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La macrobiótica también necesita cambios (1ªparte)

La macrobiótica puede ser interpretada como una dieta bien definida pero limitada, o bien, como una forma de pensar sobre los alimentos que nos lleva a diseñar una dieta personal adecuada. La semana pasada escribía sobre este tema conectándolo con mi experiencia personal; en el día de hoy escribiré relacionándolo con la evolución de la macrobiótica como práctica o disciplina. Para ello he traducido del inglés un artículo de  John Kozinski, consultor macrobiótico y uno de mis profesores en el Instituto Kushi. El texto ha sido publicado en la revista Macrobiotics Today en  los pasados meses.

John Kozinski tiene una amplia experiencia como consultor y profesor de macrobiótica. Más de 10.000 consultas y de 40.000 estudiantes en los pasados 40 años le avalan. Os dejo con la primera parte de su artículo.

MACROBIÓTICA VIVA: EL FUTURO DE SU ENSEÑANZA

Las enseñanzas macrobióticas sobre la dieta, la salud y la vida fueron revolucionarias en los sesenta y setenta. Hoy, a medida que los profesores y practicantes se hacen mayores, podemos ver un alarmante número de enfermedades y muertes a edades relativamente tempranas. Esto supone un punto controvertido para un sistema que promete buena salud y longevidad.

Como profesor durante mucho tiempo, consultor y practicante de macrobiótica, siento que estos acontecimientos subrayan la importancia de la mejora, la revisión, la actualización continua y la re-evaluación de nuestro entendimiento.

Entender porqué profesores y practicantes han muerto más jóvenes de lo esperado es justo otra razón para la revisión de prácticas y enseñanzas. Las revisiones también son necesarias para que la macrobiótica siga siendo relevante hoy y en el futuro. Como forma de entender la salud y la vida, macrobiótica tiene un valor increíble para las futuras generaciones si se enseña de forma global.

SISTEMAS VIVOS VS SISTEMAS MUERTOS

Si las enseñanzas y prácticas de cualquier sistema nunca cambian, estas se vuelven una pieza de museo. No quiero decir que las piezas de museo no tengan valor. Se puede aprender mucho de estudiar textos y enseñanzas antiguas de Egipto, Tíbet, China, Japón, Europa y otros lugares alrededor del mundo. Lo importante de aprender del pasado es que nosotros también podemos poner en práctica esas enseñanzas aquí y ahora. Nosotros revisamos las enseñanzas del pasado para nosotros mismos o para la gente a la que enseñamos, basándonos en los resultados que experimentamos hoy.

Puede costar muchos años desvelar para los tiempos modernos lo que funcionaba y lo que no funcionaba de las enseñanzas antiguas. Yo he dedicado mi práctica e investigación a descubrir respuestas a está cuestión desde la muerte de Aveline Kushi en 2001 [1]. Tengo que agredecerle a ella todo este viaje. Lo que he aprendido y desarrollado ha ayudado a mejorar la salud de mucha gente.

En un sistema vivo nosotros necesitamos mantener nuestros ojos bien abiertos para evaluar si nuestras prácticas funcionan o no y si conseguimos los efectos deseados. Práctica, evaluación y ajustes son importantes aspectos de los sistemas vivos. Si nosotros nunca revisamos o alteramos las enseñanzas y prácticas de un sistema, entonces el sistema está muerto. Sistemas muertos tienen beneficios limitados.

La macrobiótica para permanecer válida como forma de entender la salud y el vivir, necesita estar continuamente abierta a la revisión. En otras palabras, los sistemas vivos están basados en el principio universal de que todo debe cambiar. Hay algunas áreas en la práctica y educación macrobiótica que yo siento necesitan revisión y continuo desarrollo.

MACROBIÓTICA COMO FILOSOFÍA

Mucha gene piensa que  la macrobiótica es una dieta vegana, o más o menos vegana, y un régimen para el cáncer. Si nosotros miramos la palabra “macrobiótica”, desde una perspectiva más amplia, el significado literal derivado del antiguo griego, es el camino de la longevidad. Longevidad y salud sostenible surge de la práctica de la filosofía del equilibrio en nuestra vida. Profesores tales como George Ohsawa y Herman Aihara fueron modernos intérpretes de un sistema que es tan antiguo como la humanidad. Sus buenas comprensiones fueron interpretaciones de la macrobiótica para sus tiempos. Hipócrates, quién acuñó el término macrobios, tuvo una interpretación acorde a su tiempo. Como Ohsawa y Aihara las recomendaciones estuvieron basadas en los principios del equilibrio en la vida diaria.

En esta definición más amplia, durante eones, el camino de la longevidad según los principios del equilibrio ha sido aplicado por personas alrededor del mundo al cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Tradicionalmente la gente estudió y practicó la longevidad física, la longevidad mental, la longevidad emocional y la longevidad espiritual. Una lectura más profunda de las enseñanzas antiguas revela que el factor clave que conecta todas estas enseñanzas es la filosofía del equilibrio.

Desde un punto de vista filosófico, no existe tal cosa como una dieta macrobiótica o un estilo de vida macrobiótico. Por el contrario, existe una forma macrobiótica de pensar en la dieta, el estilo de vida, la espiritualidad, la salud emocional, el cáncer, la enfermedad. etc. El problema con una definición estrecha es que ésta excluye el uso de muchas otras variedades de alimentos naturales, y otras muchas modalidades sanatorias que promueven la salud, de esta manera da la impresión de que hay  sólo una manera macrobiótica de curarlo todo. Desde el sentido común, esto no tiene sentido; todos nosotros somos diferentes y necesitamos ajustes en nuestra vida diaria para nuestras necesidades individuales.

Los alimentos naturales han sido consumidos por culturas que eran macrobióticas, longevas y sanas. Es la hora de enseñar a la gente como aplicar esta filosofía del equilibrio a todos los alimentos y aspectos de la vida. El objetivo de esta forma de pensar es tener más libertad y mejor salud física, emocional, mental y espiritual.

Las guías de alimentos son útiles para la gente que ha comido dietas modernas. Estas guías deben ser amplias para que cualquiera pueda practicarlas, reflejando las dietas macrobióticas o longevas como las practicadas alrededor del mundo. Por ejemplo, algunos alimentos tales como solanáceas o endulzantes suaves pierden sus efectos negativos cuando el propio cuerpo se equilibra.

Las culturas que practican el modo macrobiotico-longevo de comer valoran los productos animales salvajes y naturalmente criados. En las culturas conocidas por su gran longevidad; carne, lácteos, pescado u otros alimentos de origen animal han sido consumidos diariamente, sino en cada comida. Algunas personas, que aún enseñan lo que ellos llaman macrobiótica, están hablando acerca de este hecho y están sugiriendo comida animal de alta calidad. Yo conozco mucha gente que siguieron una dieta vegana-macrobiótica que, poco a poco,  están añadiendo carne de animales alimentados con yerba, productos lácteos, huevos u otros productos animales naturalmente criados con muchas mejoras para su salud.

De acuerdo con la filosofía del equilibrio, los productos animales tienen una energía concentrada que es constructiva y fortalecedora. Si estos alimentos se dejan fuera de la dieta, el resultado puede ser un cuerpo débil que lleva a la enfermedad. Insistir a todo el mundo que siga una dieta vegana o casi vegana (pescado una o dos veces a la semana), o sino ellos no serán considerados macrobióticos, no es seguir la filosofía del equilibrio. Al igual que cualquier otro sistema, relacionado con la salud o no, existe una tendencia hacia la institucionalización del pensamiento con un rechazo a nuevas ideas. Este ha sido el caso con la macrobiótica y la alimentación.

La alimentación vegano-macrobiótica de acuerdo con la filosofía del equilibrio es útil en situaciones determinadas. Comer de esta manera por un período de tiempo puede equilibrar a la gente con ciertos tipos de condiciones con excesos derivados de comer demasaiada carne “basura” criada de forma comercial. He visto gente que acude con enfermedades repetitivas o nuevas enfermedades a consecuencia de seguir ciegamente la misma dieta vegana que los curó. El problema es que nadie le ha dicho que hay opciones tales como incorporar productos animales naturales y/o suplementos para su salud.

Desde una perspectiva nutricional hay nutrientes que sólo son absorbidos o mejor absorbidos de alimentos animales de alta calidad. De acuerdo con la filosofía del equilibrio, si uno desea por razones ideológicas no comer animales, serían necesarios suplementos nutricionales para alcanzar el equilibrio. La vitamina B12 es sólo uno de los nutrientes que debemos de suplementar. Suplementos y plantas deben ser ajustadas para cada condición, personal e individual, pero hay algunas que son esenciales para todos los veganos en todas partes.

Notas:

  • [1] Aveline Kushi fue la mujer de Michio Kushi. Practicante de la macrobiótica, tanto en estilo de vida como en alimentación. Su muerte, a la edad de 78 años, por cáncer de útero, impactó a muchos de sus estudiantes y amigos, entre ellos John Kozinski. Constituyó una motivación para revisar y comprobar qué funcionaba y que no de las sugerencias macrobióticas.
  • Para ver la versión original del artículo puedes ir a Living Macrobiotics: the Future of Education.
  • Para ver un vídeo de John Kozinski publicado en Macrobiótica Mediterránea ir al post: La macrobiótica según John Kozinski
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Cómo la macrobiótica me calentó las manos

Hace unas cuantas semanas publiqué un post sobre cómo la macrobiótica me congeló las manos; hoy veremos cómo me las calentó.

¿Cómo puede la macrobiótica hacer dos cosas opuestas a la vez?

Cuando estás aprendiendo algo por primera vez te ves obligado a seguir un modelo. ¿Cómo vas a aprender macrobiótica si no es siguiendo a alguien? Eso fue lo que hice yo al principio. Realicé dos cursos introductorios y seguí varios libros. Resultado de todo eso fue una dieta con las siguientes características:

– Pescado una vez cada 15 días.
– Nada de huevos.
– Nada de carne.
– Nada de lácteos.
– Nada de ensaladas.
– Medio litro, o menos, de agua al día, incluso en verano.
– Muchos cereales en grano al día. Unas 2 tazas al día (1 taza = 250ml) medido en crudo. Si estas interesado en el papel de los cereales en mis primeros meses de macorbiótica puedes consultar el post Comer muchos cereales no es macrobiótica.
– Legumbres cada dos días, aproximadamente 1 taza
– Utilización de tofu, tempeh y seitán.
– Nada de productos refinados, refrescos, dulces, embutidos, café, alcohol.
– Manzana o pera como únicas frutas. En verano en 2 ó 3 ocasiones el cuerpo me pidió intensamente sandía y melón. Al tomarlos me sentí de maravilla.
– Pocas reuniones sociales, condicionado por mi dieta selectiva.
– Carrera continua 20-30 minutos, no mucho más porque no me sentía con fuerza. Incluso me llegaron a doler los riñones en varias ocasiones al correr.

Seguí el modelo durante varios meses hasta que decidí viajar alrededor del mundo y aprender más sobre macrobiótica. Primero Francia, después EEUU, Inglaterra y más tarde Holanda. Al comprobar cómo otros interpretaban y llevaban a la práctica la macrobiótica, comprendí que la macrobiótica era un instrumento para poder ordenar nuestra alimentación, de tal manera que pudiese dar salud a cualquier persona, por diferente que fuese. Eso no quiere decir que tenga que utilizarse la misma dieta para todos, sino el mismo conjunto de principios, basados la mayoría en la medicina tradicional china. En ese momento, comencé a utilizar la macrobiótica para equilibrarme a mí, no a otro, sino a mí. Porque el modelo, la formula específica, quizás equilibre a miles o incluso a millones de personas, pero no a mí. Estos son algunos de los cambios que decidí realizar:

– Pescado: 3  veces a la semana.
– Carne: 1 vez a la semana o cada 10 días, de la máxima calidad posible.
– Pequeña cantidad de ensalada 1 vez al día, casi siempre en la comida.
– Menos cantidad de cereales, 1/2 taza al día.
– Legumbres 2 veces a la semana o más días si la cantidad es muy pequeña.
– Más cremas y platos caldosos y calientes.
– Utilización de verduras de raíz y tubérculos (no patata).
– Lácteos de forma ocasional, procurando que sean de buena calidad (ecológicos, enteros, etc.). Como mantequilla, yogur o queso. Raramente leche.
– Actitud más abierta a la hora de ir a comer a restaurantes o bar de tapas, disfrutando del momento con los amigos, pero también de las tapas y cervezas.
– Dulces de forma ocasional y sobre todo relacionado con eventos sociales, ya que el dulce no me atrae.
– Entrenamiento de pesas 4 veces por semana.

Las diferencias entre estos dos regímenes podéis verla por vosotros mismos en estas fotos. La primera de ellas es de Mayo de 2010. La segunda de Diciembre de 2014. Se llevan de diferencia 4 años y 6 meses. ¿Cuál de ellos tienen las manos congeladas?

 

Macrobiotica y mario
La primera foto es de Mayo de 2010, la segunda de Diciembre de 2014. ¿Quién tiene las manos congeladas?

 

Características, signos y síntomas del primer Mario:

  • Mucho frío ante la más leve brisa. Episodios frecuentes de manos blancas e insensibles después de pasar frío.
  • Incapacidad de realizar ejercicio físico intenso.
  • Aspecto triste y enfermizo comentado por varias de sus amistades y familiares.
  • 67 Kilogramos.
  • Rigidez mental, resistencia al cambio o reconocer lo que otros le estaban señalando.
  • Ni un grano, piel limpia aunque poco hidratada.

Características, signos y síntomas del segundo Mario:

  • Resistente al frío. No necesita el abrigo en todo momento ni tiene escalofríos con cualquier brisa.
  • Capaz de realizar ejercicio físico intenso, como ejercicios de fuerza en el gimnasio.
  • Sequedad en piel de la mano derecha que relaciono con el consumo ocasional de lácteos (lo he comprobado en varias ocasiones).
  • Un grano de vez en cuando.
  • Aspecto más positivo y sano.
  • Puntos de vista más flexibles.
  • 77 kilogramos.

Estos cambios ponen de manifiesto lo importante que es nuestra dieta y estilo de vida  para mejorar nuestra condición. Todos tenemos una constitución, que podemos definir como la fortaleza con la que nacemos, y una condición, que es nuestro estado temporal, mejor o peor en función de las circunstancias. Podemos nacer con la constitución de Rafa Nadal y sufrir sobrepeso, colesterol alto y hierro bajo, o bien, estar en plena forma como es el caso. La macrobiótica te ayuda a sacar el máximo de tu condición.

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