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Lecciones de “El Estudio de China” para perder peso

Bill Clinton come macrobiótica
“¿Qué dieta está siguiendo?” le preguntaron a Bill Clinton tras una pérdida de peso importante. “Vivo básicamente de legumbres, cereales, verduras, fruta y evito los lácteos”

En una entrevista reciente en la CNN al ex-presidente de los EEUU Bill Clinton, este abordó la cuestión de los rumores acerca de su dramática pérdida de peso y el cambio en sus hábitos alimenticios. Cuando se le preguntó sobre qué tipo de dieta estaba siguiendo, respondió: “La respuesta más corta es que estoy siguiendo una dieta basada en plantas. Vivo básicamente de legumbres, cereales, verduras, fruta y evito los lácteos”.

¿PUEDO PERDER PESO CON UNA DIETA BASADA EN PLANTAS?

En el Estudio de China, el Dr. Colin Campbell responde de forma rotunda a esta pregunta:

La solución a la pérdida de peso es una dieta basada en plantas y en alimentos integrales, unida a una cantidad razonable de ejercicio físico. Esto supone un cambio a largo plazo del estilo de vida, mas que una solución de moda, y ello puede proporcionar una perdida de peso duradera mientras que minimiza el riesgo de sufrir enfermedades crónicas.

Numerosos estudios científicos confirman la cita de Campbell:

  • Estudio de Shintani, Hughes, Beckham y cols. publicado en American Journal of Clinical Nutrition 53 (1991). Personas con sobrepeso podían comer todo lo que quisieran de alimentos bajos en grasa, integrales y basados en  plantas. En 3 semanas perdieron una media de 6 kilogramos.
  • Estudio de Barnard R.J. publicado en Archives of International Medicine nº151 (1991).En el Centro Pritikin -centro que aplican la nutrición y el ejercicio para la prevención de enfermedades cardiovasculares- 4500 personas que estaban asistiendo a su programa de 3 semanas obtuvieron resultados similares a los del estudio anterior. A través de una dieta en su mayor parte basada en plantas y realizando ejercicio físico, el centro encontró que sus clientes perdían un 5.5% de su peso.
  • Nicholson, Sklar, Barnard y cols. publicado en Prevention Medicine nº29 (1999). En este estudio personas con diabetes son puestas bajo una dieta basada en plantas baja en grasa y logran perder una media de 6 kgrs. en 12 semanas.
  • Ornish, Scherwitz, Billings y cols. publicado en JAMA (The Journal of the America Medical Association) nº 280 (1998). Personas puestas bajo una dieta basada en plantas con el objetivo de  prevenir enfermedades cardíacas, pierden una media de 9 kgrs.después del primer año.

Estos estudios demuestran que una dieta basada en plantas nos ayuda a perder peso.

¿EN QUÉ CONSISTE UNA DIETA BASADA EN PLANTAS?

Por “plantas” entendemos:

  • Cereales
  • Legumbres
  • Verduras
  • Frutas
  • Semillas
  • Frutos secos
  • Algas

Y “basada” quiere decir que la mayor parte de la dieta está compuesta por los alimentos anteriores, pero estos no son los únicos que se incluyen. En la dieta también puede figurar pequeñas cantidades de productos animales como huevos, carne, pescado, etc.

¿POR QUÉ PUEDE QUE NO FUNCIONE LA DIETA BASADA EN PLANTAS?

La macrobiótica tal y como la entendemos en este blog, se puede considerar una dieta basada en plantas. Por esta razón hemos de señalar su utilidad si tu objetivo es perder peso. Pero antes de iniciar una dieta de estas características hemos de advertir tres aspectos que pueden anular sus efectos adelgazantes. Estos aspectos son:

  1. La ingestión de carbohidratos refinados, como por ejemplo: dulces, galletas, pastas y harinas blancas, etc. Los alimentos refinados son ricos en azúcares y almidón, en ocasiones también en grasas (galletas, bollería), lo que contribuye al aumento de peso Además el azúcar produce otros efectos adicionales que dificultan la pérdida de peso (ver la entrada “Supera la adicción al azúcar con macrobiótica“). Aunque alguien sea estrictamente vegetariano, si consume este tipo de alimentos refinados tendrá problemas para perder peso.
  2. La falta de ejercicio físico. El no practicar ejercicio físico de forma regular contribuye notablemente al aumento de peso y en consecuencia a la dificultad de perderlo cuando ponemos medidas para ello, como por ejemplo una dieta basada en plantas.
  3. Predisposión genética a tener sobrepeso. En estos casos se recomienda ser muy riguroso en la dieta y en el régimen de ejercicio físico.

Por último el Dr. Campbell recomienda que para perder peso se realicen cambios en la dieta y el estilo de vida de forma que se puedan mantener a largo plazo. Las dietas “rápidas” y famosas en muchas ocasiones acarrean problemas de salud: alteraciones renales o hepáticas, complicaciones cardíacas, cáncer, problemas óseos y otros. Considerar la pérdida de peso como una carrera no funciona; sólo hace que la persona que se pone a dieta tenga más prisa para terminarla y volver a los hábitos alimenticios que la puso en la necesidad de perder peso.

Si te interesado/a en perder peso a través de una alimentación macrobiótica puedes visitar también los posts:

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Lista de Daniel Reid para una alimentación macrobiótica

Daniel Reid es un famoso autor estadounidense que escribe sobre filosofía oriental y curación a través de medios naturales. Uno de sus libros más famosos es “El Tao de la Vida Sana”, en el cual nos habla sobre los métodos de desintoxicación. Hacia el final del libro y en forma de resumen escribe sobre los hábitos alimentarios de una manera resumida, en forma de lista, para poder pegarla en la nevera de la cocina… Y yo me dije, ¿y por qué no en el blog de Macrobiótica Mediterránea?

LISTA DE HÁBITOS ALIMENTARIOS RACIONALES

Basado en el libro de Daniel Reid, El Tao de la Vida Sana

1. PROHIBIDO CIRCULAR A MÁS DE 80

No comer a menos que uno tenga hambre, y cuando se coma, quedarse al 80%. Si comemos demasiado aunque todo sea ecológico y de buena calidad arruinará nuestra digestión. Esta recomendación coincide con lo que nos aconsejan las personas centenarias de la isla japonesa de Okinawa. Más consejos de personas centenarias en la entrada Longevidad, consecuencia de una vida macrobiótica.

2. SENCILLEZ

Tanto al cocinar en casa como cuando vamos a un restaurante,  las comidas han de ser sencillas. Ello contribuirá a facilitar nuestra digestión y por tanto nuestra salud. Todo eso no quita que algún día queramos disfrutar de los sentidos y comer al estilo Ferrán Adriá.

3. NADA DE ACEITES HIDROGENADOS

Los aceites hidrogenados son aquellos que han sido modificados (añadiéndoles hidrógeno).  De esta manera se pueden fabricar margarinas (porque el hidrogeno hace que los aceites vegetales sean sólidos) y otros productos industriales (bollería, platos precocinados, etc.).

Odile Fernández en su libro “Alimentación Anticáncer” nos cuenta que “son grasas difíciles de digerir y sobre todo muy inflamatorias y muy dañinas para nuestro cuerpo. Estas grasas producen un incremento en la incidencia de cáncer, diabetes tipo 2, obesidad, infartos de miocardio y tromboembolismos”. No es de extrañar que Daniel Reid contemple el evitar este tipo de grasas como uno de sus puntos principales.

4. ADAPTAR EL PLATO A LOS ALREDEDORES

Adecuando lo que comemos a lo que tenemos alrededor, sea clima, condiciones laborales, relaciones personales, etc. conseguiremos el equilibrio. Hoy en día se suele oir que nuestra alimentación ha de ser equilibrada, comer un poco de todo. Pero la experiencia nos dice que esa no es la solución, muy por el contrario algunos de nuestros males están causados por ese “un poquito de todo”. Los seres humanos hemos sobrevivido porque hemos sido capaces de alimentarnos de aquello que crecía o se criaba donde viviamos. Un esquimal come focas, ballenas, etc. no come lechugas porque no crecen en su hábitat y además si las comiese moriría en dos días. Alimentándonos de acuerdo a nuestro hábitat y a la estación en que nos encontramos, estamos más conectados con la Tierra y esa conexión nos trae salud y bienestar.

5. CONSUME ALIMENTOS SIN COCINAR

Tomar por lo menos el 30-50% de nuestra dieta diaria en forma de alimentos sin cocinar, más en verano, menos en invierno. Esta recomendación contradice a la macrobiótica tradicional que apenas toca los alimentos crudos, pero hemos de rendirnos a la evidencia científica y recomendaciones de otros autores dedicados a la salud.

Dentro de esta categoría de alimentos sin cocinar podríamos incluir: verduras apenas escaldadas unos segundos, pickles/encurtidos (para saber como hacer en casa ir a Sandor Katz, experto en encurtidos), ensalada prensada (ver un ejemplo en Ensalada prensada para verano), ensaladas, fruta y frutos secos crudos.

6. NO A LOS EDULCORANTES ARTIFICIALES

Evitar estrictamente el consumo de todo tipo de edulcorantes artificiales. Limitar de forma rigurosa el consumo de azúcar blanco que tiene un efecto adictivo y contribuye a la aparición de oscilaciones bruscas en el estado de ánimo, obesidad, diabetes y otros trastornos derivados de la acidificación del organismo. Para conocer más sobre este tema puedes visitar la entrada Macrobiótica sin aspartamo.

7. MASTICAR ENTRE 30 Y 40 VECES

Una recomendación que Hiromi Shinya, autor de La Enzima Prodigiosa, también promueve. La masticación mejora la digestión, nos calma emocionalmente y nos permite disfrutar de los sabores. Reid añade:

El arroz integral, que es acidificante, en realidad se vuelve alcalinizante cuando se mastica por lo menos 100 veces, debido a la abundante insalivación en la boca con la enzima alcalina ptialina. Cuanto más mastiquemos, más se acercan al extremo alcalino de la escala y menos acidez producen en el estómago.

8. NO BEBER CUANDO SE COME

No beber zumos de frutas ni agua durante las comidas porque diluyen las secrecciones salivares y las gástricas, lo cuál retrasa la digestión y favorece la fermentación.

9. AGUA

Intenta beber por lo menos 6 vasos de agua todos los días, pero sólo entre las comidas. Ten en cuenta que el tipo de actividad que realices y el tipo de alimentos que comas variará tus necesidades de agua, pero para dar una referencia, entre 6 y 8 vasos es la cifra según autores expertos en salud como Christopher Vasey o Andreas Moritz.

Para saber más sobre el agua:

10. SIN PRISAS

Comer cuando se dispone de tiempo y tranquilidad para hacerlo. Cuánto más rápido comamos más lenta será la digestión. Para realizar correctamente la digestión el cuerpo debe encontrarse en el modo tranquilidad, el cuerpo funciona al igual que lo haría si estuviésemos descansando, disfrutando de una película o de una velada con nuestros amigos. Por el contrario cuando cuerpo se encuentra en el modo estrés todos los procesos digestivos se detienen. Situaciones como pelearse con alguien, correr, estar preocupado constantemente, etc. son momentos en los que el modo estrés está funcionando.

11. NADA SÓLIDO CUANDO ESTAMOS ENFERMOS

Cuando uno está enfermo, tiene fiebre o escalofríos, habría que evitar tomar alimentos sólidos. De esta manera le estamos dando al cuerpo la oportunidad de dedicar sus energías a la curación en lugar de tener que hacer la digestión. Tampoco habría que comer cuando uno está alterado emocionalmente (enfado, ansiedad, preocupación, etc.) ya que el sistema digestivo se bloquea, como hemos nombrado en el punto anterior.

Esta ha sido la lista que Daniel Reid nos ofrece en su libro. ¿Sabes de algún otro punto que a tu entender debería estar en la lista? ¿Que más haces tú para comer sano? No dudes en dejar tus comentarios y enriquecer así la información del post. ¡Ayúdanos a crear la lista de hábitos saludables de Macrobiótica Mediterránea!

 

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La enzima prodigiosa

Hace varias semanas mi hermano me recomendó un libro del que había oído hablar. “Te vas a reir” me dijo antes de comentarme dónde había oido hablar de él… “pero lo han nombrado en Gran Hermano”. La fuente no parecía muy fiable, aún así decidí darle una oportunidad y comprobar qué relación guardaba con la macrobiótica.

macrobiótica y alimentación

La enzima prodigiosa está escrito por Hiromi Shinya, un médico especialista a nivel mundial en la cirugía del colon. Debido a su trabajo ha podido ser testigo de cientos de intestinos… y entonces… se dio cuenta: el estado del sistema digestivo de sus pacientes estaba relacionado directamente con la salud de la que disfrutaban. El siguiente paso fue descubrir qué hacían los pacientes con intestinos sanos;  de ahí surgió La enzima prodigiosa. Estas son sus palabras:

Después de que descubrí que las características gastrointestinales reflejan el estado de salud de todo el organismo, pedí a mis pacientes que llenaran cuestionarios sobre su dieta y el estilo de vida. Lo hice para saber lo que era malo o bueno para el cuerpo sin la influencia del “sentido común” que tenía hasta entonces. Llegué a mis conclusiones tras observar mis resultados clínicos. Lo que sucede dentro del cuerpo humano es diferente a lo que ocurre en un experimento de laboratorio. La única forma de descubrir la verdad es preguntando directamente al cuerpo. (pág. 58)

La tesis principal del libro es la siguiente: En nuestro cuerpo existen miles de enzimas que son necesarias para mantenerlo vivo y sano (las enzimas son moléculas que permiten que se produzcan reacciones químicas). Las enzimas se generan a partir de una enzima madre, si la agotamos el cuerpo enferma y muere.

Hiromi cita como factores que agotan nuestras enzimas al uso habitual del tabaco y el alcohol, el exceso de comida, la ingestión de alimentos con aditivos, los ambientes estresantes, las radiaciones electromagnéticas y el uso de medicamentos. Por el contrario, los factores que nos ayudan a conservar nuestras enzimas son comer y beber (ahora veremos qué), hacer ejercicio, descansar, dormir y mantener el estado de ánimo.

¿CUÁL ES LA DIETA RECOMENDADA EN “LA ENZIMA PRODIGIOSA”?

En uno de los apéndices del libro su autor nos resume en qué consiste una buena dieta, la cual nos ayudará a mantener un cuerpo sano y vital. Os dejo con ellas:

1. UNA DIETA BASADA EN PLANTAS

Tanto desde la macrobiótica como de otras fuentes (ver la entrada “Sinónimos de macrobiótica y el estudio de China“) nos llega la recomendación de inclinar la balanza de lo que comemos en favor de las plantas. Hiromi Shinya reafirma dicha recomendación proponiendo una dieta en la que el 85-90 % de alimentos sean plantas. Dentro de esta cifra distinguimos:

(a) el 50% de granos integrales como arroz integral, trigo integral, cebada, mijo, quinoa, amaranto…y legumbres, incluidas judías de soja, garbanzos, lentejas, alubias blancas y negras.

(b) 30% de verduras verdes y amarillas, así como raíces, incluidas patatas, zanahorias, batatas, remolacha y algas.

(c) 5 a 10% de frutas, semillas y frutos secos.

Del 10 al 15 % de proteínas animales (no más de 80 a 100 grs. al día). Dentro de este porcentaje se incluye pescado de cualquier tipo, aunque mejor evitar los grandes porque pueden contener mercurio, las aves (en pequeñas cantidades), los huevos, la leche de soja, de arroz y de almendra. Mejor evitar las carnes rojas.

2. ALIMENTOS QUE AÑADIR A LA DIETA

Hiromi Shinya no es partidario del uso de suplementos de forma habitual, pero comenta que en algunos casos es necesario utilizarlos temporalmente para corregir estados crónicos de desnutrición. Propone el uso de:

  • Tés herbales 
  • Pastillas de algas (kelp)
  • Levadura de cerveza
  • Polen de abeja y propóleos
  • Suplementos enzimáticos
  • Suplementos multivitamínicos y minerales

3. ALIMENTOS Y SUSTANCIAS QUE EVITAR O LIMITAR EN TU DIETA

Puede que algunos de los alimentos a evitar te sorprenda. Aquí nos limitaremos a numerarlos, pues se trata de un resumen, pero ten en cuenta que en el libro el autor desarrolla y explica debidamente cada recomendación.

  • Productos lácteos, como la leche de vaca, el queso, el yogur y otros alimentos lácteos
  • Té verde japonés, té chino, té inglés (limitarlo a una o dos tazas al día)
  • Café
  • Dulces y azúcar
  • Nicotina
  • Alcohol
  • Chocolate
  • Grasas y aceites
  • Sal de mesa (usa sal sin refinar)

Para saber más acerca de la leche y el azúcar, y el porqué no se recomiendan puedes visitar en este blog las entradas: “Por qué no-azúcar en macrobiótica“, “Supera la adicción al azúcar con macrobiótica“,  “Dónde está el calcio en macrobiótica“.

4. RECOMENDACIONES ALIMENTICIAS ADICIONALES

La dieta no sólo es aquello que ingerimos; existen elementos que pueden añadirle o restarle  “alimento” a nuestra comida. En este apartado incluye las siguientes recomendaciones:

  • Dejar de comer y beber de 4 a 5 horas antes de ir a la cama
  • Masticar cada bocado entre 30 y 50 veces
  • No comer entre horas excepto fruta
  • Come frutas o bebe zumos 30 a 60 minutos antes de la comida
  • Come granos y cereales sin refinar
  • Come más alimentos crudos o ligeramente al vapor. Calentar la comida más de 48ºC matará las enzimas
  • No comas alimentos oxidados
  • Come alimentos fermentados
  • Sé disciplinado con la comida que comes. Acuérdate que eres lo que comes

Hasta aquí hemos tenido una breve presentación del libro La enzima prodigiosa de Hiromi Shinya, la cual he creído interesante dada la gran fama del libro y sus similitudes con las recomendaciones venidas de la macrobiótica.

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El eBook sobre macrobiótica ya está marcha

ebook de macrobiótica
El proyecto “eBook de macrobiótica” crece a buen ritmo

Me alegra comunicaros que el eBook de macrobiótica ya está en marcha. Doy las gracias a todos aquellos que habéis decidido participar en su creación a través de preguntas que, en muchos casos, han servido para seleccionar contenidos y descubrir nuevas formas de expresarlos. Dejaremos 10 días más para que todo aquel que quiera formular preguntas lo haga, y a partir del 7 de octubre nos dedicaremos exclusivamente a relacionar la información recogida y a escribir.

Vuestras preguntas aportan la esencia viva a este proyecto. Junto a esta esencia salida del diálogo también estoy utilizando material escrito (libros, apuntes), varios vídeos y mi experiencia personal en diferentes centros internacionales. Confiemos en que el resultado contenga lo esencial de cada cosa.

Como muestra de las cuestiones que me enviáis he seleccionado varias preguntas y sus respuestas. Ahí van:

¿Los tomates, pimientos y berenjenas como se las puede consumir… o debemos evitarlos?

¿Qué te dice tu experiencia? ¿Cómo te sientan? Prueba a no comerlos y comprueba si existe alguna diferencia. En caso de una condición delicada (enfermedad) recomiendo no tomarlos, pero estando sano los introduciría pero no en demasiada cantidad. En macrobiótica puedes encontrarte personas que le hacen la señal de la cruz, como si de un vampiro se tratase, mientras que otros lo incorporan en sus recetas, por ejemplo los libros de Montse Bradford. Se suelen saltear con aceite unos minutos cuando se añaden a una receta. En teoría cocinándolos al horno se compensaría su parte más yin pero yo no he notado diferencia, de todas formas noto su acidez.

¿Voy a tener carencias nutricionales al dejar de comer tanta carne y pescado?

Los procesos del organismo están muy entrenados para extraer los nutrientes de los alimentos que llegan habitualmente. Si de pronto empiezas a tomar productos nuevos que sustituyes por otros antiguos, el organismo no extraerá todo el alimento y entonces puede que sientas que vas a medio gas. Por esa razón se recomienda hacer una transición donde la sustitución de alimentos sea progresiva. Al menos que no sientas la necesidad de un cambio inmediato o que la salud del organismo esté en una situación límite, te aconsejo ir poco a poco.

Podéis acudir a las siguientes entradas para saber más sobre la transición:  Transición de la antigua dieta a una macrobiótica, Transición hacia la dieta macrobiótica mediterránea 

¿Por qué no se pueden comer frutas?

Se recomienda no comer frutas cuando estas no favorecen la adaptación al entorno. Las personas nos adaptamos porque comemos aquello que se cultiva en nuestra zona. Por poner un ejemplo extremo, un esquimal se moriría pronto comiendo frutas y verduras. ¿Qué hay en el polo norte? Animales. Por tanto alimentarse de aquello que existe de forma natural en un lugar sería favorecer nuestra adaptación al mismo. Lo que ocurre con las frutas es que existe un mercado donde aquí tenemos frutas de allí. Existen multitud de frutas tropicales (kiwi, piña, mango, etc.) que nacen en el trópico y son adecuadas para vivir allí pero no para un clima templado como el mediterráneo. Además hoy en día cogen las frutas verdes y se utilizan muchos productos químicos en su cultivo, lo que le resta calidad al alimento. También se argumenta que la fruta acidifica el organismo, pero según Christopher Vasey en “La importancia del equilibrio ácido-básico”, la fruta es un alimento ácido pero cuyo efecto en la mayoría de las personas es la de alcalinizar, por lo tanto el que la fruta acidifique el organismo podríamos calificarlo como “mito macrobiótico“. [La cuestión de la acidez de las frutas la veremos en una entrada próxima que completará las dos anteriores sobre el tema: Alimentos acidificantes en macrobiótica, Alimentos alcalinizantes en macrobiótica ].
De todas formas, yo no recomendaría eliminar del todo la fruta. En numerosos estudios se destaca el efecto positivo de su consumo. Trata de tomar aquella que aparece en el terreno de forma natural (no exportada), que se coge madura y que no se trata con pesticidas.

Con estas preguntas podéis comprobar el interés y la buena acogida que el proyecto eBook de macrobiótica ha despertado. Gracias una vez más por vuestro interés y colaboración.

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Colorea tu cocina macrobiótica con Myra Kornfeld

voluptuousvegan libro para la macrobiótica
¡Dale color a la cocina macrobiótica sin ningún producto animal!

En la pasada entrada hablamos sobre libros, hoy me gustaría recomendaros otro libro y al mismo tiempo mostraros una receta del mismo. Se trata de “The Voluptuous Vegan” de Myra Kornfeld.

Este libro me lo recomendó Yukiko Sato, amiga, compañera de clase en el Insituto Kushi y chef macrobiótico. Yukiko estudió macrobiótica y después trabajó  en un negocio de comidas para llevar; todo biológico, libre de azúcar y sin productos animales. Ha colaborado en la cocina del Instituto Kushi y acaba de escribir un libro de postres del que hablaremos más adelante. Es una persona “macrobiótica” y al mismo tiempo muestra una sensibilidad hacia los gustos y la presentación, cosa que a menudo parece no tenerse en cuenta en la macrobiótica tradicional, tachada a veces de tener un carácter espartano.

La receta se trata de una sopa de guisantes partidos que hice ayer para comer; incluyo unas cuantas fotos de prueba. Tuve que sustituir los pimientos por ñoras y el jengibre fresco por jegibre en polvo, no tenía apio pero sí el resto de ingredientes aunque no salgan en la foto. Comprendedlo, cosas del directo 🙂

montaje sopa macrobiotica guisantes
Parte de los ingredientes que utilicé para la sopa macrobiótica de guisantes y resultado final

A continuación os indico los ingredientes para 4-6 raciones:

  • 1 vaso de guisantes partidos (capacidad del vaso=250ml)
  • 1 trozo de jengibre fresco de 5 cm partido en tres trozos
  • 1 patata
  • 2 pimientos pequeños
  • 6 vasos de agua
  • sal
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cebolla mediana, cortada a dados
  • 2 dientes de ajo
  • 1 zanahoria, cortada a dados
  • 1 rama de apio, cortado a dados
  • 1/2 cucharadita de vinagre balsámico
  • 1 cucharadita de miso de cebada, también llamado mugi miso
  • 1/2 vaso de perejil

Elaboración:

(1) Coge una olla y vierte en ella los guisantes, el jengibre, los pimientos y 6 vasos de agua. Tapa y ponlo a hervir durante 45 min a 1 hora. En los último minutos añade la sal y retira el jengibre y los pimientos con los que puedes hacer una pasta para añadir después a la sopa; (2) En una sartén pon el aceite y cuando esté caliente añade la cebolla, el ajo, la zanahoria y el apio. Saltea durante 10 minutos; (3) Añade el salteado a la olla con los guisantes. Incorpora el vinagre balsámico y el miso disuelto en un poco de agua; (4) Tritura con la batidora y sirve con perejil por encima.

La sopa no fue nada complicada y el resultado sobresaliente. Es una de esas sopas nutritivas  que piden un segundo ligero, en nuestro caso fue un cuscús con dados de zanahoria y plátano macho salteado.

Aunque sean recetas que provienen de libros donde no aparece ni una sola vez la palabra macrobiótica, nosotros la llamamos así porque su consumo habitual sería compatible con una vida saludable.

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