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Alubias blancas con cilantro y cebolla

Transcribo la receta que cuento en el vídeo. Añado los ingredientes y las cantidades exactas usadas para facilitar su puesta en práctica. 

Ingredientes:

  • 1 taza de alubias blancas. Se ponen a remojo con trocito de alga Kombu durante 12 horas. Se cuecen hasta que estén bien hechas. 
  • 1 manojo de cilantro
  • 1 cebolla. En la receta original se utiliza 1 puerro en vez de 1 cebolla. Puedes probar con ambos. También puedes probar con diferentes tipos de cebolla. 
  • 1 ó 2 cucharaditas de sal o o bien 1 ó 2 cucharaditas de salsa de soja
  • 1 cucharada de aceite de oliva

La cantidad de líquido a dejar dependerá de los gustos. Recomiendo que quede algo de líquido, ya que el plato quedará más meloso y sabroso.

Del plato dice su autora que es “tonificante de los pulmones y del intestino grueso”. Personalmente creo que es un plato muy sencillo de preparar y muy resultón. Para usarlo en tu menú diario puedes tomar primero una sopa y después las alubias; o bien un cuenco de alubias, otro de verduras y una tostada de pan integral con aceite y un poco de orégano. 


NOTAS

[1] Receta original:  Restrepo, P. (2020). Macrobiótica. El libro de la gran vida. Valencia: Movimientoalimento, S.L. Pág. 207.

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Pensaba que la macrobiótica era una dieta pasada de moda

Macrobiótica dieta pasada de moda

 

Trabajo en Sha Wellness Clinic, un resort de la costa mediterránea.

En una cena con huéspedes hace unas semanas, uno de ellos expresó su sorpresa por lo buena que estaba la comida. Ella pensaba que la dieta macrobiótica era una dieta anticuada.

La macrobiótica evoluciona, como lo hacen otros campos.

Existe una “macrobiótica vintage”. Inventé el término para distinguirla de otras versiones más modernas. Si la macrobiótica tuviese una edad de oro, ésta sería los años 80. En esta década el número de publicaciones, charlas y escuelas superó con mucho a otros tiempos. La macrobiótica que se practicaba en esos años es la macrobiótica que ha quedado en la mente colectiva.

¿Cómo era la macrobiótica de los años 80?

Era una forma de alimentarse con las siguientes características:

  • Casi vegana. Sólo se consumía pescado blanco 1, o como mucho, 2 veces por semana.
  • Sabores suaves. Apenas se utilizaban especias, sal, o alimentos con sabores intensos (huevos, carne, grasas, lácteos, azúcar).
  • Poca grasa. Ninguna grasa animal. Se utilizaba el aceite de sésamo para los salteados, en  muy poca cantidad (1 cucharadita al día o cada 2 días por persona era lo recomendado, así aparece en el libro The Macrobiotic Way).
  • Orientación japonesa. Uso de productos típicos de Japón, como por ejemplo, los condimentos (vinagre de arroz, umeboshi, shiso…), el arroz, las algas, la sopa de miso.
  • Presencia de cereales en grano, poco pan y pasta. Los cereales en grano se consumían tres veces al día.
  • Nada de dulces. Como mucho algunas cremas elaboradas con crema de cereales o algunos postres elaborados a base de manzana o pera.
  • No congelado o enlatados. Se promovía el consumo de alimentos frescos y biológicos.
  • Requería tiempo. Los cereales en grano y las legumbres ocupaban un lugar central en la alimentacióny había que cocinarlos.
  • Varios platos. La elaboración de una sopa, un segundo, verdura vapor, té, etc.
  • Poco uso de alimentos crudos: frutas y ensaladas.

Hoy en día, con la contribución de los profesores de 2ª y 3ª ola, la práctica de la macrobiótica se ha vuelto más compleja. Ya no existe un sólo modelo o tipo de alimentación, sino que existen varios, en función de los profesores y del caso en que se aplique. Podemos encontrar profesores que recomiendan un veganismo total, pero también otros que incluyen algunas porciones de carne y caldos de huesos.

En otros posts intentaré explicar el porqué de tal convivencia entre profesores de visiones diferentes.

En todo caso, podemos observar una evolución en la práctica de la macrobiótica como por ejemplo:

  • En algunos casos se incluyen más alimentos de procedencia animal.
  • Es más sabrosa.
  • Contienen más grasas saludables como aceite de oliva y aguacate.
  • No depende de los productos japoneses, sino de los tradicionales de la zona de la que se trate.
  • Se buscan formas de que sea rápida y práctica, con la ayuda de la planificación y de la nevera.
  • Se incluyen más frutas y ensaladas.

Como conclusión podríamos decir que, aunque los orígenes de la macrobiótica nos lleven a una dieta de los años 80, no se ha dejado de avanzar a través de la actividad de los estudiantes de Michio Kushi. Aunque la dirección tomada por esos profesores a veces sea distinta (más animal, menos animal), en todos los casos la dieta se hace más rica, incluyendo más variedad de platos , más opciones de otras culturas y más sabores. Por ello a la huésped que tuve en Sha le pareció tan rica la dieta.


NOTAS

[1] Imagen del post extraída del libro: Kushi, A. y Esko W. (1987). Macrobiotic Family Favorites. Tokyo and New York: Japan Publications, Inc.

[2] Libro donde se recomienda 1 cucharadita de aceite de sésamo al día: Kushi, M. y Blauer, S. (1985). The Macrobiotic Way. Wayne (New Jersey): Avery Publishing Group Inc. P. 76. En español títulado El libro de la macrobiótica. Por cierto, en la traducción española del libro se recomienda “una tacita de las de té al día”, lo cual es un error de traducción (ver pág. 105). Editorial Edaf.

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Julio Basulto, el enemigo

En una visión dicotómica de la realidad, donde solo existiesen buenos y malos, Julio Basulto sería nuestro enemigo.

Julio Basulto, es nutricionista. Su labor labor fundamental es el consejo nutricional a través de los medios de comunicación (Rne, El País, Cadena Ser). Es un francotirador que apunta a la dieta macrobiótica con el rifle de la ciencia. Hace una semana publicó en la sección digital del periódico El País, Nutrir con Ciencia, un artículo que criticaba duramente a la macrobiótica. El vídeo del principio de este post pertenece a dicho artículo. Este texto supone una respuesta a Basulto.

LO POSITIVO Y LO NEGATIVO DE LA MACROBIÓTICA

En primer lugar hemos de intentar comprender el porqué del mensaje de Basulto, cuyas intenciones hemos de suponer no son malignas, sino que intentan protegernos de algo.

¿De qué intentan protegernos las palabras de Basulto? Creo que de un comportamiento alimenticio sectario que suponga un peligro para nuestra salud. ¿Se refleja eso en la macrobiótica? Siento decir que, según mi experiencia personal, SÍ.

Estos son algunos de los rasgos de la macrobiótica que yo considero negativos:

  • Las barbaridades afirmadas por el fundador de la macrobiótica, George Ohsawa, y otros profesores. Existen ejemplos, y gordos, como afirmar que los que adoptan un régimen macrobiótico están inmunizados contra las enfermedades, o que puedes comer los cereales estropeados y descompuestos sin ningún peligro, o que el cuerpo puede transmutar los elementos químicos (producir potasio a partir de sodio). Para más detalles puedes visitar la entrada El Zen Macrobiótico.
  • Las recomendaciones de profesionales dedicados a la macrobiótica de no acudir ni seguir el consejo médico. Es habitual que las personas asociadas a la macrobiótica vean la medicina occidental como un enemigo, opuesta a lo natural y lo biológico. Por esa razón, desaconsejan lo que la medicina puede ofrecer que, desde mi punto de vista, es mucho.
  • La insuficiencia de la macrobiótica de Michio Kushi, que en muchas ocasiones no aporta los nutrientes necesarios para disfrutar de una salud sólida, lo que lleva a menudo a síntomas de deficiencia del tipo: frío, delgadez extrema, mal aspecto, hipotiroidismo, artritis, hipotensión arterial, aspecto pálido, anemia, etc. Ver la entrada Cómo la macrobiótica me congeló las manos.
  • Deshidratación debida a la recomendación de no beber agua, a no ser en forma de té o sopas. Esta práctica es cada vez menos frecuente, por suerte.

Que Julio Basulto intente protegernos de los puntos anteriores lo considero acertado por su parte. Pero también me gustaría destacar que la macrobiótica no es sólo lo que Basulto critica, sino mucho más. Estos son algunos de los elementos que hacen de la macrobiótica una buena opción:

  • Predominancia de lo vegetal sobre lo animal.
  • Recomendación de los productos biológicos.
  • Utilización de los alimentos como remedios que pueden ayudar a mejorar la salud, pero sin sustituir nunca a un medicamento que prescriba el médico. Ver la entrada Qué son los remedios macrobióticos.
  • Nos mueve a tomar la responsabilidad de nuestra propia salud y no ser un ente pasivo. Por ejemplo, si nos diagnostican colesterol, movemos ficha e intentamos cambiar la dieta y el estilo de vida para reducirlo.
  • Estar abiertos a otras formas de ver la vida, diferente a la adoptada por nuestra cultura, en este caso la cultura oriental y sus conceptos de yin-yang, cinco transformaciones o elementos.
  • A preferir lo menos procesado, sin caer en el error que lo natural está exento de peligros.

EVOLUCIÓN DE LA MACROBIÓTICA

Me gustaría tranquilizarte y decirte que para disfrutar de lo positivo de la macrobiótica no es necesario acarrear con lo negativo. ¿Por qué? Porque la macrobiótica ha evolucionado y existen, y se están elaborando, nuevas formulaciones de la misma que intentan dejar fuera esos aspectos más sectarios y opuestos a los paradigmas médicos.

Las críticas de Basulto a la macrobiótica, desde mi punto de vista, son parcialmente correctas, o incorrectas, porque ignora la existencia de varias versiones de la misma. Las críticas que él arroja en su post encajarían muy bien con la macrobiótica de George Ohsawa, a veces la más nombrada por sus extravagancias, pero no tanto con las versiones posteriores.

Presento un esquema, escrito a mano, sobre la evolución de la macrobiótica según mi formación y experiencia. Lo explico en los párrafos siguientes.
macrobiótica evolución

1.-George Ohsawa (1893-1966)

En mi opinión el principio de la macrobiótica. Aunque en otras fuentes se cite que la macrobiótica es mucho más antigua que Ohsawa y se remonte a Hipócrates, la macrobiótica tal y como nos llega empieza con Ohsawa. Lo que se remonta a Hipócrates es una forma de alimentarse y de vivir que se parece más a las formas citadas en los libros que tratan las Zonas Azules (Dan Buettner) que la práctica macrobiótica.

2.-Michio Kushi (1926-2014)

Principal estudiante de Ohsawa. Gran labor divulgativa en forma de libros, charlas y escuelas (Kushi Institute). Sus recomendaciones son menos estrictas que las de Ohsawa, no tan peligrosas, pero en ocasiones siguen llevando a casos de deficiencia nutricional.

a.-Continuadores

Con este término me refiero a estudiantes de Kushi que, una vez convertidos en profesores, han seguido las enseñanzas del mismo. Aquí podrían encajar consultores macrobióticos como Denny Waxman, Francisco Varatojo o el Dr. Jorge Pérez Calvo-Soler. Con el tiempo algunos de los continuadores se han ido suavizando, pasando así a la siguiente categoría.

b.-Suavizadores

Hace referencia a estudiantes de Kushi que, a la hora de impartir sus propios contenidos, han suavizado los originales de Kushi, haciéndolos así menos estrictos. Este sería el caso de Verne Varona, Montse Bradford o Simon Brown.

3.-Nuevas formulaciones

Una vez se ven claras las deficiencias de la macrobiótica de Ohsawa y Kushi, comienzan a surgir nuevas formulaciones de la misma. Una de estas formulaciones es la llevada a cabo por el profesor John Kozinski, que distingue entre una macrobiótica a la que llama pseudomacrobiótica o macrobiótica estrecha de finales del siglo XX, y otra macrobiótica amplia que refleja la práctica de los pueblos tradicionales y que siempre está relacionada con una mayor longevidad. Este enfoque es el adoptado en Macrobiótica Mediterránea.
 ∞
Lo que Basulto hace en su artículo, con muy buenas intenciones por cierto, es advertirnos y protegernos de las versiones estrictas de la macrobiótica (Ohsawa, Kushi y Continuadores), mientras que, por desconocimiento, deja fuera otras versiones (Suavizadores y Nuevas formulaciones) que encajarían perfectamente en lo que hoy en día llamamos “dieta saludable”.

NOTAS
  1. Enlace al artículo escrito por Julio Basulto y publicado el 19 de Octubre de 2017 en la sección digital Nutrir con ciencia, del periódico El País. Título: Los riesgos ocultos de la dieta macrobiótica. https://elpais.com/elpais/2017/10/19/ciencia/1508411268_172778.html
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La macrobiótica según Grande Covián

Grande Covián y macrobiótica

Francisco Grande Covián (1909-1995), médico e investigador, especializado en nutrición. Miembro de numerosos comités, consejos y sociedades internacionales. Autor de multitud de libros y referencia de todos aquellos que se dediquen al mundo de la nutrición. Fundador y primer presidente de la Sociedad Española de Nutrición. Considerado el padre de la dietética.

En el primer capítulo de su libro, Nutrición y salud (1988), dedica un apartado a la dieta macrobiótica. Transcribo algunos fragmentos y los sigo con mis comentarios.

NOTA IMPORTANTE

La dieta macrobiótica de la que habla Grande Covián es la dieta macrobiótica de  George Ohsawa, continuada en parte por Michio Kushi. Grande Covián escribe el libro en 1988, momento en el que la macrobiótica de Kushi está en pleno apogeo y cuyas prácticas en ese momento se aproximaban a las George Ohsawa. Con el paso de los años la macrobiótica de Kushi se suaviza.

Revisar el texto aparecido en la obra de Grande Covián te ayudará a detectar formas de macrobiótica estricta, y así poder frenarlas a tiempo. Simultáneamente, también te servirá, por comparativa, para definir una macrobiótica distinta, más flexible e inclusiva, lo que he venido a llamar macrobiótica amplia (ver el texto De la macrobiótica de Michio Kushi a la macrobiótica amplia, accesible al suscribirte al blog de forma gratuita en Empieza aquí).

FRAGMENTO 1: Primera definición

La dieta macrobiótica Zen

Se trata de una forma extrema de vegetarianismo, combinada con ideas derivadas de la filosofía Zen-budista, que ha encontrado aceptación entre los creyentes en la alimentación natural y los alimentos biológicos, así como entre muchos descontentos con el orden social establecido y la moderna industria de la alimentación.

Grande Covián acierta de pleno con esta primera deficinición de la macrobiótica. A excepción del pescado, que se recomienda una vez a la semana, la macrobiótica de Ohsawa-Kushi no incluye ninguna otra forma de animal o alimento derivado de los mismos.  Las personas que nos hemos sentido atraídos por ella somos personas con intereses por lo natural, y que nos cuestionamos el sistema establecido, principalmente el uso de los medicamentos. La macrobiótica cuestiona la medicina, nos ofrece una dieta natural, un sistema con una lógica interna que nos gusta aprender y llegar a dominar, sin embargo, ese mismo sistema contiene elementos contraproducentes: bajo consumo de proteínas, escaso consumo de agua, creer que la dieta lo puede todo, la marginación de tradiciones distintas a la japonesa y otros.

FRAGMENTO 2: Asunción de la propia ignorancia

La novedad de la dieta macrobiótica actual [Grande Covián se refiere a la de 1988] consiste en la incorporación  a los principios dietéticos de los conceptos de la filosofía Zen, principalmente por George Ohsawa (1893-1966). De acuerdo con esta filosofía, los alimentos son clasificados en dos categorías: Yin y Yang. Los alimentos Yin son pasivos, mientras que los Yang son activos. La salud y el bienestar físico y mental dependen del equibrio entre Yin y el Yang, a cuyo mantenimiento contribuye la proporción adecuada entre las dos clases de alimento. En este sentido la macrobiótica es una forma simplificada de la idea hipócratica de los cuatro elementos.

El lector comprenderá que esta clasificación carece de sentido alguno desde el punto de vista del conocimiento científico de la nutrición. Quizá la tiene para los creyentes en la filosofía Zen, mas como yo no  soy experto en los  conceptos de esta filosofía, espero que el lector me perdone sin no me ocupo de esta cuestión.

El autor de Nutrición y Salud está formado en la medicina y en la bioquímica, por tanto mira a los alimentos desde esa perspectiva, pero reconoce que puede haber algo que se le escape, pues no es experto en la filosofía Zen. Otros autores han desestimado los conceptos de Yin-Yang aludiendo a que no son científicos. A mi juicio, estos elementos no son científicos porque son metáforas de las que se vale la Medicina China para orientarse sobre el tipo de remedio o alimento que le conviene a una persona en un momento dado. De la misma manera, los 4 humores hipocráticos servían a los antiguos griegos para dar remedio a las enfermedades. No hay nada de malo en usar metáforas, siempre y cuando no pasemos por alto lo que ya sabemos desde el punto de vista de la nutrición y la medicina, como ocurrió en el caso de Ohsawa (ver siguiente fragmento).

FRAGMENTO 4: La ignorancia de Ohsawa

Según Ohsawa, no hay enfermedad que no pueda curarse empleando alimentos naturales y restringiendo el agua de bebida. “Ninguna enfermedad es más fácil de curar que el cáncer, mediante el empleo de la dieta macrobiótica de grado 7”, afirma. Ohsawa dice también que ningún macrobiótico debe morir de apendicitis si emplea esta dieta. El lector habrá advertido que estas ideas de Ohsawa hacen caso omiso de los conocimientos médicos actualmente vigentes.

Por si eso fuera poco, sostiene Oshawa que el organismo humano es capaz de llevar a cabo la transmutación de los elementos químicos. Así, por ejemplo, afirma que nuestro organismo puede producir potasio (peso atómico 39) a partir de sodio (peso atómico 23) y el oxígeno (peso atómico 16). Semejante desatino supone una increíble ignorancia de los conocimientos de la química, y una negación del sentido común. Es difícil comprender la aceptación que estas fantasías encuentran por parte de algunas personas.

Grande Covián pone en evidencia la “ceguera” intelectual de la que en algún momento hemos sido presa cuando nos hemos acercado a la macrobiótica. En el post en el que analizo El zen macrobiótico, libro de Ohsawa, hablo de las declaraciones descabelladas de Ohsawa. Aún así, he de reconocer que cuando comencé a estudiar macrobiótica aprendí muchas verdades, cogí inercia y, en movimiento, se me colaron falsedades difíciles de detectar. Necesité parar, distanciarme y aplicar el sentido común.

FRAGMENTO 5: Los peligros de la dieta macrobiótica

Las deficiencias nutritivas detectadas entre los consumidores habituales de la dieta macrobiótica son: anemia, escorbuto, hipocalcemia e hipoproteinemia, como cabía esperar, dada la composición de la dieta que a cabo de reseñar.

La limitación de agua de bebida aconsejada por el sistema macrobiótico constituye otro peligro que se manifiesta por deshidratación e insuficiencia renal. […] La dieta macrobiótica es, pues, peligrosa y el lector puede cerciorarse de esta realidad consultando la literatura médica en la que, como ya se ha dicho, se describen repetidos casos de muerte en personas que consumían dicha dieta.

Un preparado macrobiótico destinado a la alimentación infantil ha causado grave retraso del crecimiento y malnutrición de niños, según se describe en la revista médica inglesa Lancet (9 de junio de 1973).

Es preciso, pues, advertir el peligro que corren quienes deciden adoptar la dieta macrobiótica en sus formas más avanzadas.

Las formas avanzadas de la dieta macrobiótica a las que se refiere Grande Covián son aquellas en las que se consume un procentaje mayor de cereales. George Ohsawa estableció una graduación en las dietas, donde el nivel  “más elevado”, según sus palabras, era el consumo único de cereal.

dieta numero 7 macrobiotica
Niveles de dieta macrobiótica (George Ohsawa, 1961).

La aplicación de versiones estrictas de la dieta macrobiótica, como las propuestas por George Ohsawa, pueden traer consecuencias devastadoras para la salud. Versiones como la de Michio Kushi, más flexibles, no llegan a ser peligrosas, aunque sí nos puede llevar a condiciones deficientes si somos personas con tendencia a ello (al frío, a la anemia, a estar muy delgado, a la debilidad) o si la prolongamos en el tiempo.

Desde mi punto de vista, solo recomendaría una alimentación basada en la macrobiótica de Kushi en casos concretos, donde por razones de salud no convenga el consumo de proteína animal ni de grasas ni lácteos ni alimentos procesados. En todos los demás casos recomendaría una macrobiótica amplia, basada en la práctica de los pueblos tradicionales.


NOTAS

  1. Referencia completa del estudio que cita Grande Covián en el fragmento 5: Zen Macrobiotic Diets. The Lancet, Volume 301, Issue 7815, 9 June 1973. Autores: J.R.K. Robson, J.E. Konlande, F.A. Larkin, P.A. O’Connor, Hsi-Yen Liu, J.M. Horner.
  2. En relación a la macrobiótica y el crecimiento de los niños también puedes consultar el post Deficiencias en niños con una dieta macrobiótica.
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Macrobiótica en “No más dieta”

basulto y macrobiótica

La macrobiótica es famosa.

La macrobiótica aparece citada en numerosos libros, a veces hablan bien de ella y a veces hablan mal. Comprendo a unos y a otros porque he llegado a entender la macrobiótica.

En esta entrada examinaremos qué dice Julio Basulto en su libro “No más dieta”.

Los siguientes títulos resumen lo que Basulto comenta sobre la macrobiótica; los he seguido con mis comentarios.

EL YIN-YANG CARECE DE VALIDEZ CIENTÍFICA

Para Julio Basulto la teoría Yin-Yang no es científica, y por tanto, invalida lo que pueda venir de ella.

El Yin-Yang es un elemento más de la macrobiótica. Si no te merece credibilidad puedes centrarte en otros elementos como la utilización de alimentos integrales, el uso mayoritario de vegetales, los productos locales, los remedios a base de alimentos, etc.

Francisco Grande-Covián, pionero de la nutrición en España y profesional muy respetado por los de su gremio, afirmaba refiriéndose al Yin-Yang que: “Como yo no soy experto en conceptos de esta filosofía, espero que el lector me perdone si no me ocupo de esta cuestión”.

RETRASOS EN EL CRECIMIENTO DE LOS NIÑOS

Mi experiencia personal me dice que personas que han sido criadas con la macrobiótica de Michio Kushi no son muy altos. Mi experiencia puede ser limitada y la muestra no ser lo suficientemente grande. Sin embargo, sí que existe un estudio en una comunidad macrobiótica holandesa donde sí que se respalda esta afirmación.

La línea negra representa el crecimiento de un niño de 8 años con dieta macrobiótica. La flecha indica el momento en que se introduce en su dieta pescado y productos lácteos. El incremento repentino de altura y peso puede estar indicando deficiencias previas.

Gráfico sobre el estudio nutricional con niños macrobióticos
Gráfico extraído del artículo de Dagnelie y Van Staveren (1984) sobre la dieta macrobiótica en niños

 

Si quieres más información sobre el estudio, visita la entrada: Deficiencias en niños con una dieta macrobiótica.

BAJA EN GRASAS Y PROTEÍNAS

Durante mis estudios en el Instituto Kushi, John Kozinski (profesor senior), comentaba una y otra vez que la macrobiótica al uso, la macrobiótica de Michio Kushi, no incluía sufientes grasas y proteínas, y que estos nutrientes, a pesar de haber estado “marginados” durante años, eran necesarios para realizar importantes funciones en el organismo. Puedes ver más en A pesar la macrobiótica come proteínas.

En una macrobiótica amplia puedes incluir los siguientes alimentos:

  • Grasas: aceite de oliva extra virgen, aguacate, frutos secos, semillas, productos lácteos enteros y biológicos (mantequilla, yogur, kéfir, quesos).
  • Proteínas: pescado, marisco, carne y huevos (aportan proteínas de alto valor biológico que no están presentes en los vegetales).

DÉFICIT DE VITAMINA B12

Estudios recientes demuestran la necesidad de suplementarnos con vitamina B12 si queremos seguir una dieta vegetariana o vegana, ya que los productos animales son las únicas fuentes de vitamina B12.

En el pasado, algunos libros de macrobiótica recomendaban productos como las algas, el tempeh o el miso como fuentes de B12. Hoy en día sabemos que no la contienen. Por ejemplo, las algas contienen sustancias muy parecidas a la vitamina B12, que incluso compiten con ella a la hora de ser absorbidas por el organismo, pero que no son vitamina B12.

Por tanto, si seguimos una dieta macrobiótica estricta con nada o muy poco de pescado, podríamos llegar a tener déficit de vitamina B12. Ver la entrada: ¿Carece la dieta macrobiótica de vitamina B12?

ALTERACION DE LA FUNCIÓN TIROIDEA

La tiorides incrementa su actividad a medida que crece la absorción del yodo. Las algas son muy ricas en yodo, de este modo, si incluimos muchas algas en nuestra dieta corremos el peligro de sufrir hipertiroidismo. Por ese motivo, en la macrobiotica amplia recomiendo usar las algas en pequeña cantidad y en sopas.

Ver la entrada: ¿Es buenos tomar algas? ¿Qué dice la macrobiótica?

COMENTARIOS FINALES

En la mayoría de sus afirmación Basulto está en lo cierto: la dieta macrobiótica de Michio Kushi se relaciona con retrasos en el crecimiento de los niños, es baja en proteínas y grasas, conlleva a largo plazo un déficit de B12 y puede alterar la función tiroidea si consumimos muchas algas. También es cierto que la teoría del yin-yang no tiene validez científica.

Lo comentado por Basulto en su libro respalda uno de los puntos clave en Macrobiótica Mediterránea: la diferenciación entre la macrobiótica de Michio Kushi y la macrobiótica amplia. La macrobiótica de Michio Kushi, más estricta y japonizada, constituye una herramienta terapéutica útil en casos muy concretos y durante períodos de tiempo cortos. Este tipo de macrobiótica es al que se refiere Basulto en su libro, y cuyas críticas están bien fundamentadas. Por otro lado, existe la macrobiótica amplia que refleja las prácticas de los pueblos que más viven. En este caso es una macrobiótica más variada, que responde a las necesidades de más personas y que presenta elementos culturales conocidos. Puedes aprender más sobre la macrobiótica amplia en entradas como Los pueblos más longevos del Mediterráneo y Primera definición de Macrobiótica Mediterránea o bien en el texto que regalo al suscribirte al blog (ver la página Empieza aquí).

Por último, afirmar que el mismo Basulto señala que “la dieta macrobiótica presenta ciertas ventajas” pero no dice cuáles.

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