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Recetas con sopas macrobióticas (1)

aveline-kushi maestra macrobiótica
Las recetas de hoy son de Aveline Kushi, toda una maestra en la cocina macrobiótica

Hoy vamos a cocinar siguiendo a Aveline Kushi. En macrobiótica tradicional son más conocidos los hombres porque ellos han desempeñado el papel activo de enseñar a la gente y viajar alrededor del mundo. Sin embargo, detrás de estos maestros de la macrobiótca frece¡uentemente han estado maestras de la macrobiótica. George Ohsawa no cocinaba en casa. Michio Kushi no cocinaba en casa. Fueron sus mujeres las que llevaron las riendas en la cocina.

Aveline Kushi impartió numerosos cursos de cocina macrobiótica, y parte de estos cursos fueron volcados con  la ayuda de Alex Jack, volcados al libro titulado “Complete Guide to Macrobiotic Cooking”. De este libro es de donde provienen las recetas de hoy. Pero antes me gustaría parafrasear unos comentarios de Aveline acerca de la transición hacia una cocina macrobiótica. Dice más o menos así:

La dieta macrobiótica nos permite desarrollar una creatividad y disfrute fácil de adoptar. A la hora de llevar a cabo la transición es importante proceder de forma ordenada y no intentar cambiar en una noche. Empezar con arroz integral en olla a presión, sopa de miso, y unos pocos platos de verduras, legumbres y algas, y al mismo tiempo reduce el volumen de comida que solías comer. Progresivamente introduce los condimentos, los encurtidos y los postres endulzados con productos naturales, y utiliza diferentes métodos a la hora de cocinar de forma que la comida resulte atractiva y apetecible.

A medida que prepares los alimentos de este modo, tu salud y juicio mejorarán, el gusto por la comida natural se afinará, y tu habilidad para seleccionar y preparar aumentará.

Los libros de cocina pueden ser una buena manera de empezar. Una vez has cocinado unas cuentas veces tienes un estándar con el cual compararte. Al principio es recomendable que todo el mundo tenga la ayuda de una cocinero macrobiótico, sólo unas cuantas lecciones serán suficientes para orientarte en la dirección correcta.

Con experiencia alcanzarás un punto en el que no necesitarás un libro o un consultor macrobiótico, sino que cocinarás con tu propia intuición. Al escuchar los sonidos de la comida mientras se prepara y mediante la observación de su movimiento, energía, colores, formas, aromas y gustos, tu podrás responder las preguntas y participar en la creación de la vida.

SOPA DE MISO BÁSICA

Ingredientes

  • 7 cm de alga wakame
  • 1 vaso de cebolla laminada
  • 1 litro de agua mineral
  • 1 cucharada de miso
  • Cebollino, perejil o berro como aderezo

Elaboración

(1) Lava el agua wakame, ponerla a remojo 3-5 minutos y partir en tiras finas. (2) Poner el alga y la cebolla partida en la olla con el agua. (3) Encender el fuego. en el momento que comience a hervir, bajar el fuego, tapar y hervir durante 10-20 minutos. (4) disolver el miso en un poco de agua y añadir a la sopa. El fuego debe estar encendido pero el agua no debe llegar a hervir. Mantener durante 3-5 minutos y parar el fuego. (5) Servir y aderezar.

SOPA DE MISO CON MIJO Y CALABAZA

Ingredientes

  • 1/2 vaso de mijo
  • 1/2 vaso de apio cortado fino
  • 1 vaso de cebolla a medias lunas finas
  • 1 vaso de calabaza en cubos
  • 1 litros de agua mineral
  • 1 cucharada de miso
  • Hoja de alga nori tostada para aderezar

Elaboración

(1) Lava el mijo y tostalo unos minutos en una sartén. (2) En una olla coloca las verduras empezando por el apio, las cebollas y la calabaza encima. Reparte el mijo sobre las verduras. Añade el agua justo hasta cubrir los ingredientes. (3) Cocina a fuego medio y ve añadiendo agua a medida que el mijo se expande. Intenta no mover. Después de 20-30 minutos, añadir lo que quede de agua, disolver el miso en un poco de agua y añadir a la sopa. Tras 3-5 minutos, con fuego muy bajo, retirar y servir con los copos de algo nori por encima.

Estas han sido dos recetas básicas para la elaboración de una sopa. Como sazón se utiliza el miso, producto fermentado con multitud de propiedades beneficiosas para la salud, muy utilizado en la cocina macrobiótica. Si no estás acostumbrado al miso, no te gusta o no tienes en casa en este momento, puedes utilizar sal marina sin refinar (añadida al principio), shoyu o tamari utilizado de la misma manera que el miso.

 

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Charla sobre verano y macrobiótica en Elche

estaciones en macrobiótica
La charla sobre verano y macrobiótica en Elche explicará porque es importante ajustar la dieta a las estaciones

Macrobiótica trata acerca del equilibrio. Si las condiciones de nuestro entorno cambian, nosotros también hemos de cambiar con ellas para seguir estando en equilibrio. Si hace frio me pongo un abrigo y alcanzo el equilibrio. Si hace calor me lo quito, y vuelvo a alcanzar el equilibrio. Mis acciones dependen de algo mucho más grande que yo, en este caso las condiciones atmosféricas. Todo ello nos hace ver que no estamos tan separados del resto del mundo como nuestra percepción lo hace parecer.

Por ese motivo, el cambio estacional en macrobiótica se trata de forma tan insistente. Desde la medicina alopática (la que nos atiende en los hospitales) no se tiene tan en cuenta, quizás porque es una medicina de las emergencias, y uno no puede esperar a que llegue la estación idónea para operarse de apendicitis. En macrobiótica tratamos de prevenir la enfermedad antes de que aparezca, y para ello procuramos mantener un equilibrio constante con nuestro entorno. Adecuar la dieta a cada una de las estaciones del año es uno de los ajustes más importantes que podemos hacer para ir todos a una, planeta y yo.

Vuelve la macrobiótica en Elche, cargada de recomendaciones sobre como equilibrarnos en verano. El próximo viernes 8 de junio, impartiré una charla sobre macrobiótica y verano. La charla será en Espígol, herborístería que está en la calle Federico García Lorca, nº2, próxima a los pisos azules. Aquí os pongo un enlace a la página de Espígol donde se anuncia la charla:

Espígol Salut Natural

La macrobiótica no es una dieta cerrada, sino un conjunto de posibilidades cuya elección depende de varios factores que están en constante cambio. Uno de los factores más importantes, como ya hemos comentado, es el clima. De este modo una dieta macrobiótica será diferente en cada tipo de clima. A continuación, os expongo de forma resumida, algunas diferencias que Michio Kushi y Alex Jack, señalan en una dieta macrobiótica dependiendo del clima donde se viva.

CLIMA FRIO O DEL NORTE

  • Los cereales que han de predominar son el trigo de sarraceno y las variedades del norte de trigo y mijo
  • Verduras locales preparadas con mucho tiempo
  • Más comida de origen animal
  • Métodos de cocina más largos y enérgicos
  • Más cantidad de sazón (sal, miso, tamari, etc.)

CLIMA TEMPLADO

  • Dominan los cereales como el arroz integral redondo, el trigo, la cebada y la avena. Las legumbres más consumidas serán los adzukis y las lentejas
  • Las verduras han de ser locales, casi todas cocinadas. Incorporamos una pequeña cantidad de fruta
  • Un poco de pescado o marisco
  • Los métodos de cocina se ajustan a la estación

CLIMA CÁLIDO O TROPICAL

  • Los cereales que más se ajustan a este clima son el arroz integral de grano medio y largo. Los tubérculos como la mandioca y legumbres grandes como las alubias pinta o lima
  • Verduras locales en forma de ensalada. Se incorpora más fruta
  • Pequeña cantidad de alimentos de origen animal, o casi nada
  • Métodos de cocina ligeros, con más aceite y especias

Estas son algunas de las recomendaciones para ajustar la dieta al tipo de clima. En este punto, advertimos lo importante que es darle apellidos a la macrobiótica, y por ello decidimos llamar a este blog Macrobiótica Mediterránea. “Mediterránea” le da un trasfondo cultural. Las recomendaciones sobre dieta y estilo de vida han de aplicarse dentro de un contexto cultural, de una forma común de entender el mundo. Tener en cuenta este fondo cultural es aumentar la eficacia de las recomendaciones macrobióticas. Al mismo tiempo, “mediterránea” nos pone en contacto con un clima determinado, del cual surgen unas recomendaciones concretas, no sólo teoría.

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Perder peso con macrobiótica

dieta macrobiotica cuerda floja
La dieta macrobiótica cambia, al igual que lo hacen las fuerzas que ejerces para caminar en la cuerda floja

En la entrada anterior vimos como la dieta macrobiótica de los 13 días no era una dieta macrobiótica. También sugerimos la idea de que una dieta macrobiótica no podía ser algo fijo, ya que nuestro estado y las condiciones del entorno varían constantemente.  Si lo que tratamos mediante la macrobiótica es de estar en equilibrio, la dieta habría de variar con los cambios nuestros y del entorno. Imagina que andas por la cuerda floja y las condiciones a tu alrededor cambian (ahora viento por la derecha, ahora no, ahora viento por la izquierda, ahora no, ahora un pájaro se posa en tu hombro, ahora se va…). Las fuerzas que tienes que ejercer y que te mantienen en equilibrio serán cada vez diferentes. Así funciona la dieta macrobiótica.

¿Entonces qué?  ¿No podemos utilizar la macrobiótica para lograr objetivos tales como perder peso?

Sí, sí que podemos, pero este objetivo irá inseparablemente unido a otro más global: la ganancia de equilibrio. Y el equilibrio, por si solo, nos llevará directos a una mayor salud y vitalidad. Fórmulas fijas no tenemos, pero sí existen recomendaciones generales. Verne Varona nos ofrece “10 consejos para una rápida y permanente pérdida de peso”. A continuación los expongo con mis propias palabras:

  • Haz ejercicio

El movimiento hará que pierdas calorías y mejorará tu digestión. Puedes optar por ejercicio aeróbico, 30 minutos al día puede ir bien, aunque esto es una recomendación general, tendrá que adaptarla a tu nivel. Ejemplos de tipos de ejercicio podrían ser: bicicleta, natación o caminar. También ten en cuenta las características del entorno para elegir la actividad más adecuada.

Otra opción es el entrenamiento en gimnasio. Levantar pesas de 2 a 3 veces por semana, te hace perder muchas calorías y además aumenta tu metabolismo. El ejercicio en gimnasio tan contribuye a ingresar más calcio en los huesos y mejorar tu estado de ánimo.

  • Presta atención a tu nivel de glucosa en sangre

No pases muchas horas sin comer. Tu cuerpo utiliza la glucosa de la sangre para sus actividades, si no comes lo suficiente o dejas mucho tiempo entre comidas, la glucosa puede bajar de forma severa y ello te conduciría a un hambre voraz. Olvida la fuerza de voluntad en este momento, atacarás a cualquier cosa que te pase por delante. Comiendo frecuentemente evitamos estos episodios.

  • Evita cenar  tarde

Si cenamos tarde con frecuencia, podemos tener los siguientes síntomas: Un sueño agitado, un despertar con la sensación de no haber descansado y un carácter irritable por la mañana. En algunas ocasiones, intentaremos compensar todas estas sensaciones con algo de comer, lo que nos lleva a comer cuando realmente no tenemos hambre.

  • Reduce la grasa y el azúcar de la dieta

Un alto porcentaje de calorías en nuestra dieta proviene de la ingestión de grasas. Quitar las grasas no sería buena idea, ya que el cuerpo compensaría esta falta con un hambre incontrolable. Por este motivo, hemos de tomar entre 2-3 cucharadas de aceite de buena calidad al día. Podemos utilizarlo para saltear unas verduras o aliñar ensaladas. También el consumo de semillas y frutos secos nos dará el tipo de grasas que necesitamos para una salud óptima. El exceso de azúcar nos lleva a tener más grasa, ya que el cuerpo transforma el excedente de azúcar en grasa, por ese motivo reducir el consumo de azúcar es una buena opción.

  • Selecciona tus bebidas sabiamente
bebida no macrobiótica
Los refrescos no se incluyen en una dieta macrobiótica

Las bebidas con alcohol contiene muchas calorías, entre 150 y 450 calorias por vaso. El alcohol son azúcares vacíos, que no aportan nutrientes esenciales, pero sí calorías innecesarias.

Los resultados de un estudio dirigido por el Dr. Richelsen, del Hospital Universitario de Aarhus (Dinamarca), muestran que la ingestión de un litro de gaseosa azucarada común al día (cualquier refresco de cola, naranja, etc.), aumenta los depósitos de grasa en el hígado, los músculos y alrededor de los intestinos. Este tipo de grasa está asociado a un mayor riesgo de padecer diabetes de tipo 2, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares o hepáticas. Según los investigadores, este tipo de grasa, llamada grasa ectópica, es más peligrosa para la salud que la grasa subcutánea, ya que implica un peor funcionamiento de los órganos afectados.

  • Incorpora hidratos de carbono complejos

De una a una y media tazas de cereal en grano puede ser suficiente (taza=250ml). Prefiere el cereal en grano a las harinas. Elige entre una amplia variedad: arroz integral, avena, mijo, trigo, trigo sarraceno… Los cereales integrales te ayudarán a no generar toxinas, a mantener tu sangre limpia y a asegurar regularidad a la hora de ir al baño. Los cereales combinados con verduras preparadas de diferentes formas, puede dar como resultado comidas más satisfactorias, que no generen ganas por más. En este blog, y otros que recomiendo en “Sitios de interés” -en la barra lateral derecha- podrás encontrar infinidad de recetas macrobióticas. Te recomiendo los vídeos de Raquel la dietista o el blog de Agnès Pérez llamado Cocina macrobiótica mediterránea.

  • Come un pequeño tentempié antes de ir a algún evento social

Varona nos sugiere que es una mala idea ir a un evento social muertos de hambre, parece un consejo inteligente. Es probable que comamos de más y tengamos pocas opciones saludables entre las que elegir.  Comer un pequeño tentempié saludable antes de salir de casa, reducirá las probabilidades de comer demasiado.

  • Haz porciones para evitar comer mucho

Para evitar la tendencia a acabar aquello que emprendemos, que no está mal, a no ser que sea un plato lleno hasta la coronilla, podemos “porcionalizar” la comida e ir sirviéndonos poco apoco hasta que estemos satisfechos. Esto me recuerda  una práctica que llevan a cabo en la isla de Okinawa, uno de los pueblos más longevos de la Tierra. Allí la comida la ponen sobre la barra de la cocina. La gente va a servirse a la barra y después se retira a la mesa para comérsela. En caso de querer más, vuelven a la barra y se vuelven a servir.

  • Planifica tus comidas

Planificar las comidas hace que centremos nuestra atención en el objetivo, así evitamos tentaciones. Nada más el hecho de ir a comprar es diferente. Te adentras en el supermercado con un objetivo, este alimento, este y este. Pasas por al lado de tentaciones, reafirmando tu propia voluntad. Pequeños pasos que te hacen llegar lejos.

  • Vigila tus emociones

Determinadas emociones pueden desencadenar ganas locas por comer alimentos, normalmente dulces, pues tienen un efecto relajante. Advierte cómo las emociones se relacionan con los deseos de comer determinados alimentos e intenta conseguir más equilibrio por otros medios. Ejercicio físico, respiraciones profundas o técnicas de relajación podrían ser algunos ejemplos.

Estos han sido algunos de los consejos que Verne Varona, un consultor macrobiótico de reconocido prestigio, nos ofrece para la pérdida de peso. Estos consejos no son excluyentes, lo que quiere decir que puedes combinarlos con otras recomendaciones que obtengas de tu dietista, o que hayas aprendido de libros, o bien de tu experiencia personal. Elabora tu propio plan y comienza el viaje hacia una vida más saludable.

Puedes encontrar más información al respecto en la entrada Macrobiótica para reducir la obesidad infantil.

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La dieta macrobiótica de los 13 días no es macrobiótica

13 dias macrobiotica
La dieta macrobiótica de los 13 días circula por internet, pero no es una dieta macrobiótica

Hace unos días, una conocida me comentó que iba a seguir la dieta macrobiótica de los 13 días con el objetivo de adelgazar. Había oído que yo hacía algo de eso, y en una comida en la que coincidimos empezó preguntándome:

-Por cierto, tú haces dietas, ¿no? Me podrías explicar está dieta de los 13 días.
-Bueno, a ver… ¿Qué más dice eso que has encontrado? ¿Cómo se reparten las comidas? ¿Qué alimentos incluye? – pregunté yo para orientarme y matizarle algunas cosas en caso necesario.
-Para desayunar café con leche y sacarina, para comer dos huevos duros con acelgas y espinacas cocidas, para…
-¿Tú estás segura de que leíste macrobiótica? – Estaba totalmente convencido de que esta chica se había tenido que confundir.
-Sí, sí, claro, está por un montón de sitios en internet, pone macrobiótica.

Esa misma noche investigué por internet. Mi amiga tenía razón. Al teclear en google “dieta macrobiótica de los 13 días” aparecieron un sinfín de referencias donde aparecía una dieta con el encabezamiento “Dieta macrobiótica”.  La dieta es de una semana pero aquí sólo la transcribo hasta el miércoles por si acaso alguien la confunde e intenta seguirla.

LUNES

  • Desayuno: Café con sacarina (leche con café, leche desnatada)
  • Comida: Dos huevos duros con acelgas y espinacas cocidas y refritas con ajo (la cantidad que se desee)
  • Cena: Uno o dos bistec de ternera a la plancha con ensalada de lechuga, tomate, cucharada de aceite, vinagre y sal
MARTES
  • Desayuno: Café con sacarina
  • Comida: Gran bistec a la plancha con ensalada de lechuga, aceite y limón. Fruta toda la que se desee
  • Cena: Jamón de york (el que se desee) y un yogurt sin azúcar
MIÉRCOLES
  • Desayuno: Café con sacarina y un biscote
  • Comida: Dos huevos duros, judías verdes, tomate y lechuga
  • Cena: Jamón de york y ensalada de tomate y lechuga con aceite y vinagre

Sólo hace falta echarle un vistazo para darse cuenta que la dieta no es macrobiótica. Existe un exceso de proteínas animales, alimentos procesados, edulcorantes artificiales… Todos esos elementos, independientemente de la condición de la persona, llevan a cualquiera hacia problemas. Puede que no a corto plazo, pero sí a largo plazo, debido a la cantidad de toxinas que provienen de su metabolismo, de la ausencia de vitalidad del alimento o de las alteraciones que provocan las sustancias químicas artificiales.

Además de esta dieta macrobiótica de lo 13 días, al teclear en google “dieta macrobiótica” aparecen dos tipos de artículos que a continuación comento:

1. Dietas que nos indican qué hay que comer cada día.

Son dietas a la carta. Nos facilitan un modelo, algo estándar y fijo que puede dejar de ser macrobiótico en el momento que no equilibren la condición de la persona que la está siguiendo. En el sentido que la palabra “macrobiótica” se utiliza en este blog, una dieta macrobiótica es algo dinámico que varía en función de las variaciones en el entorno y en función de la condición de la persona que come. Por ese motivo, es necesario el tener unos conocimientos básicos, o bien, el apoyo de un consultor macrobiótico, para saber qué ajustes y en qué momento deben de aplicarse a la dieta. En próximas entradas profundizaremos sobre la utilización del término “dieta”.

2. Artículos donde se expresan opiniones al respecto. En algunos de ellos se destaca el lado “sectario” y “estrecho” de la macrobiótica

El tema de las interpretaciones es inevitable. Cada persona ve el mundo de una manera, en función de su condicionamiento fruto de sus experiencias e información a la que ha tenido acceso. Lo único que puedo decir es que quien esté interesado en la macrobiótica, no se quede con los primeros artículos que encuentre sobre el tema. Que consulte varias fuentes, que experimente si alguna de ellas es de su confianza, que acuda a alguna charla o taller, y a partir de ahí, que decida por ella misma.

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Recetas macrobióticas con cereales (2)

Arroz integral en la cocina macrobiótica
El arroz integral es uno de los principales ingredientes, por ello seguimos con 3 recetas macrobióticas más basadas en él

Después de documentarnos con buenos programas emitidos en televisión (ver entrada anterior), seguimos con una serie de entradas dedicadas a proporcionar a nuestros visitantes una guía para poder llevar a cabo las más sencillas recetas macrobióticas. Son recetas sencillas recomendadas por maestros clásicos, los pilares de la macrobiótica actual. En esta ocasión seguimos con Michio Kushi y Alex Jack, que al final de su libro “The Macrobiotic Path to Total Health”, escriben una serie de recetas para hacer real lo teórico. Para más recetas macrobióticas de estos autores ir a la entrada Recetas macrobióticas con cereales (1).

CREMA DE ARROZ INTEGRAL GENUINA

Ingredientes

  • 1 vaso de arroz integral
  • 10 vasos de agua
  • una pizca de sal o 1/2 umeboshi

Elaboración

(1) Tuesta el arroz en una sartén hasta sentir su aroma. (2) Coloca el arroz en una olla, añade el agua y la sal o la media umeboshi. Pon la olla a hervir a fuego bajo tapada. (3) Cocina durante 2 horas hasta que el agua se haya reducido a la mitad. (4) Deja enfriar el arroz. Cuando esté frío pásalo por un pasapurés o utiliza una gasa pasa obtener una crema. (5) Calienta la crema resultante y sazónala si fuese necesario. Puedes condimentarla con perejil, alga nori, gomashio o semillas de girasol.

Notas: Esta receta lleva bastante tiempo. Recomiendo hacerla si estamos en casa haciendo otras cosas, o bien, en caso de que queramos prepararla como dieta terapéutica, recomendada por un consultor macrobiótico, ya que está indicada para casos en los que tengamos que cuidar extremadamente la dieta.

ARROZ INTEGRAL CON LEGUMBRES

Ingredientes

  • 2 vasos de arroz integral
  • 1/4 de vaso de legumbres, que pueden ser adzuki, garbanzos, lentejas u otra clase
  • 3 a 4 vasos de agua
  • 2 pizcas de sal

Elaboración

(1) Lava el arroz y las legumbres por separado. (2) Cocina las legumbres en olla a presión durante 30 minutos. Espera a que se enfríen. (3) Añade las legumbres, su agua, la sal y el arroz en una olla a presión. El agua de las legumbres cuenta en el total de agua que utilicemos. (4) Cocina en olla a presión 45-50 minutos

Notas personales: Recomiendo modificar esta receta para que nos lleve menos tiempo. Cocinar las legumbres primero y después el arroz lleva mucho tiempo. Podemos añadir al arroz unas cuantas legumbres, p.ej. garbanzos previamente remojados 6-8 horas, y añadir un poco más del agua que necesitamos sólo para el arroz. De esta manera, en 40 minutos el plato está listo. Yo utilizo una olla rápida, que pierde menos agua, y con 1,5 de agua por 1 de arroz va bien. Ya veis que para dominar la cocina macrobiótica básica hay que hacer varias pruebas en casa, con tipos de olla, cantidades de agua etc.

GACHAS DE ARROZ INTEGRAL

Ingredientes

  • 2 vasos de sobras de arroz integral
  • de 4 a 6 vasos de agua

Elaboración

(1) Coloca el arroz en una olla y añade el agua. (2) Enciende el fuego, tapa la olla y cocina a fuego medio durante 10-20 minutos. (3) Puedes condimentar con copos de alga nori tostada, umeboshi o gomashio.

Nota: Es una buena forma de aprovechar las sobras del día anterior. Puedes hacer una variante dulce añadiendo algunas pasas, canela, ralladura de limón y sirope de arroz. En caso de querer hacerlo fresco, hierve en olla a presión 1 parte de arroz con 5 de agua, un trocito de alga kombu y una pizca de sal, durante 45 minutos. Apaga el fuego pero no abras la olla, deja toda la noche tapado. Destapa y calienta a la mañana siguiente.

Hasta aquí hemos visto tres recetas más de dos grandes de la macrobiótica contemporánea, Michio Kushi y Alex Jack. Con estas recetas caminamos para convertirnos en un auténtico chef macrobiótico. Dominar lo sencillo es hacer cosas grandes.

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