Publicado el 9 comentarios

Cómo la macrobiótica me congeló las manos

 

Macrobiotica y manos frias
¿Por qué la macrobiótica estándar puede congelarte las manos?

En ocasiones ocurre que el modelo que se utiliza para enseñar algo no corresponde con la solución idónea que ese modelo es capaz de proporcionar. Veamos que  quiero decir con ello.

Durante mi primer año de alimentación macrobiótica recuerdo caminar por la calle con las manos heladas. Llegaba a casa con las manos congeladas, tanto que tenía que ponerlas unos minutos debajo del grifo caliente antes de poder hacer cualquier otra cosa. A veces se quedaban blancas e insensibles. Sufría la misma sintomatología que la enfermedad de Raynaud.

Enfermedad de Raynaud: Es una afección en la cual las temperaturas frías o las emociones fuertes causan espasmos vasculares que bloquean el flujo sanguíneo a los dedos de las manos y de los pies, las orejas y la nariz.

En una ocasión René Lévy me cogió las manos para despedirse al final de una de mis estancias en Cuisine et Santé, y me dijo: “¡Oh, manos heladas!”. Me aconsejó introducir más alimentos yang a mi alimentación, por ejemplo trigo sarraceno, gomashio… “pero no demasiado” añadió.

Conforme iba estudiando macrobiótica fui realizando cambios en mi dieta. Desde hace dos años las manos ya no han vuelto a ponerse blancas. El invierno dejó mi cuerpo. ¿Qué ocurrió?  ¿Por qué, si se supone que la macrobiótica es una forma de comer sana y que previene enfermedades, lleva a tales desequilibrios?

Porque en esos casos el modelo general que se utiliza para enseñarla no es la dieta que más equilibra a la persona X.

Existen dos modelos básicos que se utilizan para enseñar la macrobiótica:  la pirámide y el gráfico circular.

piramide integral de macrobiótica
Pirámide macrobiótica. Modelo que se utiliza para la introducción y enseñanza de la dieta macrobiótica. [Extraída del extra nº12 de la revista Integral]. Pinchar en imagen para ampliar.
guia macrobiotica salud editada
Porcentajes de alimentos para una dieta macrobiótica orientada a la recuperación de la salud, que coincide a grandes rasgos con la dieta macrobiótica estándar. Imagen: Verne Varona (2009)

Si el seguir estos dos modelos le devolviese la salud a todo el mundo, querría decir que todas las personas compartimos las mismas circunstancias (constitución, clima de la zona donde residimos, puntos débiles/fuertes, estilo de vida, etc.) y eso no es cierto. Por tanto, como las circunstancias de las personas cambian, la dieta ideal que nos equilibra -nuestra dieta macrobiótica- por definición ha de ser diferente de la de los otros; y es aquí donde entra la figura del consultor macrobiótico, que es el encargado de adaptar la dieta a cada circunstancia. Querer aplicar la misma regla a todo el mundo sería como utilizar el plan de entrenamientos de Rafa Nadal para poner en forma a, por ejemplo: un niño de 12 años, un hombre de 53 que no ha hecho ejercicio en su vida, una anciana… Lo mismo ocurre cuando recomendamos a todo el mundo comer según el modelo estándar que se utiliza para la enseñanza de la macrobiótica.

Publicado el 9 comentarios