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Mis notas del libro: Macrobiótica, la revolución sana

macrobiotica mediterranea y varatojo

Hace unos meses, en el Instituto Macrobiótico de España, en Valencia, tuve la oportunidad de asistir a varias clases del consultor macrobiótico Francisco Varatojo. Divertido y con mucha carisma, nos deleitó con numerosas reflexiones y anécdotas del mundo de la macrobiótica. En 2014 publicó un libro en español titulado Macrobiótica. La Revolución Sana. En este post podrás ver la revisión de mis notas sobre los contenidos del mismo.

Macrobiótica, la revolución sana from Macrobiótica Mediterránea on Vimeo.

Información adicional al vídeo:

LA BANDERA YIN-YANG

Varatojo muestra en su libro una lista de alimentos enumerados según sus efectos energéticos (yin-yang). Si son más contractivos estarán más cerca del extremo yang; si son más expansivos estarán cerca del extremo yin. La macrobiótica recomienda tomar regularmente alimentos del centro, ni muy yin ni muy yang. He llamado a esta lista “la bandera yin-yang”.

 EXTREMO YANG

  • Sal
  • Huevos
  • Carne (cerdo, ternera)
  • Quesos curados y salados
  •  Aves
  • Pescado azules (salmón, atún, caviar)
  • Pescados (trucha, merluza, lenguado, emperador, sardina)
  • Moluscos y mariscos (calamares, ostras,, gambas, mejillones, almejas)
  • Cereales integrales (arroz, cebada, maíz, trigo, centeno, avena)
  • Derivados de los cereales integrales (pasta integral, cuscús)
  • Legumbres (judías, garbanzos, lentejas, habas)
  • Algas
  • Vegetales (cebolla, zanahoria, nabo, calabaza, col, brócoli, berros, puerros)
  • Semillas y oleaginosas (nueces, cacahuetes, almendras, pipas de calabaza, sésamo)
  • Frutos de clima templado (manzana, pera, melocotón, fresa, castañas) 
  • Vegetales de origen tropical (patata, tomate, calabacín, pespárrago, berenjena, pimiento)
  • Queso fresco y requesón
  • Leche
  • Yogur
  • Frutos tropicales (plátano, mango, piña, papaya, níspero)
  • Nata
  • Especias (pimienta, pimentón, guindilla, curri)
  •  Bebidas alcohólicas
  •  Azúcar
  • Refrescos
  • Chocolate
  • Helados
  • Pasteles
  • Químicos (aditivos fertilizantes, medicamentos)

EXTREMO YIN

NO HAY RESPUESTAS ABSOLUTAS

Este es el fragmento al que hago referencia en el vídeo y donde Varatojo habla sobre la necesidad de la gente de tener respuestas absolutas sobre la dieta (p. 102):

Normalmente, cuando se intenta cambiar de la alimentación, la mayoría de las personas quieren encontrar una respuestas definitiva y absoluta a la pregunta: tenemos que ser completamente vegetarianos o comer carne todos los días, comer todo crudo o quizás todo cocinado, comer según nuestro grupo sanguíneo o ese es un criterio irrelevante…Así pues, la mayoría de los practicantes de cada corriente defiende su punto de vista de forma acérrima y muchas veces intransigente, sin considerar que las circunstancias externas están en transformación permanente y que, en ese sentido, debe haber una adaptación constante al medio.

Lo importante es empezar por conocer qué se adapta mejor a nosotros e ir probando; los resultados prácticos son la mejor y más clara manera de saber si lo que estamos haciendo es adecuado o no.

Conozco a personas vegetarianas desde hace décadas que gozan de una perfecta salud, así como a vegetarianos con deficiencias nutricionales serias. Conozco a personas macrobióticas que irradian brillo y alegría y también conozco a otras que no son claramente el ejemplo típico de la salud y el bienestar.

La macrobiótica se ha interpretado a menudo como una dieta estricta, con unos “sís” y unos “nos” muy claros, y eso era lo que mucha gente buscada (respuestas absolutas), pero decantarse por ese tipo de macrobiótica, desde mi punto de vista, es restarle capacidad sanadora a la misma. Para que la macrobiótica contribuya a la felicidad de la gente, ésta debe ser un conjunto de principios que nos ayude a tomar decisiones más que una lista de órdenes.

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¿Es bueno tomar algas? ¿Qué dice la macrobiótica?

macrobiotica platos con algas

Tres hechos hicieron que cambiase mi opinión sobre las algas:

1

Un amigo nutricionista me comentó que a sus clientes que querían ganar peso no podía recomendarles algas. La razón: que su metabolismo aumentaba.

2

Una señora a la que pasé consulta me contó el caso de su hija, la cual a raíz de aumentar su consumo de algas desarrolló un hipertiroidismo inducido por algas. Ya querían operarla. Afortunadamente, otro médico, consciente de la relación algas-hipertiroidismo, recomendó dejar las algas y esperar a ver qué pasaba. Tras dejar las algas el hipertiroidismo desapareció y no fue necesaria la operación.

3

La lectura de un artículo escrito por el nutricionista Julio Basulto como respuesta a una lectora que le preguntaba en su web si era conveniente o no tomar algas. En este enlace podéis ver el esto: ¿Es conveniente tomar algas?

En mi formación de macrobiótica, en varias partes del mundo, me contaron que las algas son un alimento rico en minerales y por ese motivo conviene incluirlas en la dieta. Se recomienda utilizarlas en poca cantidad, el tamaño de un sello, para hervir cereales o legumbres,  o bien en mayor cantidad para elaborar platos de algas. Algunos ejemplos de estos platos son zanahoria y nabo salteados con alga arame o ensalada de alga wakame con pepinos. Nadie me advirtió sobre los efectos secundarios de comer muchas algas.

Nadie nos advierte del efecto secundario de comer muchos cereales (ver la entrada en la que cuento mi experiencia al respecto en Comer muchos cereales no es macrobiótica). Nadie nos advierte de los efectos secundarios de comer muchas legumbres (sólo un profesor de todos los que tuve comentó que si tomásemos todas las proteínas que necesitamos de las legumbres, no caminaríamos, sino que flotaríamos debido a los gases). Nadie nos advierte de los efectos secundarios de comer muchas verduras y otros alimentos estrella en macrobiótica. En mi opinión todos los alimentos tienen sus pros y sus contras y el hecho de que utilicemos unos más que otros es porque los beneficios superan con creces a los perjuicios, pero eso no debe relajarnos y pensar que todo lo catalogado como bueno es bueno en todas circunstancias, existiendo factores que los pueden convertir en un momento dado en perjudiciales.

Volvamos a las algas.

Teniendo en cuenta los tres hechos al principio contados, llegué a la siguiente conclusión:

1.-Como dice Julio Basulto en su artículo, no consumimos algas desde la infancia como hacen los japoneses. Quizás, por ello, el efecto que nos provoque sea distinto y es posible que hasta perjudicial. Otro ejemplo de este tipo de efecto, pero en el sentido opuesto, es el de la leche. Los europeos la toleramos mucho mejor que los japoneses.

2.-Le doy más importancia a las ocasiones en las que mis profesores me recomendaron usarlas en pequeña cantidad. Puede que ese sea el modo correcto de usarlas, al menos para quienes vivimos en el Mediterráneo y no hemos comido algas desde la infancia, en pequeña cantidad, de la misma manera que hacemos con la sal, el vinagre o el limón.

3.-Otros autores destacan sus propiedades beneficiosas: (a) Steve Gagné: las algas contienen ingredientes que nos ayudan a luchar contra las bacterias, los hongos y los virus. (c) Odile Fernández: una cosa que podemos hacer para estimular el sistema inmune es introducir algas en nuestra dieta. (c) Jean Seignalet: las algas constituyen una fuente de oligoelementos, encontrando en ellas zinc, cobre, manganeso, silicio, selenio, cobalto, cromo y rubidio. Estos datos me hacen pensar que aunque pueden aportarnos  ingredientes importantes para la salud esos mismos ingredientes la pueden arruinar (como el yodo excesivo), por tanto, este hecho me aconseja el tomarlas en poca cantidad y, no tomarlas en absoluto, si el cuerpo experimenta algún tipo de rechazo hacia ellas.

Referencias bibliográficas

Steve Gagné (2008). Food Energetics. The spiritual, emotional and nutritional power of what we eat. Editorial: Healing Arts Press. Vermont.
Odile Fernández (2013). Mis recetas anticáncer. Alimentación y vida anticáncer. Editorial: Urano. Barcelona.
Jean Seignalet (2001). Alimentación, la tercera medicina. Editorial: Integral. Barcelona.
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Entrevista con Federico Marro, cocinero, consultor y viajero macrobiótico

macrobiotica entrevista

 

La macrobiótica no tiene dueños. Puede ser propiedad de hippies y alternativos o de gente con dinero y bien posicionados. La suerte es que la naturaleza no hace distinciones y los beneficios los da a unos y otros.

En mi viaje por el mundo de la macrobiótica he coincidido con personas únicas, que me han aportado conocimientos, entendimientos y formas de vivir la macrobiótica que han configurado lo que constituye hoy mis enseñanzas. Entre estas personas se encuentra Federico Marro, un italiano afincado ahora en la Costa Blanca, y que lleva a sus espaldas más de 12.120 kilómetros de ruta macrobiótica, sin contar el viaje de vuelta. Hace unos días tuve la suerte de reunirme con él y disfrutar de sus historias a lo largo y ancho del planeta. Federico contestó a las siguientes preguntas:

  1. ¿Cómo empezaste en la macrobiótica?
  2. ¿Notaste algún cambio cuando empezaste a comer de forma macrobiótica?
  3. ¿Cómo reaccionaron los de tu alrededor, familia y amigos?
  4. ¿Cómo ha sido el camino que seguiste tras ese primer contacto con la macrobiótica? ¿En qué escuelas has estado?
  5. ¿Qué es la macrobiótica para ti?
  6. ¿Hay algún profesor o consultor de macrobiótica que recuerdas en especial?
  7. A veces hablo de la macrobiótica tradicional y la macrobiótica moderna… ¿Crees que es útil hacer esa distinción?
  8. ¿Qué cambiarías de la macrobiótica?
  9. ¿Qué le dirías a alguien que simplemente quiere comer un poco más sano, perder algo de peso o tener más energía y está considerado la macrobiótica como una opción?
  10. ¿Cómo es un día normal en la vida de Federico Marro?

A continuación puedes escuchar la entrevista mantenida con él. Más abajo encontrarás información complementaria.

MACROBIÓTICA ZEN o EL ZEN MACROBIÓTICO

El zen macrobiótico es el primer libro que Federico leyó sobre macrobiótica. Su primera lectura fue casi un jeroglífico para él, pues estaba lleno de ingredientes que desconocía. Para saber más acerca del libro puedes pinchar en él y te llevará a un post escrito sobre el mismo.

CUISINE ET SANTÉ

Cuisine et Santé es una escuela de macrobiótica localizada en el sur de Francia, en un pueblecito llamado Saint Gaudens, a noventa kilómetros al sur de Toulouse. Esta escuela fue fundada por René Lévy, estudiante de George Ohsawa. Constituye el primer centro en el que Federico estudia la macrobiótica en profundidad.

ONE WORLD CAMP

One World Camp es el nombre que reciben una serie de campamentos en los que se difunden las enseñanzas macrobióticas. Se organizan en varios países como por ejemplo Inglaterra, Portugal, Italia o España. Normalmente en verano. Aparte de servir comida macrobiótica también se ofrecen charlas y actividades que promueven la salud y el bienestar. En ellos Federico conoció a la persona que le acabaría llevando a su actual centro de trabajo.

INSTITUTO MACROBIÓTICO DE PORTUGAL

El Instituto Macrobiótico de Portugal está dirigido por Francisco Varatojo, consultor macrobiótico de renombrado prestigio internacional. Profesor incansable y carismático, que participa en numerosos cursos de formación tanto en España como fuera de ella. Federico estudia en este instituto “los niveles” o formación macrobiótica oficial.

IONIA, COMUNIDAD MACROBIÓTICA EN ALASKA

Ionia es una comunidad macrobiótica en Alaska, o mejor dicho, una comunidad que busca otra forma de vivir a la convencional, en sintonía con el medio ambiente, y en esa búsqueda se utiliza la macrobiótica. Federico pasa allí una temporada como voluntario donde no sólo aprende de alimentación sino sobre una nueva forma de estar en el mundo.

SHA WELLNESS CLINIC

Sha Wellness Clinic es el lugar de trabajo de Federico Marro en el momento en que se realiza esta entrevista. Sha es una clínica del bienestar ubicada cerca de Altea, donde se utilizan algunos de los principios de la macrobiótica como base para diseñar un tipo de nutrición saludable, alejada de las versiones antiguas y poco flexibles, y acercándola a un estilo más mediterráneo y gourmet.

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La personalidad del macrobiótico estricto

¿Estás probando la macrobiótica y no sabes si lo estás haciendo bien? ¿Sientes que te apetecen mucho alimentos que no están incluidos en la dieta? ¿Te ha empezado a resultar incómodo acudir a reuniones sociales porque no te gusta lo que sirven para comer?

En este post encontrarás respuestas a estas preguntas.

Una de las asignaturas que más me gustó de la carrera de Psicología fue Psicología de la Personalidad. En su día me dolió admitirlo porque parecía un hecho en contra de la libertad, pero todos encajamos en uno u otro patrón, como salidos de un molde de magdalenas.

Durante mis años de estudiante de macrobiótica y otros tantos como consultor, sumado a mi experiencia personal, he podido identificar un tipo de personalidad que tiene más probabilidades de usar la macrobiótica de forma errónea, sacando de ella más problemas que beneficios, sobre todo a largo plazo. Veamos cuales son los rasgos de este tipo de personalidad al cual he llamado el Macrobiótico Estricto (ME).

PERFECCIONISTA

El ME es perfeccionista. Para él es fácil ser disciplinado, seguir unos pasos, por nuevos o complicados que parezcan confía a ciegas en los resultados y aplica lo que aprende con tesón. Ante una receta o recomendación realiza multitud de preguntas, como si de los detalles dependiese su vida.

BÚSQUEDA DE LO ALTERNATIVO

El ME no está conforme con el modo de vida establecido, con las convenciones. Le gusta sentirse diferente, pensar que piensa y actúa diferente, y está convencido de que esas diferencias le hacen mejor que los demás. Puede estar asociado a corrientes de pensamiento alternativo (hippies) o movimientos de protesta social.

INDEPENDIENTE

Al ME le da igual lo que los demás puedan pensar sobre él. Se apoya en las opiniones de su pequeño grupo y en las creencias de que es mejor que los demás o de que sabe más y los demás no entienden. Es habitual que se prepare la comida en casa y la lleve al trabajo o a las reuniones sociales, sin importarle los comentarios. A veces los esfuerzos que supone el comer su propia comida conlleva más problemas que los propios beneficios que se derivan de su consumo; por ejemplo: tener que madrugar para prepararla, o la falta de tiempo para otras cosas porque ha de cocinar.

GUIADO POR LO CONCEPTUAL

El ME reduce la comunicación con su cuerpo y empieza a decidir qué comer desde su mente. En momentos puntuales el cuerpo se revela y puede tomar un alimento concreto. Recuerdo que en momentos puntuales durante mi época de macrobiótica estricta me apeteció intensamente queso fresco en invierno y melón o sandía en verano. No me pude resistir y ambas cosas me sentaron de maravilla. Ahora entiendo que eran reflejo de deficiencias que mi cuerpo reconocía pero mi mente no.

En este sentido Steve Gagné señala respecto a la macrobiótica:

Debido a la asociación entre la dieta y la recuperación de la salud y el miedo a la enfermedad  que a menudo acompaña su practica, sus seguidores están especialmente dispuestos a renunciar a su propio criterio y siguen las reglas dictadas por otros a los que perciben como conocedores de la verdad.

La causa de que la gente se vuelva desequilibrada con una dieta macrobiótica es la misma que con cualquier otra dieta de moda: la gente elije su comida desde un conjunto de criterios estrictamente dictados y limitados.

TENDENCIA A LO NATURAL

El ME profesa un alto aprecio por los alimentos naturales, creyendo que por el hecho de ser naturales serán buenos y suficientes para su organismo. Esta tendencia hacia los alimentos naturales puede llevarle a enmascarar una falta de nutrición, es decir, a una carencia en proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, y otros nutrientes. El hecho de que coma natural no quiere decir que no pueda tener carencias. Puedes ver más en A pesar de la macrobiótica come proteínas o La macrobiótica también necesita cambios.

CUERPOS DELGADOS

El ME suele tener un cuerpo delgado por naturaleza. Ese tipo de cuerpo se relaciona con rasgos como el perfeccionismo y la autodisciplina. Debido a la falta de proteínas y grasas en la dieta macrobiótica estricta la delgadez de acentúa aún más, lo cual trae discusiones con familiares o amigos.

Montse Bradford cita como posibles causas de un exceso de delgadez a las dietas muy estrictas, saladas, con mucho cereal y poca variedad (como algunas versiones de macrobiótica estricta). También el adoptar una dieta únicamente de origen vegetal podría ser causa de un descenso brusco de peso; dice a este respecto: “El cuerpo no está habituado y es peligroso. Es mejor hacer una transición”.

¿CÓMO USAR ESTA DEFINICIÓN?

Elaboro esta definición para poder detectar con mayor facilidad los casos en los que la macrobiótica se utiliza de forma errónea. La macrobiótica constituye una herramienta para la promoción de la salud y la energía,  y como toda herramienta puede usarse mal o bien. Que tengamos uno o varios de estos rasgos no quiere decir que estemos utilizando la macrobiótica mal, del mismo modo que el no tenerlos no asegura que lo vayamos a hacer bien. Estos rasgos son simplemente señaladores que nos pueden ayudar a ver lo que en muchas ocasiones puede ser invisible para nosotros mismos: que la macrobiótica me está apartando de la vida (cuando se supone que tiene que ser lo opuesto).

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La OMS declara cancerígenos la carne y los productos cárnicos procesados

macrobiotica cancer carne
¿Tomo o no tomo carne entonces? ¿Qué aconseja la macrobiótica moderna?

Justo el mismo día en que me encontraba repasando las líneas que Marvin Harris escribió sobre el papel sagrado que desempeña la carne en la mayoría de las culturas, la OMS reconoce el efecto cancerígeno de la misma.

Cuando dos hechos opuestos se dan simultáneamente tiendo a pensar que existen variables que lo pueden llegar a explicar. Estos son los dos aspectos contradictorios que en este caso se dan al mismo tiempo.

LA CARNE, UN ALIMENTO RESPETADO

Según el antropólogo Marvin Harris, la carne es un alimento buscado y respetado por la mayor parte de las culturas alrededor del mundo.  En el capítulo “Ansia de carne” de su libro Bueno para comer encontramos los siguientes puntos a favor del consumo de carne:

1. “Pese a los modernos descubrimientos que vinculan el exceso de consumo de grasas animales y colesterol en las sociedades opulentas con ciertas enfermedades degenerativas, los alimentos de origen animal tienen una importancia más decisiva para una alimentación sana que los de origen vegetal. No quiero decir que los primeros sean tan buenos para comer que podamos prescindir completamente de los segundos. Lo mejor que podemos hacer es consumir ambos. Trato de afirmar, más bien, que aunque la vida puede sustentarse en alimentos vegetales, el acceso a los de origen animal asegura la salud y el bienestar mucho más allá de la mera supervivencia”. p26-27

Sólo el 1 por 100 de la población mundial desdeña voluntariamente cualquier tipo de comida cárnica y menos de una décima parte de ese porcentaje se compone de veganos auténticos (p.30)

2. Muchos antropólogos encontraron aprecio y anhelo de carne en muchos de los pueblos que estudiaron; no olvidemos que la macrobiótica moderna se fija en las costumbres y hábitos de dichos pueblos, los cuales gozaban de buena salud. Varios ejemplos:

  • Los sharanahuas están continuamente preocupados por el problema de la carne; hombres, mujeres y niños pasan un tiempo exagerado hablando de ella.
  • Para los kaingang la carne es el producto principal de la dieta, todo lo demás es guarnición.
  • Los amahuacas dicen que no hay comida completa sin carne.
  • Para los sirionos la carne es el producto más deseado
  • La carne supera a todas las demás formas de comida en la estima y conversaciones de los shavantés.
  • Incluso en muchas tribus existe una palabra específica para designar al hambre de carne. Entre los canaes de la Amazona ii mo plan siginifica “tengo hambre”, pero iiyate siginifica “tengo hambre de carne”.

3. Tanto los humanos como nuestros primos los primates prestan una especial atención a este tipo de alimentos [de origen animal] porque éstos reúnen unas características especiales que los hacen excepcionalmente nutritivos. ¿Qué es lo que los hace especialmente nutritivos?

  • En primer lugar, constituyen una fuente de proteínas mejor, por porción cocinada, que la mayor parte de los alimentos de origen vegetal.
  • La carne, el pescado, las aves de corral y los derivados lácteos constituyen, además, fuentes concentradas de vitaminas, tales como la A, el complejo vitamínico B en integridad y la vitamina E. Y son la única fuente de vitamina B12, cuya carencia produce anemia perniciosa, trastornos nerviosos y comportamientos psicóticos”.
  • Los alimentos de origen animal aportan, asimismo, fuentes concentradas de los minerales esenciales. El hierro, indispensable para el transporte del oxígeno en la sangre, se presenta en mayor abundancia y en una forma más utilizable en los alimentos de origen animal -con excepción de la leche- que en hojas de las espinacas y demás plantas comestibles de carácter hojoso.

4. Añadir pequeñas cantidades de alimentos de origen animal puede evitar trastornos como el beri beri (causado por falta de B1, ocurre cuando refinan la harina) o la anemia (causada por el consumo de fibra excesiva).

LA CARNE, CAUSA DE ENFERMEDADES

El mismo Marvin Harris reconoce que “una de las carencias notorias de este tipo de productos [la carne] es la fibra, la cual, paradójicamente, no es un nutriente. La fibra añade masa y relleno al contenido del intestino grueso, facilita el movimiento peristáltico y se excreta sin ser asimilada. Los indicios de una posible relación entre las dietas deficientes en fibra y el cáncer de colon no deben tomarse a broma”.

Macrobiotica y consumo de carne

En el ejemplar de septiembre de 2014 de National Geographic, en el cual hablan de la evolución de la dieta, citan varios estudios sobre el efecto perjudicial del consumo de carne:

Estudios recientes confirman que aunque los humanos llevan dos millones de años comiendo carne roja, consumirla en gran cantidad aumenta la prevalencia de la aterosclerosis y el cáncer en la mayoría de las poblaciones, y no solo por culpa de las grasas saturadas y el colesterol. Nuestras bacterias intestinales digieren un nutriente de la carne llamado L-carnitina disparaba la formación de placas de ateroma. Las investigaciones también han demostrado que el sistema inmunitario humano ataca a un azúcar de la carne roja llamado Neu5Gc, una respuesta cuyos efectos inflamatorios son mínimos en los jóvenes, pero que con el tiempo pueden a llegar ser carcinógenos.

LAS VARIABLES QUE HACEN LA CARNE BUENA O MALA

Al encontrar argumentos a favor y en contra del consumo de carne, nos vemos obligados a profundizar en el asunto y así poder llegar, o al menos acercarnos, a saber en que situaciones es beneficiosa y en cuáles no.

Las variables que se desprenden de mis lecturas, como las citadas más arriba, y otras fuentes son:

1. La calidad de la carne. A mayor frescura, vida al aire libre, criado con pastos, etc. menos efecto perjudicial.
2. Las sustancias añadidas: nitratos, clembuterol, potenciadores del sabor, azúcar, colorantes (puedes miras los ingredientes del salchichón de tu nevera)… A menos sustancias añadidas, mejor será la carne para nuestra salud.
3. Consumo de fibra. Llevar una dieta baja en fibra haría la carne más perjudicial. Cuando desde la tendencia Paleo nos recomiendan tomar grandes cantidades de carne, están olvidando que nuestros ancestros no se alimentaban solo de carne, la mayoría de las veces no daban con la presa y reducían su dieta a tubérculos y otras verduras y frutos. La carne suponía un 30% de su consumo total calórico, pero pasaban períodos de escasez. Las plantas suponían un 70% de su ingesta calórica.
4. El ejercicio. Al realizar ejercicio físico intenso tendría más sentido para el organismo el tomar alimentos concentrados (alimentos de procedencia animal, incluyendo la carne).
5. La frecuencia con la que vamos al baño. Si hacemos de vientre una o más veces al día, el tiempo que permanecería los restos de la carne en nuestro sistema digestivo sería reducido y las toxinas generadas harían menos daño (los animales carnívoros tiene el intestino muy corto).

LA CARNE PROCESADA ES PEOR QUE LA CARNE

En su nota de prensa la OMS distingue entre carne roja, que clasifica en el grupo “Probablemente carcinógena para los humanos”, y la carne procesada, que clasifica en el grupo de “Carcinógena para los humanos”. Describen los dos tipos de carne como sigue:

Carne roja se refiere a todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra.

Carne procesada se refiere a la carne que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. La mayoría de las carnes procesadas contienen carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre.

Ejemplos de carnes procesadas incluyen frankfurters (perros calientes/hot dogs/salchichas), jamón, salchichas, carne en conserva (corned beef), y cecina o carne seca, así como carne en lata, y las preparaciones y salsas a base de carne

CONCLUSIÓN

De acuerdo a una macrobiótica moderna, donde se integran las formas de alimentarse de los pueblos más longevos y los avances científicos, se recomendaría el consumo de carne roja, pero menos o nada el consumo de los alimentos cárnicos procesados. Esta carne roja debería de ser de la mejor calidad posible y alimentada con pastos.

Para asegurarnos de que la ingestión de carne nos aporte más equilibrio y salud del que nos quita, deberíamos regular su cantidad en función de variables como por ejemplo: el clima, la cantidad de ejercicio, la frecuencia con la que vamos al baño, la cantidad de fibra que ingerimos y el padecer o no enfermedades específicas que desaconsejan o aconsejan su consumo.

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