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Conclusiones de la lectura de “Cerebro de Pan” y “Sin trigo, gracias”

¡Ya acabé los dos libros!

Macrobiótica y Cerebro de pan y Sin trigo

14 horas de lectura, 34 euros, 12 hojas de notas…

macrobiótica y libros no cereales

Hace 2 semanas anuncié que iba a leer Cerebro de pan y Sin trigo, gracias,  dos libros de reciente publicación, cuyo mensaje principal es: “No comas cereales, perjudican la salud”.

Como todos sabéis, los cereales son la base de la alimentación macrobiótica. Por ese motivo creí importante leer dos libros que contradecían de manera tan directa las recomendaciones macrobióticas.

Después de leerlos he comprobado que los temas de los que hablan son muchos, y en consecuencia también pueden ser muchas sus conclusiones. Por ello, en esta entrada me  centraré en la cuestión de los cereales,  ¿A qué nos referimos cuando decimos cereales? ¿Son buenos o no? ¿Cuánta cantidad tomar? … ¿Hemos de modificar algunas de las recomendaciones macrobióticas de acuerdo a los estudios científicos que se incluyen en los libros?

Cuando hablamos de cereales, hoy en día nos podemos referir a:

  1. Los paquetes de cereales para el desayuno que venden en los supermercados, tipo Corn Flakes de Kellogg’s, Frosties, Choco Krispies,… elaborados con harina, azúcar,  aditivos y  normalmente fortificados con vitaminas y minerales.
  2. Productos elaborados con harinas, especialmente la harina de trigo, como por ejemplo: pan, pasta, galletas, bizcochos…
  3. Los granos o semillas: arroz integral, mijo, avena, el mismo trigo pero en forma de grano, la cebada y otros. Los encuentras en tiendas Bio.

¿A qué se refieren los autores cuando hablan de los cereales? A ninguno de los 3 puntos anteriores, sino al gluten.

El gluten es una parte del trigo que tiene efectos negativos en el organismo. William Davis se encarga de describirlos a lo largo de todo su libro. Efectos sobre la piel, la diabetes, las enfermedades cardíacas, el colesterol, el cerebro, la formación de un medio ácido y el envejecimiento. Aporta, en todos los casos, estudios científicos que respaldan sus palabras.

Como el gluten está en el trigo, y el trigo es el cereal más consumido, al final se utiliza la palabra “cereales” como sinónimo de gluten.

NO TOMES GLUTEN = NO TOMES TRIGO (porque el gluten está en el trigo) = NO TOMES CEREALES (porque el trigo es, con diferencia, el cereal más consumido, a veces el único).

Incluso el pan integral estaría contribuyendo a arruinar nuestra salud. Mira lo que cuentan los autores:

En la pág. 94, Cerebro de pan:

Cuando doy conferencias a miembros de la comunidad médica, una de mis diapositivas favoritas es una en la que aparecen cuatro alimentos comunes: (1) una rebanada de pan integral de trigo, (2) una barra de chocolate con caramelo y cacahuete, (3) una cucharada de azúcar blanco refinado y (4) un plátano. Entonces pido a los asistentes que adivinen cuál provoca el mayor aumento de azúcar en la sangre o, dicho de otro modo, cuál tiene el mayor índice glucémico (IG).

Nueve de cada diez veces, la gente elige el alimento erróneo. No, no es la cucharada de azúcar (IG=68), ni el chocolate (IG=55), ni el plátano (IG=54). Es el pan integral de trigo, con un IG altísimo de 71 que está a la par del pan blanco (lo cual desmiente que el comer trigo integral sea mejor que comer harinas refinadas).

En la pág. 91, Sin trigo, gracias:

De acuerdo con la sabiduría pouplar en materia de alimentación, si algo que es malo para ti (harina blanca) es reemplazado por algo menos malo (el trigo integral), entonces mucho de lo menos malo debería resultar excelente. Siguiendo con esa lógica, si los cigarrillos con alto contenido de alquitraán son malos para tu salud y los de bajo contenido de alquitrán son menos malos, entonces, muchos cigarrillos con bajo contenido en alquitrán deberían ser buenos.

Primera conclusión:

No tomes cereales con gluten como el trigo, la cebada, la espelta, el kamut o el centeno, en forma de grano y especialmente en forma de pan, blanco o integral.

Los dos autores en los capítulos finales de sus respectivos libros recomiendan consumir de forma limitada los cereales sin gluten.

El Dr. Davis en un resumen muy útil (páginas 293-296) nos recomienda tomar cantidades limitadas de cereales sin gluten: quinoa, mijo, sorgo, teff, amaranto, trigo sarraceno, arroz (integral y blanco), avena, arroz salvaje.

Por su parte, el Dr. Perlmutter escribe: “Los siguientes alimentos también pueden consumirse, pero con moderación (lo que significa comerlos en pequeñas cantidades una vez al día, o, idealmente, solo un par de veces a la semana)”. Y cita en esta categoría a los granos sin gluten: amaranto, alforfón [trigo sarraceno], arroz (integral, blanco o silvestre), mijo, quinoa, sorgo y teff.

¿Por qué  de forma limitada si en macrobiótica los tomamos a diario, varias veces al día? Por su índice glucémico elevado. El consumo de cereales contribuye a elevar el azúcar en sangre de forma brusca, ello lleva a la producción de insulina, que es la hormona encargada de almacenar toda esa energía en forma de grasa en nuestros michelines. Una dieta rica en carbohidratos también favorece la inflamación. Perlmutter recomienda tomar como mucho 60g de carbohidratos al día (más o menos 1/3 de vaso de arroz integral al día).

Segunda conclusión:

Toma de forma moderada (1/3 de vaso al día) los cereales sin gluten: trigo sarraceno, quinoa, teff, amaranto, arroz integral o blanco, mijo, sorgo.

SUGERENCIAS DE LA LECTURA A ALGUIEN QUE SIGA LA MACROBIÓTICA TRADICIONAL

Mario, después de leer los dos libros y con tu experiencia, ¿qué me aconsejarías a mí, que sigo una dieta macrobiótica?

  1. No comas el pan de panadería, refinado y  comercial. No es sólo trigo lo que lleva ese pan, sino mejorantes, aditivos etc. que lo hacen perjudicial para la salud. Además, el trigo que se utiliza es un trigo moderno, muy modificado, rico en gluten, que en muchos casos activa nuestro sistema inmune porque el organismo lo identifica como una sustancia extraña, no un alimento inofensivo.
  2. Toma pan integral, hecho con masa madre, 1 vez al día si realizas bastante actividad física.
  3. Continua tomando cereales, pero en menos cantidad de lo que recomienda la dieta macrobiotica tradicional. Un 50-60% de cereales al día puede ser exagerado en muchos casos. Ninguna población antigua ha tomado tantos cereales. Las recomendaciones de Perlmutter (60g de carbohidratos al día) pueden estar bien en el caso de que quieras perder peso, pero si realizas actividad física, estás en edad de crecimiento, tienes una constitución grande y fuerte o no tienes problemas de peso, puedes tomar entre 120-150 g/día (algo más de 1/2 vaso al día, pesado antes de cocinarlo).
  4. Introduce en tu dieta más grasas. Tiene efectos neuroprotectores. Los últimos estudios confirman que alimentos como el aceite de oliva, el aceite de coco, los frutos secos o el pescado azul contribuyen en la prevención de enfermedades como el alzheimer o la demencia. Uno de mis profesores, John Kozinski, con una dilatada experiencia en la macrobiótica, y  un estudio realizado con niños en una comunidad macrobiótica de Holanda –Deficiencias en niños con una dieta macrobiótica–  recomiendan aumentar el consumo de grasas.
  5. Aumenta el consumo de proteínas. Tras seguir unos meses la macrobiótica tradicional, mucha gente experimenta dos cosas: (a) Pérdida de masa muscular, (b) Aumento exagerado del apetito. Ambas cosas pueden estar motivadas por una falta de proteínas en la dieta, que se podría prevenir incluyendo legumbres, pescado, huevos y carne. Como guía general utiliza más legumbres y pescado, y que la carne y los huevos sean lo más naturales posible. Puedes leer el post A pesar de la macrobiótica, come proteínas.
  6. Sigue tomando muchas verduras. En mi opinión, la macrobiótica del futuro se basará cada vez más en las verduras, por su bajo índice glucémico, por su riqueza en nutrientes, porque la gran mayoría de tendencias dietéticas están de acuerdo en ello, porque las grandes tradciones de salud así lo recomiendan.

Mi experiencia: Cambios que hice en la dieta

Animado por Joana García, lectora de Macrobiótica Mediterránea, decidí llevar a la práctica lo sugerido en los libros. Esto ha sido lo que he hecho durante 2 semanas:

  1. No he tomado gluten, ni en la forma de harinas (pan, pasta, cuscús) ni en la forma de grano (trigo, cebada, espelta, centeno).
  2. He reducido la cantidad de cereales, tomando alrededor de 70-80 g al día, especialmente arroz, mijo y quinoa.
  3. He aumentado la cantidad de carne (2-3 veces semana, pequeñas raciones), pescado (4 veces semana), huevos (6 a la semana).
  4. He consumido más frutos secos a diario, 2-3 raciones de queso a la semana y algo de mantequilla, crema de semillas de lino, aguacate, más aceite de oliva, aceite de coco.

Mi experiencia: Resultados

He comprobado que:

  1. En el trabajo estoy más despierto. Noto más energía y menos períodos de somnolencia. Es un trabajo muy exigente y muy mental.
  2. Mejores sensaciones digestivas. Tengo la sensación que le he quitado trabajo  al sistema digestivo. Sensación de que el organismo fluye con más equilibrio.
  3. Necesito comer menos cantidad, quizás por el efecto saciante de las proteínas y las grasas.
  4. He sentido tener la energía suficiente para la actividad física (gimnasio, 4 veces/semana).
  5. He disfrutado más de la comida. Los alimentos ricos en grasas y proteínas están más sabrosos, eso es un hecho.
  6. Quizás el único punto en contra ha sido la aparición de un eczema en la mano derecha, ¿quizás los lácteos?

Sin duda, la lectura de Sin trigo, gracias y Cerebro de pan, da para más de una entrada. Aquí me he centrado en sus diferencias con las recomendaciones de la macrobiótica tradicional, especialmente en lo que se refiere a los cereales, pero seguro que volveré a hablar de ellos cuando trate temas como la pérdida de peso, la prevención de enfermedades o la reducción del estrés.

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23 comentarios en “Conclusiones de la lectura de “Cerebro de Pan” y “Sin trigo, gracias”

  1. Hola,

    Soy Carmen Oliver, bloguera de moda y fotógrafa. Por mi trabajo estoy profundamente interesada en llevar una vida sana y equilibrada. Te sigo desde hace tiempo y sólo quería felicitarte, me encantan tus artículos y sobre todo me gusta tu sensatez a la hora de exponer los temas.

    Muchas gracias por este post me ha parecido muy interesante.

    Saludos,
    Carmen Oliver

    1. Hola Carmen,

      agradezco tus comentarios y me alegro de que te gusten los contenidos.

      Me gusta también el hecho de que seas blogera, un mundo del que estoy aprendiendo mucho y disfrutando con las infinitas posibilidades que ofrece. No me he podido resistir y he consultado tu blog (Está muy bien!) muy visual, fotografías de calidad, como cabía esperar, y una plantilla sencilla. ¡Enhorabuena!

      Mario

  2. hola,

    Me gustaría comentar que ambos libros tienen mucha razón, sobre todo el libro de David Pelmutter.

    Desafortunadamente tuve una mala experiencia con los cereales, perdí toda la masa muscular, perdí peso, cuando el objetivo era engordar 10kg, no tenia energía, no dormía a penas. Pensaba como puede ser esto, si no como carne, pescado, huevos, frutos secos…A todo esto acidifique la sangre mucho, me diagnosticaron el síndrome de scrojen y 20 cosas mas.

    Por casualidad un día encontré estos dos libros y otro basado en dieta paleolítica.

    Actualmente peso 48 kg, tengo 26 años y mido 1,68. tengo carencias nutricionales como la vitamina D, MAGNESIO, ANEMIA,VITAMINA C Y UN LARGO ECT.
    Antes de empezar la dieta macrobiótica pesaba 56 kg y media 1,71. El objetivo era ganar 8 o 10 kg que es lo que pesaba antes de ponerme una vacuna y hacer mucho deporte llevando una dieta baja en grasa.

    Ahora me dicen que tengo el hígado inflamado, etc, ect.

    El caso es, que antes de empezar la dieta macrobiótica, mis dientes estaba bien, mi piel era fuerte, brillante, y ahora todo lo contrario, además tengo acufenos.

    recomendaría remojar cereales para quitar el acido fitico, también los frutos secos y semillas y no dejar de consumir el yogur.

    El problema de los lácteos ES LA RAZA DE LAS VACAS A1.
    La mantequilla, yogures,queso y el ghee es una buena opción.

    yo por desgracia no consigo el equilibrio ya, debido al transtorno tan grande de mi microbiota.

    un saludo !

    1. Hola Ana:
      En primer lugar, gracias por aportar tu experiencia a la comunidad de Macrobiótica Mediterránea.
      Tu experiencia es una prueba más de algunas deficiencias de la macrobiótica tradicional que ya hemos comprobado en otras ocasiones, como son la pérdida de peso no deseada, centrada sobre todo en la pérdida de masa muscular. También pasó conmigo. En cuanto al resto de signos y síntomas no tengo constancia de que sucedan a consecuencia de una dieta macrobiótica tradicional, a excepción de la vitamina B12, de la cual podemos tener carencias si prescindimos por completo de productos animales.
      Confío en que te mejores
      Un abrazo

  3. Gracias Mario,

    Me alegra ver los buenos consejos que das, ojala en mi estancia en el Sha hubieras estado tu, seguro me hubieras ayudado un montón. Cuando veo algunas fotos donde dices que tienes las manos frías, etc, me recuerdas a mi, siempre tengo las manos y pies frías, incluso ahora me pongo gorros en la cabeza y hace mucho calor.

    Por cierto muy buena idea lo de poner el pan al vapor, no se me hubiera ocurrido, todo este tiempo haciéndome daño en las encías porque el pan sin gluten esta mas duro, pero al vapor esta tan blandito…

    saludos! Ana

  4. Justo buscando recetas para hacer sin trigo he dado con este blog, he leído recientemente el libro ‘sin trigo, gracias’, para mi que no soy una persona especialmente informada en nutrición. todo un descubrimiento saber que un alimento tan del día a día como el pan, y las decenas de cosas que incluyen trigo (gluten) en su composición tenían un efecto tan insano sobre nuestro cuerpo y son los responsables de los kilos de más y de bastantes más procesos y enfermedades que pueden presentarnos a la larga.

    A medida que leía el libro las ganas de lanzarme cuanto antes a probar el estar un tiempo comiendo sin trigo eran enormes, y en ello estoy, apenas llevo 12 días pero ya puedo avanzar algunas realidades que ya he experimentado:

    – La pérdida de apetito es evidente enseguida, según explica el libro, entre otras cosas, el trigo es un estimulante artificial del apetito, algo así, vamos, que comiendo con trigo, tras comer no pasan ni dos o tres horas y ya estás teniendo hambre, picando, para de nuevo al rato otra vez, etc,,, y siempre en esa rueda, eso se corta realmente y de qué manera, resulta que cuando comes sin trigo, te acuerdas de comer cuando te da hambre, y eso me sucede muchísimo mas espaciadamente que antes, hasta el punto de comer dos veces al día, sin problema, una únicamente algunos días, o tres pero de verdad que no por nada, sino por ni siquiera pedírtelo el cuerpo, no por privación o estar agunatado ni nada.

    – Y la otra que he podido notar también muy claramente es la périda de peso, como digo llevo muy poco tiempo, pero ciertamente en apenas once días la báscula me ha dado 2 kilos y medio menos, y en plenas Navidades! Su pongo que seguiré perdiendo hasta estabilizarme en el peso que me corresponde.

    – Por indicar una tercera cosa que he notado, las comidas te saben riquísimas, uno cree que de comer siempre disfruta pero ahora verdaderamente es algo especial diría yo, no se por qué será exactamente pero es que es un momento muy gratificante y agradable ahora el de comer, es como que notas que estás verdaderamente nutriéndote y alimentándote justo con lo que tu cuerpo necesita reponer, una gozada, vamos, todo muy rico y sabroso.

    Realmente de momento no puedo decir mucho mas, me he sentido realmente feliz por dar este paso, a mi me gustaba mucho el pan, que ahora entiendo que mas que gustarme me tenía ‘enganchado’ así que no voy a negar que los primeros días es muy raro y casi por inercia vas a buscar pan en cada comida y recuerdas que no, que no hay que comer el pan, se hace extraño, pero pasados esos días, (depende de lo ‘enganchado’ que estuvieras puedes pasarlo en apenas tres dias o durar mas), pero enseguida te olvidas verdaderamente del pan, y lo que comes te sabe riquísimo.

    Esa es mi experiencia y aquí la dejo por si le vale a alguien y se anima, recomendaría de entrada la lectura del libro antes de lanzarse así a la aventura de comer sin trigo, ya que es muy claro, aporta muchísimos datos, y te queda todo muy claro para dar este cambio bien informado.

    Por cierto, que si se es vegetariano, como lo soy yo, aún parece ‘recortarse’ un poco mas los productos a comer, pero se puede, se puede perfectamente llevar una alimentación variadísima, riquísima y sana

    Salud! 😉

    1. Jorge, muchas gracias por tan completo comentario; seguro es de utilidad a muchos de los lectores de Macrobiótica Mediterránea.

      ¡Un saludo!

      1. Hola me podrías aclarar si a pueden comer quesos y lácteos gracias !

        1. Según las recomendaciones de la nutrición moderna (SENC, 2017) sí se pueden comer lácteos, incluso varias raciones al día. Según la macrobiótica más tradicional, la de Michio Kushi, los lácteos no están recomendados en absoluto. En mi práctica profesional he observado que los lácteos no tienen porque prohibirse, pero si la persona tiene problemas de piel, mucosidad, problemas respiratorios o intestinales, puede beneficiarse de una dieta sin lácteos. Saludos!

  5. ¡Buenas!
    Muchas gracias por la página, Mario, está muy bien. Recién llegada a la alimentación sana, me ha surgido una duda tras leer este post. Si el gluten de trigo es tan dañino como dice el autor, ¿es recomendable comer seitán? Porque para gluten, ese.

    1. ¡Gracias por tus comentarios acerca del blog!
      Como bien dices si el gluten no es recomendado, menos aún el seitán, ya que es gluten puro; produciría los mismos síntomas negativos que el gluten de una barra de pan.
      Parece ser que la ciencia nos demuestra poco a poco que los sustitutos “artificiales” de la carne o el pescado no son tan sanos como estos últimos. Pasa algo parecido con los productos de soja. Por esa razón tiendo a recomendar más productos animales pero biológicos, y no en mucha cantidad, que otros productos procesados para sustituirlos como el seitán, la soja texturizada o el tofu.
      ¡Un saludo!

  6. Buenas tardes!
    Los 60 gramos de carboidrato, deberian estar basados en la cantidad de carboidratos reales que contiene cada alimento. En 100 g de patatas por ejemplo, hay 20 g de carboidratos reales. O sea,si consumo 300 g de patatas al dia, estoy tomando 60 gde carboidratos… Me equivoco?

    1. Hola Ana:
      Sí, tienes razón, hay que contar basándonos en la cantidad de carbohidratos y no en el peso del alimentos que los contiene. Por ejemplo 60 g de carbohidratos equivaldría a un vaso de arroz integral cocinado; o en el caso de las patatas como dices, 300g de patatas = 60g de carbohidratos.
      Un saludo!

  7. Aprendiendo …. Qué ganas de tener un listado de los carbohidratos
    Un saludo y gracias

  8. creo que le libro nos dota de la información para tomar decisiones y no solo de seguir la dieta, por ejemplo, la cantidad de carbohidratos de consumo diaria no importa, lo que debemos prever es el indice glucemico, y los cereales son literalmente libres, una de las cosas de LDL es que su forma física es mas densa a temperaturas bajas, y podemos apoyarlo con el omega-3, el libro esta lleno de referencias par auna vida sana, los artículos científicos no me convencieron completamente, pero gracias a estas conclusiones, me daré la oportunidad de probar esta dieta.

    alguien mas se puso a investigar la procedencia de sus artículos científicos y alguien también noto que sus postulasiones son bastante extremistas, sin usar puntos grises, solo bueno o malo, y manejando sus afirmaciones de forma axiomática, siento que muchas son teorías, hipótesis y en algunos casos hasta heurísticas informativas.

    no quedo muy contento con la información adquirida, me preocupa que confunda esta nueva información, donde no puedo afirmar veracidad, aun que toca uno de los punto mas débiles en cuestión de mi opinión sobre la nutrición, y es que esta esta llena de teorías y tabúes. eso es una realidad, y hace que sus argumentos poco o muy objetivos (blanco y negro), tengan cierta valides para mi. pero definitivamente este libro ha provocado una confusión de información en mi persona.

    1. Muchas gracias por tus comentarios y tu espíritu crítico. Ello enriquece la entrada y el valor que podamos dar a la gente intersada en estos temas.
      Saludos

  9. Esta bueno tu resumen. Gracias.

  10. Yo creo que uno tiene que experimentar con su propio organismo. Hace dos meses me sentía muy mal físicamente e incluso emocionalmente e, intuitivamente, dejé el gluten y los lácteos. Resultado hasta el momento: Más energía, muchísima menos ansiedad, nada de hinchazón abdominal, disminución drástica de gases, mejora sensible de la piel, menos estreñimiento. Y sigo sumando según van pasando los días. Voy experimentando y readaptando mi dieta según voy notando efectos. Al principio tenía mucha necesidad de comer pan con lo cual hacia panes sin gluten en casa. Ahora noto que lo necesito mucho menos. Lo mismo con el dulce. Aún así sigo haciendo un bizcocho a la semana para tener algo dulce siempre a mano. Es un bizcocho hecho con harinas sin gluten, azúcar de coco, aceite de oliva y leches vegetales. A mí personalmente la dieta macrobiótica nunca me gustó mucho para mí por lo cual voy comiendo lo que me apetece pero dentro de mi nueva experiencia. Por si a alguien le sirve mi experiencia pero siempre pienso que cada uno es un mundo y no hay reglas exactas que sirvan para todos. Eso sí, estoy más de acuerdo en general con la dieta que se sugiere en Cerebro de pan que con la, para mí nefasta, pirámide nutricional o con la dieta macrobiótica.

    1. Hola Ana:
      Muchas gracias por tu aportación a esta entrada del blog. Seguro que le es útil a mucha gente.
      Atentamente,
      Mario

  11. En primer lugar felicitarte por el post, ¿podriamos llamar a esto dieta cetogenica? qued atento, saludos.

    1. Hola Matías, encantado de recibir tus comentarios.

      Respecto a tu pregunta, no llamaría “dieta cetogénica” a una dieta que siga las recomendaciones de los libros citados en el post. Es verdad que, al reducir los productos con gluten, la dieta será un poco más cetogénica, porque da la casualidad que los productos con gluten (trigo y algunos cereales más) también tienen glúcidos. Una dieta con menos glúcidos será algo más cetogénica que otra con más glúcidos.

      Yo reservaría el término de “dieta cetogénica” a la diseñada con fines terapéuticos y cuyo objetivo sea aumentar la producción de cuerpos cetónicos, sin tener en cuenta el tema del gluten.

      1. Hola Mario, llevo una dieta cetogénica desde hace unos 7 meses y aunque se reduce a 20 gr de CH netos es muy parecido a los cambios que hiciste y comentas en el artículo, aumento de grasas “buenas” y eliminación del azúcar simple, incluyendo en los beneficios la bajada de peso (16 kg sin esfuerzo) además de volumen y los índices de colesterol (análisis al principio de la dieta y esta semana pasada otro). Desterrar el azúcar, la comida procesada y los cereales y verduras y alimentos con altos IG ha sido la mejor decisión en cuanto a alimentación. Me ha gustado tu artículo, me informo bastante y no sabía si comprar algún libro, me ha sido muy útil.

        1. Hola Ruth,
          Me alegro mucho de leer lo que cuentas y de que el artículo sea instructivo. Seguro que tu experiencia sirve de guía e inspiración para mucha gente.
          Y gracias por hacer que Macrobiótica Mediterránea sea un poquito más grande con tu aportación.
          Atentamente,
          Mario

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