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Aprende macrobiótica en ESMACA

ESMACA escuela catalana de macrobiótica

Cuando empecé a estudiar macrobiótica enseguida di con un problema: muchos cursos de iniciación pero pocos para profundizar. Aquello me obligó a hacer las maletas y cruzar fronteras.

¿Ha cambiado el panorama español de la macrobiótica desde entonces? ¿Tiene uno que seguir viajando si quiere aprender los detalles?

En la entrada de hoy me gustaría presentaros de la mano de  Daniel Mayor, consultor macrobiótico con amplia experiencia, una nueva oportunidad para aprender más macrobiótica en España.  Dani comenzó en Valencia su labor como consultor macrobiótico y profesor de shiatsu y recientemente se ha mudado a Barcelona con la intención consolidar el proyecto de la escuela de macrobiótica ESMACA.  Junto a su socia Joana Palmero, también consultora macrobiótica, licenciada en Medicina Tradicional China y Life Coach, se ha propuesto poner la macrobiótica al alcance de todos.

Aquí os dejo la entrevista:

MARIO:  Hola Dani, ¿qué tal estás? ¿Cómo has llevado la mudanza a Barcelona?

DANI: ¡Pues ha ido mejor de lo que esperaba! Joana me ha ayudado mucho a establecerme y Barcelona es una ciudad maravillosa que te acoge rápidamente. Lo más difícil ha sido dejar Altea, donde estaba desarrollando mi trabajo hasta ahora, pero guardo un buen recuerdo de todas las personas y momentos que he pasado allí. Ahora ha llegado una nueva etapa a mi vida con ESMACA y estoy muy feliz de estar en este proyecto que lleva el estilo de vida macrobiótico a tantas personas.

MARIO: Muchos de mis lectores me preguntan qué hacer para aprender macrobiótica en profundidad. Hoy en día, en España, puedes introducirte a la macrobiótica de diversas formas (libros, cursos en herboristerías, estancias de fin de semana, etc.) pero sigue siendo complicado encontrar los medios que nos permitan adquirir conocimientos profundos sobre el tema. ¿Responde la escuela ESMACA a esta necesidad?

DANI: Pues sí Mario, esta era una de las inquietudes que tuvo Joana cuando me propuso abrir la escuela hace dos años. En Barcelona existen muchos cursos cortos sobre macrobiótica, pero no existía ninguna formación continua, donde poder ampliar e ir más allá de una introducción a este estilo de vida. ESMACA cubre esa necesidad, sin dejar de lado a aquellas personas que simplemente se quieran introducir. Ofrecemos formación en tres niveles de tres años de duración, pero también damos cursos de introducción a la macrobiótica para que las personas que no la conozcan la puedan poner en práctica desde que salen de clase.

MARIO: ¿Quién imparte los cursos? ¿De dónde vienen los profesores?

DANI: Tenemos un equipo de profesores de diferentes partes del mundo, desde distintos puntos de España hasta profesores de Kushi Institute de Boston. Nuestra filosofía es que  nuestros estudiantes se puedan nutrir de diferentes puntos de vista. Edward Esko, Bill Tara, Alf Mota e Irene García son ahora nuestro equipo titular, pero iremos incorporando nuevos profesores a la formación.

MARIO: ¿Qué podemos aprender en ESMACA? ¿Podrías ponernos algún ejemplo de cómo utilizar los contenidos de los cursos a nuestra vida diaria?

DANI: Pues en ESMACA se pueden aprender muchas cosas. Para aquellos que se quieran introducir a la alimentación saludable tenemos talleres muy interesantes donde se aprende a cocinar con las algas, con las proteínas vegetales, cómo hacer desayunos energéticos, etc. Uno muy bueno para los ya iniciados en la macrobiótica es el taller de fermentos, donde se enseña a hacer productos como tempeh, natto y amasake.

>> Los que quieran introducirse en la macrobiótica tenemos nuestra formación en macrobiótica. Si solamente se quiere una introducción, el ciclo 1 de macrobiótica es nuestro curso estrella, en dos fines de semana las personas aprenden rápidamente los principios de la macrobiótica y se lo pueden llevar a casa, aprenden viendo cocinar los platos y también cocinando ellos mismos las recetas propuestas.

>> Para aquellos que quieran profundizar en la macrobiótica tenemos los ciclos 2 y 3, que forman parte del nivel 1 de macrobiótica, aquí explicamos más en profundidad en qué consisten las bases de la macrobiótica, el yin y el yang, las 5 transformaciones, diagnóstico facial, etc. y a nivel de cocina se aprende a cocinar para las 4 estaciones, se ve cómo hacer recetas para personas enfermas e incluso hay un seminario fantástico de cocina gastronómica donde se descubren platos deliciosos y muy saludables. Cuando se acaba el nivel 1 nuestros alumnos nos cuentan que entienden muy bien cómo adecuar sus necesidades diarias a la cocina, para ellos y para sus familiares.

>> Para las personas que quieran conocer la parte más medicinal de la macrobiótica tenemos los niveles 2 y 3. En ellos se aprende exhaustivamente cómo aplicar la macrobiótica a la salud, desde la parte física y emocional de las 5 transformaciones, se profundiza más en el diagnóstico, se complementa la macrobiótica con conceptos de Medicina Tradicional China para entender mejor cómo se produce la enfermedad, etc. Al final del nivel 2 los alumnos se convierten en Health Assistants, personas que saben cómo ayudar a las personas enfermas en su camino a la salud, de la mano de un consultor macrobiótico. Para aquellos que quieran dedicarse profesionalmente a la labor de consultor, el nivel 3 les proporciona las herramientas necesarias, no sólo a nivel de macrobiótica, sino también a cómo trabajar con pacientes, para ello usamos técnicas de coaching que ayudan en la consulta.

>> Y para aquellos que quieren temas muy concretos, tenemos diferentes monográficos muy interesantes; un curso de repostería para relamerse de gusto sin usar azúcar, lácteos ni huevos. Un curso llamado DETOX para depurar y eliminar peso de forma equilibrada y saludable. También un curso para las mujeres, cómo mejorar su salud desde el lado femenino.

[Pincha en el mapa para ver los diferentes cursos que ofrece ESMACA]

MARIO: ¿Qué le recomendarías a alguien que no sabe nada de macrobiótica pero que le gustaría aprender? ¿Y a quien ya sabe algo y le gustaría profundizar?

DANI: Pues le recomendaría que se apuntara a un curso, hay diferentes escuelas y personas que dan cursos a lo largo de España. En mi experiencia empecé leyendo libros pero no acababa de entender cómo realmente funcionaba la macrobiótica. Una inversión a corto plazo puede dar resultados impresionantes.

>> Y para aquellos que ya saben y quieren profundizar lo mismo, estudiar en una escuela macrobiótica. Ya no sólamente tiene que ver con lo que aprendes de los profesores, es la experiencia de compartir con otros alumnos lo que al final te hace avanzar.

MARIO: Desde el blog intento promover una macrobiótica flexible y animo a la gente a modificar recomendaciones de la macrobiótica tradicional si estas no encajan con su experiencia, al fin y al cabo la macrobiótica trata del equilibrio. ¿Qué elementos de la macrobiótica tradicional no han encajado en tu experiencia personal?

DANI: Pues principalmente las prácticas que son inviables en nuestra vida moderna, donde el tiempo para cocinar es limitado y la gente no tiene tiempo para determinadas cosas. Respeto a aquellos que enseñan la macrobiótica de esta manera, pero pienso que para hacerlo de esta manera tendríamos que vivir en una casa de campo….. Se puede vivir desde el equilibrio y jugar con el yin y el yang perfectamente en las ciudades y con otro tipo de prácticas. En la escuela promovemos este tipo de macrobiótica para los tiempos modernos, estamos ayudando a muchas personas con resultados fantásticos y están muy contentos con la vida que llevan ahora.

MARIO: Si alguien nos está leyendo y quisiera más información ¿dónde acudir?

DANI: Pues se puede poner en contacto con nosotros por email a info@esmaca.cat y estaremos encantados en ofrecerle la información que necesite sobre nosotros.

MARIO: Dani, muchas gracias por el tiempo que nos has dedicado y mucha suerte en vuestro proyecto.

DANI: Gracias a ti Mario, un abrazo.

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Telomerasa: la ciencia en busca de la longevidad

Estar joven con macrobiotica
¿Contribuye la macrobiótica a estar más joven? ¿Qué dice la ciencia?

En la época universitaria mi hermano y yo volvíamos a casa cada fin de semana y contábamos a nuestros padres los nuevos conocimientos adquiridos. Recuerdo a mi madre responder con frecuencia a nuestros apasionados relatos: “Pero… ¿hay gente que trabaja para demostrar eso?” Esa respuesta surgía cada vez que le contábamos que la ciencia había demostrado algo evidente, por ejemplo, que el ejercicio ayuda a perder peso y aumenta el bienestar. Hoy me arriesgo a volver a oír la misma respuesta de mi madre, pues vamos a ver como la ciencia demuestra que los hábitos de vida influyen en nuestra longevidad.

Recientemente acudí al evento especial que cada año celebra el Hotel  Sha Wellness Clinic, próximo a Altea. El Sha es un hotel pionero que basa su catering exclusivamente en la macrobiótica. El objetivo principal del centro es la recuperación y mantenimiento de la salud de sus clientes.  También están disponibles los servicios de un consultor macrobiótico, clases de cocina y charlas sobre alimentación y salud. La invitada estrella del evento fue María Blasco, científica española reconocida a nivel mundial por sus investigaciones sobre cáncer y envejecimiento, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y poseedora de un gran número de premios que reconocen su labor investigadora. María Blasco nos vino a hablar de su tema principal de investigación: los telómeros y la telomerasa y su relación con el envejecimiento y el cáncer.

¿QUÉ SON LOS TELÓMEROS Y LA TELOMERASA?

En cada una de nuestras células existe material genético, es decir, un paquete de instrucciones que le dice a la célula qué tiene que hacer y en qué momento. La información genética se agrupa en cromosomas (con forma de x) en cuyos extremos existen unas fundas o envoltorios llamados telómeros y que sin ellos se produciría la muerte celular. Cada vez que la célula se divide la longitud de estos telómeros disminuye. Conforme pasan los años nuestros telómeros son más cortos, lo que lleva al envejecimiento.

En 1985 se descubre la telomerasa, una proteína que reconoce los telómeros y es capaz de alargarlos de nuevo. La telomerasa está activa en el período embrionario, de manera que se alargan los telómeros que heredamos de nuestros padres y podemos así empezar nuestra vida de cero. Pero después de nacer, la telomerasa se detiene y a medida que las células se van dividiendo los telómeros se acortan y envejecemos.

La pregunta que se hace la ciencia y que personas como María Blasco intenta responder es si sería posible volver a activar la telomerasa, porque en ese caso se detendría el envejecimiento. Pero esta cuestión no está libre de problema, ya que se ha comprobado que si activásemos la telomerasa también aumentaría el riesgo de cáncer. De hecho, en las células cancerígenas la telomerasa sí que está activada. ¿Cómo activar la telomerasa sin que llegue a producir cáncer? Esa es otra pregunta cuya respuesta nos deparará el futuro.

Para comprender aún mejor qué son los telómeros y la telomerasa puedes ver el siguiente video.

¿QUÉ ACORTA A LOS TELÓMEROS?

Dejemos por el momento el asunto de la activación de la telomerasa en manos de los científicos y centrémonos en la longitud de los telómeros. Sabemos que telómeros más largos indican que el organismo es más joven, y por tanto menor probabilidades de morir a temprana edad y/o tener problemas de salud como por ejemplo accidentes cardiovasculares o enfermedades neurodegenerativas. Entonces, sería lógico preguntar qué es lo que retrasa o aumenta la velocidad a la que se acortan telómeros. María Blasco responde de forma rotunda a esta pregunta:

Sabemos que los hábitos de vida inciden de una manera muy directa en la velocidad a la que se acortan los telómeros. Por ejemplo, el estrés percibido hace acortar los telómeros; incluyendo el estrés que sentimos de pequeños o incluso el estrés sentido por nuestra madre durante el embarazo.

En esta misma línea, Elizabeth Blackburn, la descubridora de los telómeros, en una entrevista para el períodico La Vanguardia, afirma que la dieta, el ejercicio físico y la ausencia de estrés, contribuye a retrasar el ritmo al que se acortan los telómeros.

El programa de Redes de Rtve también hace eco del papel del estrés en el acortamiento de los telómeros (ver video).

Un mismo mensaje aparece de distintas formas. Los estudios científicos sobre la telomerasa corroboran lo que descubrimos a través del estudio de las poblaciones centenarias (hablamos de ello en: Longevidad, consecuencias de una vida macrobiótica) o a través del estudio de los radicales libre (hablamos de ello en: Menos carne y más vida con macrobiótica). Determinados hábitos de vida como una dieta macrobiótica (basada en plantas, sin productos procesados ni refinados, etc.), la práctica de ejercicio físico de forma regular y el tener una mente en calma, libre de estrés y preocupaciones, nos alargan la vida y  nos mantienen alejados de enfermedades cardiovasculares, el cáncer o el alzheimer.

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La macrobiótica según John Kozinski

“Date algo de tiempo, de 6 a 9 meses,  y entonces conocerás la verdad del asunto”

John Kozinski

Hoy conoceremos al consultor macrobiótico John Kozinski. Para ello nos serviremos de una entrevista realizada en 2009 por The Macrobiotic Guide, una página web que desde 1998 sirve de ayuda a todo aquel que esté interesado en la macrobiótica. Hablaremos de esta página más extensamente en futuras entradas, ahora dejo paso  al video de la entrevista seguido de su transcripción (no literal en algunos de los pasajes para facilitar su lectura).

JK [John Kozinski]: Hola mi nombre es John Kozinski, soy profesor de macrobiótica y consultor. Viajo por los EEUU y enseño en el Instituto Kushi. He estado pasando consulta durante los últimos 30 años. Empecé con la macrobiótica hace 35 años. No tenía problemas de salud,  sólo estaba interesado en el desarrollo personal. Leí un libro de George Ohsawa y 2 meses después conocí a Michio Kushi. Desde entonces he estado estudiando junto a él. Empecé a estudiar el camino de la macrobiótica de muchas maneras hace 30 años; pasando consulta y enseñando. He estado siempre enseñando en el Instituto Kushi pero también viajo alrededor de EEUU… Chicago, New York, Connecticut, a veces a nuevos lugares.

TMG [The Macrobiotics Guide]: ¿Cómo ha cambiado la macrobiótica desde que tú empezaste?

JK: Lo que yo he entendido por macrobiótica ha ido cambiando. Al principio estaba más centrado en la filosofía y algo en la salud, posteriormente se ha centrado en la salud. Y creo que ahora mis enseñanzas continúan evolucionando a medida que compruebo lo que funciona para la gente y lo que no funciona. Creo que al principio fui un poco idealístico o ideológico acerca de lo que la gente necesitaba, pero ahora me he vuelto más práctico para entender lo que la gente necesita en cuanto a su dieta y su salud, y básicamente cómo hacerlo en la sociedad moderna. Pienso que el principal cambio es comprender que  la macrobiótica es la forma tradicional de alimentarse y de vivir, lo cual es a veces muy diferente a como se nos presenta. Nosotros tenemos que hacer que esa forma tradicional de vivir se ajuste a los tiempos modernos y a las condiciones modernas.

TMG:  ¿Cuáles son los retos para la macrobiótica?

JK: Los retos, por supuesto, son cosas simples como el cocinar. Es también cómo entender y cómo aplicar la macrobiótica. Una de las cosas que he visto a lo largo de los años es que la gente piensa que hay una dieta macrobiótica y un estilo de vida macrobiótico, cuando la idea original era que existía una aproximación macrobiótica a la dieta y una aproximación macrobiótica al estilo de vida. Pienso que la gente ha olvidado eso y la gente quiere usar una fórmula pero la fórmula no funciona para la gente, especialmente para la gente que vive en los tiempos modernos. Por tanto, tenemos que ser capaces de enseñar maneras prácticas de cocinar más naturalmente y entender el equilibrio.

TMG: ¿Qué importancia tiene la intuición?

JK: Pienso que la intuición y la lógica son polos yin-yang, por lo tanto tú tienes que usar tu intuición y entonces si tu intución no es correcta tienes que usar tu lógica. Pero creo que lo que es necesario es un mejor entendimiento de los principios del equilibrio, y cómo aplicar cosas como la nutrición, la comida, la energía vital y el estilo de vida. La gente puede usar una buena aproximación lógica y también una aproximación intuitiva, pienso que intuición y lógica son dos polos que nos sirven, pero confiar sólo en tus sensaciones a veces no funciona. Confiar en tu intelecto a veces tampoco funciona. Tú tienes que usar los dos. Pienso que conforme enseñemos mejor los principios del equilibrio, la gente lo entenderá mejor. Los principios del equilibrio se aplicarán para entender mejor la nutrición moderna, que no es a menudo bien entendida. Ha habido momentos en los que la gente ha practicado un estilo de alimentación macrobiótico muy simple, algunos de forma muy rígida, lo que ha llevado a una alimentación deficiente de ciertos nutrientes tras periodos iniciales. Por tanto, nosotros tenemos que entender la nutrición moderna desde los princpios del equilibrio, lo que pienso que es una nueva área.

TMG: ¿Cómo de importante es la medicina china en la macrobiótica?

JK: La medicina china es macrobiótica desde mi punto de vista. La macrobiótica no es japonesa, pero la macrobiótica fue practicada en Japón, en China, en Asia, en India. La medicina tradicional china pienso que es una aproximación macrobiótica, porque para mi una aproximación macrobiótica es una aproximación que utiliza los principios del equilibrio. Por tanto, hay un uso de cosas que vienen de China pero nosotros hemos de actualizarlas. El uso de las plantas medicinales puede ser muy útil pero si la persona sabe usarlas en una forma práctica aplicando los principios del equilibrio. Yo lo he usado un poco y lo he recomendado a otra gente. Hay un lugar para las plantas medicinales, lo ha habido desde hace tiempo. La macrobiótica original, antes de George Ohsawa, y había una macrobiótica antes de George Ohsawa, usaba plantas medicinales; usaba tes, plantas locales,… por tanto pienso que puede ser algo que puede aplicarse, ciertas personas lo están haciendo, lo podemos usar. Yo lo llamo macrobiótica tracicional, macrobiótica asiática. La medicina china era originalmente una medicina macrobiótica.

TMG: ¿Qué importancia tiene la práctica espiritual o conectar con el corazón?

JK: Bien, de nuevo depende de cómo definas la práctica espiritual. Hay gente que lo define como algo muy alejado de este mundo… lo que haces en un monasterio. Una de las cosas que aprendí de Michio Kushi años atrás es que todo es espíritu, todo tiene una cierta esencia, energía o vitalidad. Mucha gente piensa que la espirtualidad te conecta con algo que es más grande que uno mismo y pienso que es importante para la gente hacer una práctica que le conecte con algo que va más allá de ellos mismos y que cambie sus vidas día a día. Sentir tu corazón es para mi algo similar a seguir tu intuición. Es el sentido más profundo de hacer lo que tienes que hacer e ir donde tienes que ir. Me he dado cuenta, y eso lo hemos visto a menudo en las clases, que la gente cuando come mejor y vive saludablemente empieza a estar en contacto con algo dentro de ellos que les guía. Muchas veces hay prácticas útiles para ello como la meditación, otras veces las prácticas organizadas de la religión también pueden ayudar pero depende de la persona.

TMG: ¿Qué crees que NO es macrobiótica?

JK: No ser macrobiótico es no aplicar los principios del equilibrio. La gente intuitivamente puede ser macrobiótico, pero pienso que por ejemplo comer azúcar blanco y otros productos refinados no es macrobiótico si predominan en nuestra dieta diaria. La macrobiótica se basa en los principios del equilibrio y los principios del equilibrio significa que la parte central de nuestra dieta son los cereales y las verduras.

Si vuelves a a las culturas longevas estudiadas en Ecuador, Okinawa,… tienen un sentido intuitivo del equilibrio. [Para saber más acerca de la relación entre longevidad y macrobiótica puedes mirar la entrada “Longevidad, consecuencia de una vida macrobiótica“]. En culturas como China, Japón, India, hablan acerca de la longevidad. Para mi es otra definición de macrobiótica: el camino de la longevidad. Por tanto, no ser  macrobiótico es no aplicar los principios del equilibrio. Ello no significa que no puedas tocar algo que no es natural, sólo significa que si aplicas los principios del equilibrio comerás mayormente comida natural con un cierto sentido de equilibrio. Por supuesto, estamos trabajando en ello, por eso decimos que practicamos macrobiótica, no llegamos a la perfección sólo practicamos.

TMG: Un último consejo para la gente que empieza.

JK: Para la gente nueva sugeriría que encuentren algunas guías en algún libro, consultor o profesor para experimentar esto porque entonces puedes experimentar sus beneficios. Para algunas personas las guías de algunos libros podrían ser muy estrictas, quizás necesiten otros alimentos más ricos, incluido más pescado y grasas, pero la dieta básica estará formada por cereales, verduras, legumbres y una pequeña cantidad de otros alimentos como pescado, fruta, frutos secos y semillas. Date algo de tiempo, de 6 a 9 meses, y entonces conocerás la verdad del asunto. Es útil entender como funciona, pero para mi no es más importante que su experiencia.

Para más información sobre John Kozinski puedes visitar su web: macrobiotic.com

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Las fases de la enfermedad en macrobiótica

Estamos acostumbrados a creer que la enfermedad es algo que cae del cielo. Hoy estoy bien y mañana estoy mal. Vamos al médico y nos receta el remedio. Los síntomas desaparecen y nosotros seguimos con nuestra vida. Este es un modelo en el que la enfermdad se ve como algo que viene de fuera y nos invade de forma repentina. Aplicando una serie de remedios (medicamentos) nos libramos de ella.

En macrobiótica existe otra forma de ver la enfermdad. No es mejor ni peor que la anterior, cada una tiene su momento, sino que nos ofrece la posibilidad de frenar ciertas dolencias que con el modelo anterior es dificil su prevención y en ocasiones su curación. El consultor macrobiótico americano Verne Varona enumera una serie de fases por las que pasamos a la hora de caer enfermos. A continuación comentamos estas fases.

FASE 1: FATIGA

Estar cansados al final del día o tras un período de trabajo intenso puede ser normal. Sin embargo, muchas personas experimentan un continuo estado de fatiga que nada tiene que ver con la actividad realizada. Otros síntomas que podrían acompañar la fatiga son: tensión muscular, orinar con frecuencia, sudar de forma excesiva, irregularidad a la hora de ir al baño, sofocos repentinos y menos claridad mental.

FASE 2: DOLOR y SUFRIMIENTO

Tras la fatiga llega el dolor en forma de malestar muscular, calambres, respiración superficial, ritmo cardíaco irregular, ligera inflación general, fiebre, constipados, rango de movimiento articular restringido. Mentalmente uno podría experimentar depresión, preocupación y un sentimiento creciente de inseguridad.

FASE 3: ALTERACIÓN EN LA SANGRE

El desequilibrio del organismo aumenta llegando a la calidad de la sangre, la cual determina la salud de las células del cuerpo, los tejidos y órganos. Una baja calidad de la sangre provoca condiciones como alta o baja presión sanguínea, úlceras, anemia, deficiencias nutricionales, inflamaciones graves, enfermedasdes de la piel. Mentalmente podría acompañarse de  nerviosismo crónico, hipersensibilidad, timidez, y la tendencia a sentirse confundido. La macrobiótica siempre a resaltado la importancia de la calidad de la sangre en nuestro estado de salud.

FASE 4: EMOCIONES NEGATIVAS

El progresivo deterioro de la salud lleva a la aparición de emociones negativas, tales como enfado, depresión permamente, ansiedad, frustración, desesperación, apatía o cambios repentinos de humor. Estas emociones están relacionadas con la calidad de tu sangre, los niveles hormonales y los niveles de azúcar en sangre. Con el tiempo uno puede empezar a sentir más miedos y encontrar los nuevos desafios que le presenta la vida más díficiles. Se pierde flexibilidad mental y el cuerpo se vuelve más rígido y duro.

FASE 5: ENFERMEDAD DE LOS ÓRGANOS

A medida que los factores citados en los apartados anteriores van empeorando la salud, la calidad y el funcionanmiento de los órganos y glándulas del cuerpo empiezan a deteriorarse, lo cual provoca cambios estructurales en los mismos. Esta fase de la enfermedad incluye alteraciones como la diabetes, la artereosclerosis, piedras en los riñones, cáncer y otros tipos de enfermedades. Mentalmente aparece terquedad, prejuicios, rigidez mental y física, y pensamiento que lleva al autoengaño.

La macrobiótica nos ofrece un modelo de la enfermedad que nos da herramientas para poder poner remedio antes de que llegue la enfermedad propiamente dicha, es decir la enfermedad que reconoce la medicina alopática y que se corresponde con la fase 5 propuesta por Varona.

Los remedios propuestos por Varona tienen en cuenta cómo funciona el organismo y cómo nos influyen los estímulos naturales como por ejemplo la comida y un buen descanso. Para cada fase de la enfermedad propone unos remedios específicos. Veamos:

SOLUCIONES PARA LAS DISTINTAS FASES DE LA ENFERMEDAD

Fase 1 – Fatiga:

  • Dedica tiempo para relajarte.
  • Cuida las horas de sueño
  • Incluye algunos alimentos integrales
  • Realiza ejercicio de forma regular pero en sesiones cortas. Para conocer más razones por las que practicar ejercicio físico puedes consultar la entrada “¿Por qué actividad física en una vida macrobiótica?
  • Tiempo para obtener resultados: varios días

Fase 2 – Dolores y sufrimiento:

Los síntomas podrán remitir en una o varias semanas

Fase 3 – Alteraciones de la sangre:

  • Se aplican los consejos del anterior punto de forma más estricta.
  • Recuperarse de esta condición puede llevar desde 1 semana a 4 meses.

Fase 4 – Emociones negativas:

  • Dieta equilibrada y sana basada en alimentos integrales
  • Utilización en caso necesario de complementos nutricionales. Un ejemplo de estos podrían ser los probióticos para mejorar la digestión
  • Regularización de los niveles de glucosa en sangre (para ver como influye en el estado de ánimo puedes visitar la entrada “Beneficios de una dieta macrobiótica“)
  • Ejercicio físico regular
  • Irse pronto a la cama
  • Meditar. Puedes encontrar algunos consejos en la entrada “Un enfoque macrobiótico de la forma y el espacio
  • Seguir hábitos saludables en general
  • Recibir apoyo emocional, quizás mediante alguna terapia psicológica, en caso necesario
  • Revisión de los valores y propósitos que nos guían en la vida
  • El cambio puede llevarnos de 2 a 4 meses

Fase 5 – Enfermedades de los órganos:

  • Para recuperar la salud una vez hemos llegado a esta fase se requiere un alto nivel de compromiso, lo que nos obliga a cambiar nuestra filosofía y modo de estar de el mundo
  • Una dieta equilibrada y cuidadosamente diseñada donde deben predominar los alimentos integrales
  • Complementos nutricionales específicos
  • Tratamiento con hierbas medicinales
  • Aprendizaje sobre cómo funciona nuestro organismo y cuáles son los hábitos saludables
  • Ejercicio físico diario
  • Apoyo psicológico profesional
  • Meditación
  • Esperanza e implicarse activamente en la recuperación

Para finalizar quisiéramos señalar que el modelo de “fases de enfermedad” aquí propuesto por la macrobiótica no tiene porque darse en todos los casos, pues existen enfermedades que a consecuencia de algún factor ambiental o hereditario llegan de repente. Lo útil del modelo de fases es que nos hace ver que no siempre tenemos porque esperar a que la enfermedad llegue, ni a que el médico nos recete los medicamentos, sino que podemos reconocerla en sus primeros pasos y poner remedio mucho antes de que se manifieste.

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Testimonio sobre cáncer de estómago y macrobiótica

Kitatani macrobiotica y cancer
Kit Kitatani atribuye su éxitosa recuperación a la macrobiótica. Fotografía: Kushi Institute, USA

Esta semana nos llega desde el Instituto Kushi de Estados Unidos el caso de Kit Kitatani, un hombre que en 1983 fue diagnosticado de cáncer de estómago y que considera que lo aportado por la macrobiótica fue indispensable para su recuperación.

Mireia Ellis,  subdirectora del Instituto Kushi, nos relata este caso. Os dejo con sus palabras:

Recientemente recibimos una consulta de alguien diagnosticado con cáncer de estómago, preguntándose si había gente que se hubiese recuperado de su misma enfermedad mediante el apoyo de la macrobiótica.

Inmediatamente me vino a la mente una persona que fue durante muchos años macrobiótico y apoyó al Instituto Kushi, Kit Kitatani, quien en 1983 fue diagnosticado de un cáncer terminal de estómago y al que le dijeron que solamente tenía entre 6 meses y 2 años de vida. Kit atribuye su exitosa recuperación a la macrobiótica.

Nacido en Japón, Kim tenía 51 años y trabajaba para las Naciones Unidas en Nueva York cuando empezó a tener problemas de salud, incluyendo problemas de sueño, fatiga,  apetito, y persistente escozor en su lengua.

Al buscar ayuda médica fue diagnosticado con una úlcera peptídica, pero los medicamentos no aliviaban sus síntomas.

En 1983 durante una endoscopia, los médicos descubrieron una enorme úlcera con un tumor en el centro. Al cabo de unos días le operaron y le quitaron tres cuartos del estómago. El tumor no penetró en la pared del estómago, lo cual hizo que los médicos se sintiesen optimistas y esperasen una recuperación completa. Después de un tiempo en el hospital recuperándose de la operación, justo antes de darle el alta los resultados de la biopsia mostraron que el cáncer tenía metástasis en el sistema linfático. Sus médicos a partir de entonces le consideraron un caso terminal.

Al volver a casa Kit comenzó con la quimioterapia, pero esta pronto tuvo que interrumpirse porque sus células blancas empezaron a disminuir. Su oncólogo determinó que su médula osea había parado de producir sangre, lo cual era muy inusual bajo las circunstancias de Kit. No había ningún otro tratamiento que los médicos pudiesen ofrecer.

Durante este período de pruebas, Kit y su mujer Akiko acudieron a un evento social, donde él encontró a Joyce, una nueva colega de las Naciones Unidas. Joyce estuvo luchando contra el cáncer la última vez que la vio. “Ella parecía un fantasma, se le había caído el pelo y nosotros pensábamos seriamente que pronto la perderíamos” Kit recuerda. Aún así ahora ella estaba radiante y maravillosa, lo cual despertó la curiosidad de Kit. Joyce le explicó como la macrobiótica le había ayudado en su recuperación.

Inspirado por la historia de Joyce, Kit compró libros sobre macrobiótica y encontró un consultor macrobiótico que acudía periodicamente a Nueva York. Unos meses después Kit y Akiko fueron a Boston para una consulta para Kit con Michio Kushi, durante la cual ellos se sorprendieron cuando Michio se volvió a Akiko y, sin ningun conocimiento previo sobre su condición, con precisión describió problemas de salud que ella estaba teniendo. Después de la consulta Michio y Kit dedicaron un tiempo a hablar sobre las Naciones Unidas y su tema favorito: la paz mundial. Aquello fue el inicio de su duradera amistad.

Siguiendo los consejos de Michio, Kit empezó a mejorar, y en el trancurso de 3 años el médico de Kit le anunció que el cáncer había estado ausente durante tanto tiempo que lo consideraba curado del mismo, y que Kit no iba a necesitar acudir más a la consulta.

Con la salud recuperada Kit volvió al trabajo para las Naciones Unidas, primero eligiendo un puesto como representante de las Naciones Unidas en Burma. Su trabajo para las ONU culminó con el servicio como representante-residente en Myanmar (1986-1990) y como asistente de secretario.

En 1994, Kit fundó “2050” una ONG dedicada a hacer el mundo un mejor sitio para promocionar la concienciación en la población japonesa acerca de los problemas sobre el medio ambiente, la población y la pobreza. 2050 también se centraba en aumentar el estatus de la mujer en los países en desarrollo a través de la educación y nuevas actividades.

Kit también es miembro del comité que asesora a la Fundación para la Paz y el Medio Ambiente. Él participa activamente en reuniones internacionales y charlas sobre temas globales en todo Japón al igual que en otros países alrededor del mundo.

Desde que Kit se recuperó del cáncer, ha estado compartiendo su historia sobre el papel que desempeñó la macrobiótica en su recuperación, y cómo ello continua ayudándole en su buena salud. Mientras trabajaba para la ONU fundó la Sociedad Macrobiótica de las Naciones Unidas, donde trabajadores de la ONU pueden discutir los principios y prácticas macrobióticas.

Kit y Akiko tienen una casa en Becket, cerca del Insiituto Kushi, y cuando lo visitan yo estoy siempre sorprendida de como ellos tienen la misma vitalidad y felicidad abundante como cuando los conocí por primera vez, décadas atrás. Verdaderos ejemplos de una Gran Vida, ellos son una inspiración para todos nosotros.

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