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Ciclo de charlas sobre macrobiótica en Elche

El viernes pasado comenzó en Elche (Alicante) una serie de actividades dedicadas a la alimentación macrobiótica. En las semanas siguientes seguirán las actividades, tratándose temas como el cáncer de mama, la diabetes o la perdida de peso. También existirá la posibilidad de realizar un taller de cocina para introducirse en la alimentación natural y macrobiótica.

MACROBIOTICA P2013
Charlas y talleres sobre macrobiótica en Elche

FIBROMIALGIA Y ALIMENTACIÓN

La primera charla estuvo dedicada a la relación entre la fibromialgia y la alimentación. La fibromialgia es una enfermedad de origen desconocido de la que ya hemos hablado en varias ocasiones en este blog. Puedes informarte sobre ella en los posts:

Para esta entrada he “recortado” parte de la charla impartida; aquí podéis ver algunas de las diapositivas y un vídeo que fue visionado por los asistentes. [Pincha en las flechas para ir pasando por las diferentes partes de la mini-presentación].

También se ofreció información valiosa para el tratamiento de la fibromialgia a través de la alimentación. Un ejemplo de la misma fue la enumeración de aquellos alimentos con un efecto inflamatorio sobre el organismo. Los alimentos que promueven la inflamación pueden intensificar los molestos síntomas de la fibromialgia.

ALIMENTOS QUE INFLAMAN EL ORGANISMO Y QUE HABRÍA QUE EVITAR

  1. La carne, especialmente la que es rica en grasa.
  2. Los lácteos, especialmente los enteros.
  3. El azúcar, ya que provoca la liberación de insulina en la sangre. Una presencia continua de insulina en la sangre, debido a un consumo continuado de azúcar, favorecería la inflamación en el organismo.
  4. Los productos elaborados con harinas refinadas como el pan blanco y  la bollería, por la misma razón anterior.
  5. Los aceites de soja, maíz y girasol, por su alto contenido en omega 6, el cual se transforma en el organismo en leucotrienos, sustancias inflamatorias.
  6. Las solanáceas: berenjena, tomate, pimiento y patata. Por contener solanina (un alcaloide) cuyo efecto en el organismo, aunque sea en pequeñas cantidades, podría aumentar la incidencia de algunos síntomas.
  7. Los aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados (grasas trans) presentes en la bollería industrial, las galletas, las patatas fritas industriales, las margarinas y otros alimentos procesados. Recientemente este tipo de grasas se ha relacionado con el aumento de riesgo a padecer algunos cánceres y también con otros trastornos como la depresión.

 

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¿Por qué no puedes comer más sano?

La macrobiótica se manifiesta a través de los hábitos.  Nuestros hábitos nos pueden permitir gozar de un espíritu vital y alegre y una salud a prueba de bombas, o por el contrario pueden mantenernos estancados en el malestar y la falta de una salud plena. Muchas veces sabemos lo que hay que hacer, pero no lo hacemos. ¿De qué sirve saber de macrobiótica y comida sana si no lo ponemos en práctica? ¿Cómo vencer a los hábitos que nos lo impiden?

Hace varios meses una amiga me recomendó el blog ZenHabits (¡gracias Núria!). El blog es muy sencillo; entradas cortas, sin fotos ni vídeos, pero con un texto directo y práctico. En él su autor, Leo Babauta, escribe periódicamente sobre los hábitos, el dominio de los cuales le ha permitido alcanzar el éxito en varias facetas de su vida. Un ejemplo de ello es esta larga lista de logros:

  • Dejar de fumar (18nov de 2005)
  • Convertirse en corredor
  • Correr varios maratones y triatlones
  • Caminar temprano
  • Ser organizado y productivo
  • Comer más sano
  • Ser vegetariano
  • Triplicar los ingresos
  • Escribir una novela y un libro
  • Eliminar sus deudas
  • Simplificar su vida
  • Perder peso (más de 18 kilos)
  • Escribir varios bestseller
  • Empezar un éxitoso blog (entre los 25 mejores según la revista TIME)
  • Empezar un segundo blog para escritores y bloggers
  • Crear un blog sobre minimalismo
  • Vivir sin coche

Leo es un experto de los hábitos. Imaginemos que llevamos un tiempo queriendo comer sano pero no lo conseguimos ¿qué nos diría Leo?

Con la intención de encontrar una respuesta me zambullí en su blog y busqué. Unos minutos después ya lo tenía. Su respuesta era una entrada completa dedicada a las razones que nos impiden comer sano. A continuación os dejo la traducción al español de dicha entrada. Para quien quiera leerla en inglés aquí va el enlace:  “Why You Can’t Eat Healthier“.

PORQUE NO PUEDES COMER MÁS SANO

-Entrada del blog zenhabits

Mucha gente lo pasa mal cuando intenta seguir una dieta más sana y no entiende qué está pasando.

Yo era una de esas personas: 30 kg más pesado y adicto a la comida basura. Me decía a mi mismo muchas veces que iba a empezar una dieta, incluso compraba montones de comida “nueva” para encontrarme días más tarde picando patatas fritas, tomando cafés con leche condensada y comiendo galletas.

¿Por qué? Porque usaba toda esta comida para satisfacer muchas de mis necesidades y renunciar a la comida significaba que ya no iba a tener forma de lidiar con las cosas difíciles.

La comida, para la mayoría de las personas, es un modo de hacer frente a las cosas.  Por tanto, si queremos cambiar nuestros hábitos relacionados con la comida, hemos de encontrar nuevas formas de afrontar esas cosas.

Algunos ejemplos de como usamos la comida para hacer frente a las cosas:

  • Comemos cuando estamos estresados. Si cambias a una dieta más sana, ¿cómo harás frente al estrés? Necesitas saber nuevas estrategias de afrontamiento.
  • Comemos cuando estamos tristes o deprimidos. ¿Cómo podemos aprender a lidiar con estas emociones de una manera sana?
  • Comemos como si de un premio se tratase, cuando hemos hecho algo bueno. En vez de eso ¿cómo podemos premiarnos?
  • Comemos para socializarnos. ¿Cómo socializarse sin comida?
  • Comemos porque estamos aburridos. En vez de eso ¿cómo podemos lidiar con el aburrimiento?
  • Comemos porque estamos enfadados. ¿Cómo podemos afrontar nuestro enfado en vez de usar la comida cuando estamos inmersos en una pelea?
  • Comemos por placer. ¿Hay maneras sanas de encontrar placer que podamos usar en vez de usar la comida?
  • Comemos por amor. Frecuentemente igualamos comida con amor (nuestras madres han podido darnos comida amorosamente desde pequeños, o nuestro amante usó la comida para engatusarnos), y por tanto el comer se vuelve un sustituto para el amor. ¿Dónde podemos encontrar amor?

Y todas estas cosas (y más) son necesidades reales. Todos nosotros necesitamos amor y placer y premios y formas de hacer frente al estrés, al aburrimiento, a la tristeza, la soledad, el enfado y la frustración. Para muchos de nosotros la comida se ha vuelto la forma automática de cubrir todas esas necesidades -y no podemos deshacernos simplemente de la comida sin encontrar un sustituto más sano. Si lo hacemos caeremos rápidamente en nuestro viejo hábito.

Me llevó años comprender esto y construir lentamente hábitos nuevos y más sanos para hacer frente a todas estas necesidades. Pero puedo decir honestamente que lo he hecho y que es posible. ¿Pienso todavía en comida cuando me siento solo, triste o estresado? Por supuesto. Pero ahora he desarrollado conscientemente algunos mecanismos de afrontamiento que funcionan mejor para mi y estoy mucho más sano, delgado y en forma como resultado.

Algunas cosas que han funcionado para mí:

  • EJERCICIO – una excelente manera para afrontar el estrés, el aburrimiento y el enfado. Después de un tiempo, correr incluso puede ser placentero y suponer una recompensa. [Aprende otras razones para practicar ejercicio físico en “¿Por qué actividad física en una vida macrobiótica?“]
  • MEDITACIÓN – una buena forma de aprender a lidiar con todo tipo de emociones.
  • TÉ – también una gran forma para combatir el estrés, el aburrimiento, el enfado, pero para mi un magnífico premio y una fuente de placer.
  • GENTE – He aprendido a recibir el amor de mis amigos y familia, y servirme de ellos para tratar mis emociones más difíciles -hablando con ellos, comprendiéndolas con ellos, simplemente compartiendo tiempo con ellos.
  • LIMPIAR – ordenar, limpiar el polvo o barrer prestando atención; una gran forma para afrontar conscientemente el estrés, aburrimiento, enfado, etc.
  • SOLEDAD – Considero la soledad una magnífica forma de hacer frente a las emociones difíciles (aprendes a comprender tus problemas en vez de evitarlos comiendo), y la soledad también puede ser una recompensa.

Estas son sólo algunas ideas; lo que funcione para ti puede ser muy personal. La cuestión es saber lo que tú harías de antemano -antes de que la necesidad surja o sino será demasiado tarde – y entonces aprender a darte cuenta de lo que provoca tu malestar al mismo tiempo que sucede. Cuando ocurra algo que te hace sentir mal, muy conscientemente pon en práctica los nuevos hábitos en vez de los viejos. Te llevará un tiempo formar un nuevo hábito, especialmente porque tú lo olvidarás algunas veces, pero recuerda mi mantra: “Todos nosotros estamos aprendiendo”. Y ten paciencia contigo mismo.

La comida se ha convertido en muchas cosas para nosotros, como personas individuales y como sociedad. Con ella nos socializamos, celebramos vacaciones, vemos deporte, mostramos amor, encontramos consuelo, lidiamos con el dolor. Y aún así no es siempre saludable: nos ponemos más y más gordos a causa de esta adicción. Es el momento de replantearnos nuestra principal estrategia para afrontar las cosas y amar.

Debo anotar que esta idea es la misma para otras adicciones: morderte las uñas, fumar, drogas, alcohol, etc. Nosotros las usamos como muletas para hacer frente a nuestras necesidades, pero para vencerlas necesitamos encontrar métodos más sanos de afrontar y satisfacer nuestras necesidades.

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Telomerasa: la ciencia en busca de la longevidad

Estar joven con macrobiotica
¿Contribuye la macrobiótica a estar más joven? ¿Qué dice la ciencia?

En la época universitaria mi hermano y yo volvíamos a casa cada fin de semana y contábamos a nuestros padres los nuevos conocimientos adquiridos. Recuerdo a mi madre responder con frecuencia a nuestros apasionados relatos: “Pero… ¿hay gente que trabaja para demostrar eso?” Esa respuesta surgía cada vez que le contábamos que la ciencia había demostrado algo evidente, por ejemplo, que el ejercicio ayuda a perder peso y aumenta el bienestar. Hoy me arriesgo a volver a oír la misma respuesta de mi madre, pues vamos a ver como la ciencia demuestra que los hábitos de vida influyen en nuestra longevidad.

Recientemente acudí al evento especial que cada año celebra el Hotel  Sha Wellness Clinic, próximo a Altea. El Sha es un hotel pionero que basa su catering exclusivamente en la macrobiótica. El objetivo principal del centro es la recuperación y mantenimiento de la salud de sus clientes.  También están disponibles los servicios de un consultor macrobiótico, clases de cocina y charlas sobre alimentación y salud. La invitada estrella del evento fue María Blasco, científica española reconocida a nivel mundial por sus investigaciones sobre cáncer y envejecimiento, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y poseedora de un gran número de premios que reconocen su labor investigadora. María Blasco nos vino a hablar de su tema principal de investigación: los telómeros y la telomerasa y su relación con el envejecimiento y el cáncer.

¿QUÉ SON LOS TELÓMEROS Y LA TELOMERASA?

En cada una de nuestras células existe material genético, es decir, un paquete de instrucciones que le dice a la célula qué tiene que hacer y en qué momento. La información genética se agrupa en cromosomas (con forma de x) en cuyos extremos existen unas fundas o envoltorios llamados telómeros y que sin ellos se produciría la muerte celular. Cada vez que la célula se divide la longitud de estos telómeros disminuye. Conforme pasan los años nuestros telómeros son más cortos, lo que lleva al envejecimiento.

En 1985 se descubre la telomerasa, una proteína que reconoce los telómeros y es capaz de alargarlos de nuevo. La telomerasa está activa en el período embrionario, de manera que se alargan los telómeros que heredamos de nuestros padres y podemos así empezar nuestra vida de cero. Pero después de nacer, la telomerasa se detiene y a medida que las células se van dividiendo los telómeros se acortan y envejecemos.

La pregunta que se hace la ciencia y que personas como María Blasco intenta responder es si sería posible volver a activar la telomerasa, porque en ese caso se detendría el envejecimiento. Pero esta cuestión no está libre de problema, ya que se ha comprobado que si activásemos la telomerasa también aumentaría el riesgo de cáncer. De hecho, en las células cancerígenas la telomerasa sí que está activada. ¿Cómo activar la telomerasa sin que llegue a producir cáncer? Esa es otra pregunta cuya respuesta nos deparará el futuro.

Para comprender aún mejor qué son los telómeros y la telomerasa puedes ver el siguiente video.

¿QUÉ ACORTA A LOS TELÓMEROS?

Dejemos por el momento el asunto de la activación de la telomerasa en manos de los científicos y centrémonos en la longitud de los telómeros. Sabemos que telómeros más largos indican que el organismo es más joven, y por tanto menor probabilidades de morir a temprana edad y/o tener problemas de salud como por ejemplo accidentes cardiovasculares o enfermedades neurodegenerativas. Entonces, sería lógico preguntar qué es lo que retrasa o aumenta la velocidad a la que se acortan telómeros. María Blasco responde de forma rotunda a esta pregunta:

Sabemos que los hábitos de vida inciden de una manera muy directa en la velocidad a la que se acortan los telómeros. Por ejemplo, el estrés percibido hace acortar los telómeros; incluyendo el estrés que sentimos de pequeños o incluso el estrés sentido por nuestra madre durante el embarazo.

En esta misma línea, Elizabeth Blackburn, la descubridora de los telómeros, en una entrevista para el períodico La Vanguardia, afirma que la dieta, el ejercicio físico y la ausencia de estrés, contribuye a retrasar el ritmo al que se acortan los telómeros.

El programa de Redes de Rtve también hace eco del papel del estrés en el acortamiento de los telómeros (ver video).

Un mismo mensaje aparece de distintas formas. Los estudios científicos sobre la telomerasa corroboran lo que descubrimos a través del estudio de las poblaciones centenarias (hablamos de ello en: Longevidad, consecuencias de una vida macrobiótica) o a través del estudio de los radicales libre (hablamos de ello en: Menos carne y más vida con macrobiótica). Determinados hábitos de vida como una dieta macrobiótica (basada en plantas, sin productos procesados ni refinados, etc.), la práctica de ejercicio físico de forma regular y el tener una mente en calma, libre de estrés y preocupaciones, nos alargan la vida y  nos mantienen alejados de enfermedades cardiovasculares, el cáncer o el alzheimer.

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