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Macrobiótica en casa, un desayuno típico

desayuno macrobiotica
Esta es la macrobiótica que hago en casa. Un desayuno típico, rápido y sencillo: cereal, verduras y semillas

Un niño de 10 años al que doy clase me preguntó el otro día qué había desayunado. Después de considerarlo un instante me decidí a decirle la verdad: “Arroz, verduras y semillas de girasol”. Expectante guarde su respuesta: “¡Búa! ¡Qué asco!”

Al decirle lo que desayuné rompí todos sus esquemas. Seguramente era la primera vez que oía que el arroz, las verduras y las semillas se toman para desayunar. Con 10 años Alberto ya tiene una memoria y unos esquemas alimenticios que sin apenas darse cuenta guían su conducta. En ocasiones los esquemas/pensamientos que tenemos no coinciden con los que nos enseñan, en este caso desde la macrobiótica, por lo que experimentamos sorpresa, rechazo o extrañeza. Estos esquemas, los cuales todos tenemos, nos ayudan en el día a día . Gracias a ellos tenemos una idea de lo que comer en cada momento del día, organizamos el menú, y sabemos más o menos qué tenemos que comprar. Pero a veces también suponen un obstáculo para el cambio. Existen estructuras mentales que bloquean el nacimiento de una nueva realidad. ¿Qué hacer para poder superarlas? En primer lugar, darse cuenta de que están ahí. En segundo lugar advertir su naturaleza, es decir, que son pensamientos, formas de ver el mundo y no realidades. En tercer lugar, probar, hacer nuevas cosas y ver qué pasa. Al hacer algo nuevo -por ejemplo desayunar arroz- observaremos cómo respondemos. Puede que las estructuras mentales reaccionen haciéndose más fuertes, y entonces seguimos con nuestros hábitos (no todo es bueno para todo el mundo). A veces el hacer algo nos proporciona buenas experiencias y entonces empezamos a cambiar lo que pensamos, dejando así paso a una forma distinta de vivir en el mundo. Todos estos mecanismos no suceden solamente con el tema de la comida sino con otros muchos temas en nuestra vida. Seamos libres de lo que pensamos y probemos nuevas cosas, quien sabe, igual nos gusta.

Volvamos al desayuno: arroz, verduras y semillas. En macrobiótica existen varias versiones o formas distintas de interpretarla. En Cuisine et Santé (Saint Gaudens, Francia) tienen una versión más espartana de la macrobiótica, que no por ello es peor, sino semplemente más sencilla. Allí aprendí a desayunar crema de arroz y ya está. ¿Cómo la cocinaban? Molían el arroz convirtiéndolo en una sémola, ponían a hervir agua, cuando empezaba a hervir vertían el arroz molido y lo hervían 10 minutos. Después lo tomábamos con tamari. La proporción de arroz-agua era de 1:6. No os podéis imaginar lo bueno que puede saber algo tan simple. Más tarde en el Insituto Kushi, incorporé las verduras y las semillas al plato. Las verduras nos ofrecen una energía fresca y ligera siempre y cuando no las cocinemos de más. Este tipo de energía viene estupenda y además va en la línea de los estudios científicos que confirman lo adecuado de tomar “verde” todos los días.

Para terminar os voy a describir el desayuno que hace unos cuantos días fotografié. Podéis ver tres platos, uno a uno:

  1. Trigo sarraceno con semillas de sésamo. El trigo de sarraceno lo puse a remojo la noche anterior. Después lo herví (1 sarraceno:2 agua) con una pizca de sal. Lo puse en el bol y lo adorné con las semillas de sésamo que ya tenía tostadas.
  2. Brócoli y acelgas. Puse un pequeño cazo con agua a hervir. Cuando empezó a hervir añadí los ramilletes de brócoli. Cuando volvió a hervir esperé 20 segundos y los saqué. Después hice lo mismo dos hojas de acelgas.
  3. Semillas de girasol. Lo único que tuve que hacer fue volcarlas al mini-bol ya que las había tostado varios días atrás

Eso fue lo que desayuné y cómo lo preparé. No me llevó más de 20 minutos y el resultado fue muy nutritivo, eso sí, extraño y poco habitual, capaz de arrancar expresiones de sorpresa en un niño de 10 años.

¿Eh, qué dices Alberto? ¿Desayunamos mañana arroz y verduras?

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6 comentarios en “Macrobiótica en casa, un desayuno típico

  1. fue una mierdaaaaaa

    1. Hola Celeste!
      Gracias por tus comentarios, todo el mundo tiene derecho a expresar sus opiniones y todos los platos no tienen porqué gustarle a todo el mundo.
      Te agradecería que extendieses tu comentario, así sería más útil a más personas.
      Un saludo

  2. Hola. Estoy empezando a comer de una forma diferente. Mas quinoa, mijo. Y otras semillas, carnes solo blancas ( Pollo pavo ) pescados y huevos, pan de arroz y maiz, y poco trigo aunque alguna vez si que como. Seriais tan amables de aconsejarme la manera mas sana de cocinar todos estos ingredientes. Gracias Maria Jesus

    1. ¡Hola María Jesús! Me alegra que estés cambiando tu alimentación en la dirección de lo natural, en consonancia con los pueblos inmunes a enfermedades modernas.

      La pregunta que me haces es muy amplia. Yo te aconsejaría el curso Cocina Cereales. Actualmente el período de inscripción está cerrado pero anunciaré el momento en que se abra. Aún así te hago un resumen:

      -Los cereales como la quinoa, el mijo, arroz integral, etc. hervidos con agua y sal. Ponlos a remojo 6-8 hrs antes de cocinarlos.
      -La carne cuanto menos hecha mejor. Biológica. Combinada siempre con verduras.
      -Los huevos pasados por agua (hervidos 2 minutos) o duros. También puedes hacer tortillas para tener más variedad.
      -Las semillas tostadas en casa, con una pizca de sal, o a remojo (6-8 hrs).

      Un abrazo, Mario

  3. Quiero aprender a comer mijo
    Es muy duro
    Como lo puedo condimentar

    1. El mijo tiene una textura seca y comerlo sólo suele costar. Tienes razón.
      Ponlo a remojo la noche antes. Usa 3 medidas de agua por 1 de mijo, para que se cocine bien.
      Acompáñalo con platos de verduras bien condimentadas.

      Otra forma es poner coliflor encima del mijo cuando lo cocines. La coliflor se hará al mismo tiempo. Al finalizar, chafa la coliflor con el mijo y tendrás un puré más sabroso que el mijo a solas. Puedes añadirle pimienta y un poquito de aceite de oliva, y/o unas semillas de calabaza o girasol tostadas.

      Atentamente,
      Mario

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