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¿Funciona o no la macrobiótica?

La pregunta lógica después de entender qué es la macrobiótica es si funciona o no. ¿Y por qué? Porque gran parte de nuestra conducta la empleamos en buscar soluciones para nuestros problemas. Independientemente de que entendamos o no las causas, si estamos enfermos queremos estar sanos.

MI EXPERIENCIA

Hace ya 3 años que volví de mi viaje por EEUU, Inglaterra y Holanda, donde me formé, profundicé y experimenté en qué consistía la macrobióitca. En estos 3 años me he dado cuenta de lo siguiente:

Los meses en los que seguí únicamente una alimentación macrobiótica (18 meses) no tuve tos, ni una sola señal. No tuve granos, ni uno solo. No me puse enfermo, ni un sólo día con fiebre. No tuve mocos. No tuve fuertes apetitos por un alimento concreto…  A mi vuelta, y a medida que ingresé en el estilo de alimentación convencional, aparecieron:

  • Algún que otro grano, siempre en las mismas zonas de la cara
  • Apetitos fuertes por un dulce después de una comida, agua fresca o alimentos salados
  • Fiebre leve durante uno o dos días
  • Tos, entre 2-3 semanas con ella
  • Mocos con los que el cuerpo parece estar queriendo deshacerse de algo

Hay gente que podría atribuir todos esos signos y síntomas a causas diferentes a las de la dieta, pero no es lo que me dice mi intuición. Cuando uno está varios meses con una alimentación muy específica y vuelve a incluir alimentos de otro tipo, se da cuenta en seguida de los efectos del nuevo alimento en su salud.  De la misma manera que es imposible conocer tu propia cultura si no conoces otra, es imposible conocer los efectos de tu propia alimentación hasta que no estas un período de tiempo más o menos prolongado llevando otro tipo de alimentación.

Voy a ser honesto y mostrar tanto los pros como los contras de una dieta macrobiótica. Desde mi punto de vista también hubieron puntos positivos al volver a introducir alimentos poco saludables, pero habituales en nuestra cultura:

  • Aumenté de peso, con lo cual mejoré mi imagen ya que soy una persona muy delgada.
  • Sentí más energía al practicar ejercicio físico intenso (correr, musculación, natación).
  • Me sentí más integrado con mis amigos, porque empecé a compartir más momentos con ellos donde la comida es una parte importante.
  • Me divertí más, pues había más variedad donde elegir… lo típicamente macrobiótico (cereales, legumbres, etc.) más todo lo demás.
  • Ya no tuve tanto frío en invierno, pues cuando estaba muy delgado con una pequeña brisa sentía frío, eso sí, nunca me puse malo, ¿extraño no?

Mi experiencia me dice que SÍ existe una diferencia entre comer o no comer de forma macrobiótica. Que SÍ funciona si vamos buscando salud. Aún así hay elementos positivos y negativos, como los que he nombrado más arriba, pero conociéndolos podemos realizar ajustes para aumentar los primeros y minimizar los segundos. Mi consejo si estás interesado en la alimentación macrobiótica sería este:

Introduce un pequeño cambio en tu alimentación, algo especifico, comprueba como respondes a él. Puedes elegir entre los siguientes:

  • Eliminar la leche y los lácteos
  • Desayunar cereales integrales: arroz integral, mijo, avena
  • Cenar muy ligero
  • Eliminar el azúcar y los productos refinados
  • Comer diariamente una ración de verduras escalfadas: acelgas, zanahorias, espinacas, brocoli…

 

OTROS TESTIMONIOS

Existen cientos de testimonios de personas a las que les fue bien cambiar su comida y seguir las recomendaciones de la macrobiótica. Existen casos de recuperaciones de enfermedades específicas, en muchos casos, esas personas se han dedicado posteriormente a ser consultores macrobióticos. Tenemos el caso de Mina Dobic, que se recuperó de un cáncer de ovario, y de Virginia Harper, que se recuperó de la enfermdad de Crohn (ver su libro en la sección “Libros” del blog). El ejemplo de otro caso de recuperación del cáncer con la ayuda de la alimentación macrobiótica se puede leer en el post: Testimonio sobre cáncer de estómago y macrobiótica.

A veces la mejora de salud a consecuencia de un cambio de alimentación no va unido a la palabra macrobiótica. El cuerpo no sabe de conceptos ni palabras. Le da lo mismo que a comer bien le llamemos macrobiótica, dieta basada en plantas o cualquier otra palabra. El cuerpo responde positivamente a una alimentación que re-conoce, y que le facilita las cosas en vez de complicárselas.

Recuperarse de varias dolencias sin oir hablar de la macrobiótica ha sido el caso de Vani Hari, la creadora de Food Babe, una página web que denuncia los ingredientes perjudiales que se incluyen en nuestra comida y que en muchos casos nos roba nuestra salud. A la edad de 22 años Vani Hari era una joven en busca de éxito, pero en unos pocos meses engordó entre 11 y 13 kilos, le tuvieron que operar de apendicitis, le aparecieron algunos eczemas en la piel y padecía de asma… llegó a tomarse 21 medicamentos en un mismo día. Las enfermedades le pararon en seco y se vio obligada a buscar una solución. Convencida de que la causa de sus males residía en la comida, comenzó a investigar.

Vani Hari y macrobiotica
Vani Hari nos ayuda a comer de forma macrobiótica al investigar qué hay en la comida que nos pone enfermos.

 

¿Qué había en la comida que podía ponerla enferma? ¿Cómo podía curar su cuerpo de forma natural? Como resultado de sus descubrimientos aplicó cambios en su dieta que la llevaron a recuperar la salud. Más tarde, las continuas peticiones de familiares y amigos acerca de qué hizo para estar sana y reluciente, la llevaron a crear la página web Food Babe.

En una entrevista reciente  afirmaba que los doctores tapan los síntomas, ignorando las causas, lo que alarga la enfermedad que se tapa temporalmente pero acaba apareciendo de nuevo con mucha más fuerza. Mucha gente lo sabe pero no hace nada hasta que llega la enfermedad. Ahora, a sus 30,  afirma tener más energía que en sus 20.

Los testimonios de recuperaciones son numerosos y mi experiencia lo corrobora pero eso no quiere decir que funcione el 100% de los casos. Conocí a gente que a pesar de llevar una dieta macrobiótica no superó enfermedades, ¿Tenemos que dejarnos llevar por esos casos o por los casos donde la recuperación fue una realidad? Es decisión de cada uno de nosotros.

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