidratación es Cuánto tengo que beber en macrobiótica

 

 

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Cosas de Ferran Adriá para nuestra cocina macrobiótica

lacomidadelafamilia tiene macrobiótica
¿Podemos utilizar el libro de Ferran Adriá para nuestra cocina macrobiótica?

Ayer recibí una llamada de la biblioteca municipal: habían recibido un libro que pedí hace varios meses y del que ni siquiera me acordaba. El libro en cuestión se titula “La comida de la familia” y su autor es Ferran Adriá.

Hoy lo he estado hojeando y he encontrado muchas cosas que nos podrán facilitar,y mucho, nuestra labor en la cocina. ¿Por qué citar a Ferran Adriá en un blog de macrobiótica? Porque desde mi punto de vista el adoptar una línea, un rumbo o forma de verlas cosas, no impide que nos enriquezcamos con otras propuestas. De esta manera, y siguiendo nuestro rumbo, hacemos de nuestra macrobiótica una herramienta mucho más útil, una actividad mucho más interesante o una obra de arte mucho más atractiva. Ferran y su equipo han realizado un trabajo excepcional en cuanto a documentales y libros, en ellos existe mucha sabiduría culinaria. Aprendamos de ellos para dar forma a una macrobiótica nueva y fresca, más eficaz y adaptada a la vida moderna.

En el libro se nos cuenta qué comía el personal de elBulli -restaurante de Ferran Adriá que cerró sus puertas en 2011- antes de empezar a trabajar. En un restaurante su personal no come necesariamente lo mismo que va a servir, y este es el caso de elBulli. Los platos que allí preparaban no eran cocina de vanguardia sino cocina tradicional que cuidaban con esmero, pues reconocían la importancia de la comida en el rendimiento posterior. A este respecto se puede leer en la introducción del libro la siguiente frase (daros cuenta que hay mucho de  macrobiótica en esta frase):

¿Por qué es tan importante la comida para el personal en elBulli? La respuesta es muy fácil: porqué estamos convencidos de que si comes bien, cocinarás bien.

Con el libro, Ferran no trata de inventar nada nuevo sino de proporcionar al público una herramienta para que se pueda comer cada día de forma variada, razonable y barata, más cerca de lo tradicional que de la cocina de diseño o la cocina rápida. El libro se estructura en menús e incluye consejos para su elaboración.

En cuanto a los ingredientes que se utilizan podemos encontrar alimentos que desde un punto de vista macrobiótico no utilizamos, como po ejemplo, la carne y los lácteos entre otros, eso no quita que hayan otras muchas cosas que nos puedan servir. Cuando avanzas en una materia, sea la que sea, raramente encontramos libros que nos sirvan el 100%. Siempre aparecen capítulos que, o bien ya sabemos, o no nos interesan o no se adapta a nuestras teorías. No importa, descartamos esos fragmentos del libro o los utilizamos como fuente de inspiración para la creación de recetas macrobióticas nuevas. Podemos utilizar una receta con solomillo para realizar un plato parecido con seitán, o en vez de utlizar nata elegimos una alternativa vegetal.

En la introducción se justifica que los menús que proporcionan son saludables ya que están compuestos de alimentos variados. Nosotros podemos añadir algo más, pues sabemos que un menú variado no significa que “todo vale”. A partir de nuestros conocimientos en macrobiótica y en nutrición moderna -que ya reconoce el efecto nocivo del azúcar, los lácteos y la carne por poner un ejemplo- ajustaremos y adaptaremos todo lo bueno que Ferran Adriá nos enseña.

Esta ha sido una entrada que anuncia la utilidad del libro para nuestra cocina diaria. Como lo acabo de recibir, no he tenido casi tiempo de profundizar en él, así que os pido unos días más para contaros más sobre un libro que promete.

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