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Salmón escalfado, macrobiótica inspirada en Jamie Oliver

Jamie Oliver para la macrobiotica
Enriquece tu cocina macrobiótica con la energía y el carisma del famoso cocinero inglés Jamie Oliver. Fotografía de su web oficial

Jamie Oliver no es un cocinero macrobiótico. De hecho en su cocina utiliza a menudo mantequilla, azúcar, carne, nata,… pero aún así tiene un carisma y una energía a  la hora de explicar un plato que lo hacen interasante y divertido. A menudo lo veo, no para recibir información culinaria, sino para captar esa forma de desenvolverse en la cocina. Quien esté interesado en verlo en acción puede acceder a su página web (pinchar en su nombre al principio de la entrada). Quien no domine el inglés puede buscar “jamie oliver en español”  en Youtube.  Jamie  enriquece nuestra cocina macrobiótica con nuevas ideas,  recetas y forma de estar en la cocina.

Uno de los platos de Jamie Oliver está muy presente en mi menú semanal y es a él al que me gustaría dedicar las siguientes líneas. Su nombre:  salmón escalfado. La versión que presento aquí es una adaptación macrobiótica de su receta original, la cual podéis encontrar en el libro “Cook with Jamie” de la editorial Penguin Books.

Escalfar consiste en sumergir los alimentos en agua hirviendo. Es un método muy sencillo y rápido. Para crear platos escalfados lo bueno es que podemos darle sabor al agua hirviendo previamente unas verduras, añadiendo algunas especias, miso o tamari. Veamos como preparar el salmón escalfado para 2 personas.

INGREDIENTES:

  • 2 zanahorias peladas y partidas a rodajas
  • 1 nabo pelado y cortado a dados
  • 1 rama de apio partida a dados
  • 1 cucharadita de tomillo
  • 1 rama de perejil
  • 1 trozo de jengibre fresco
  • 1 cucharada de mugi miso fresco, o bien 1-2 cucharadas de tamari o shoyu
  • 2 rodajas de salmón (200 grs. cada una aprox.)
  • 1 cucharada de algas variadas
  • agua, 3 ó 4 tazas de 250ml
  • aceite de oliva, 1 cucharada

ELABORACIÓN:

(1) Pon en un cazo el agua  y añade todos los ingredientes excepto el miso y el salmón; (2) Hervir a fuego medio durante 10-15 minutos; (3) Incorporar las rodajas de salmón de manera que queden sumergidas en el agua y hervir entre 3-5 minutos; (4) Disolver el miso en un vaso con un poco de líquido del cazo. Añadir a la sopa. Reducir el fuego al mínimo y esperar 3 minutos; (5) Apagar el fuego y servir con un poco de perejil picado y limón para añadir según gustos

NOTAS PERSONALES

Desde que conocí la receta y la transformé a su forma macrobiótica la he preparado en infinidad de ocasiones. Aquí van algunas de las razones por las que creo que sigo repitiendo (a ver si os convenzo):

  1. Es rápido de preparar. Pelar y cortar la zanahoria, el nabo y el apio lleva muy poco tiempo. El resto de ingredientes está prácticamente listo. La verdura hierve unos 10 min, el salmón 5 como mucho y el miso 3. Es decir, que en 20 minutos el plato está acabado. 
  2. Es un plato que calienta e hidrata al mismo tiempo. Bueno para el invierno o cuando se tiene frío (cuando el invierno va por dentro).
  3. El pescado cocinado de esta manera no huele, nuestros vecinos pueden estar tranquilos.
  4. Podemos utilizar gran variedad de pescados. No sólo puede prepararse con salmón; ayer mismo lo preparé con emperador. También lo he probado con sardinas, con caballa y con pescadilla y los resultados son igual de buenos.
  5. El pescado queda jugoso. No existe el peligro de pasarlo y que quede demasiado seco.
  6. También podemos variar la verdura, por lo que no es necesario tener todos los ingredientes en el momento en que se te ocurre hacerla. En vez de zanahorias o nabos puedes utilizar puerro y/o brocoli por ejemplo.

Otro ejemplo de cómo incorporar los saberes de cocineros profesionales a nuestra cocina macrobiótica puedes encontrarlo en las entradas:   Cosas de Ferrán Adriá para nuestra cocina macrobiótica (parte 1), (parte 2) y (parte 3).

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La macrobiótica según John Kozinski

“Date algo de tiempo, de 6 a 9 meses,  y entonces conocerás la verdad del asunto”

John Kozinski

Hoy conoceremos al consultor macrobiótico John Kozinski. Para ello nos serviremos de una entrevista realizada en 2009 por The Macrobiotic Guide, una página web que desde 1998 sirve de ayuda a todo aquel que esté interesado en la macrobiótica. Hablaremos de esta página más extensamente en futuras entradas, ahora dejo paso  al video de la entrevista seguido de su transcripción (no literal en algunos de los pasajes para facilitar su lectura).

JK [John Kozinski]: Hola mi nombre es John Kozinski, soy profesor de macrobiótica y consultor. Viajo por los EEUU y enseño en el Instituto Kushi. He estado pasando consulta durante los últimos 30 años. Empecé con la macrobiótica hace 35 años. No tenía problemas de salud,  sólo estaba interesado en el desarrollo personal. Leí un libro de George Ohsawa y 2 meses después conocí a Michio Kushi. Desde entonces he estado estudiando junto a él. Empecé a estudiar el camino de la macrobiótica de muchas maneras hace 30 años; pasando consulta y enseñando. He estado siempre enseñando en el Instituto Kushi pero también viajo alrededor de EEUU… Chicago, New York, Connecticut, a veces a nuevos lugares.

TMG [The Macrobiotics Guide]: ¿Cómo ha cambiado la macrobiótica desde que tú empezaste?

JK: Lo que yo he entendido por macrobiótica ha ido cambiando. Al principio estaba más centrado en la filosofía y algo en la salud, posteriormente se ha centrado en la salud. Y creo que ahora mis enseñanzas continúan evolucionando a medida que compruebo lo que funciona para la gente y lo que no funciona. Creo que al principio fui un poco idealístico o ideológico acerca de lo que la gente necesitaba, pero ahora me he vuelto más práctico para entender lo que la gente necesita en cuanto a su dieta y su salud, y básicamente cómo hacerlo en la sociedad moderna. Pienso que el principal cambio es comprender que  la macrobiótica es la forma tradicional de alimentarse y de vivir, lo cual es a veces muy diferente a como se nos presenta. Nosotros tenemos que hacer que esa forma tradicional de vivir se ajuste a los tiempos modernos y a las condiciones modernas.

TMG:  ¿Cuáles son los retos para la macrobiótica?

JK: Los retos, por supuesto, son cosas simples como el cocinar. Es también cómo entender y cómo aplicar la macrobiótica. Una de las cosas que he visto a lo largo de los años es que la gente piensa que hay una dieta macrobiótica y un estilo de vida macrobiótico, cuando la idea original era que existía una aproximación macrobiótica a la dieta y una aproximación macrobiótica al estilo de vida. Pienso que la gente ha olvidado eso y la gente quiere usar una fórmula pero la fórmula no funciona para la gente, especialmente para la gente que vive en los tiempos modernos. Por tanto, tenemos que ser capaces de enseñar maneras prácticas de cocinar más naturalmente y entender el equilibrio.

TMG: ¿Qué importancia tiene la intuición?

JK: Pienso que la intuición y la lógica son polos yin-yang, por lo tanto tú tienes que usar tu intuición y entonces si tu intución no es correcta tienes que usar tu lógica. Pero creo que lo que es necesario es un mejor entendimiento de los principios del equilibrio, y cómo aplicar cosas como la nutrición, la comida, la energía vital y el estilo de vida. La gente puede usar una buena aproximación lógica y también una aproximación intuitiva, pienso que intuición y lógica son dos polos que nos sirven, pero confiar sólo en tus sensaciones a veces no funciona. Confiar en tu intelecto a veces tampoco funciona. Tú tienes que usar los dos. Pienso que conforme enseñemos mejor los principios del equilibrio, la gente lo entenderá mejor. Los principios del equilibrio se aplicarán para entender mejor la nutrición moderna, que no es a menudo bien entendida. Ha habido momentos en los que la gente ha practicado un estilo de alimentación macrobiótico muy simple, algunos de forma muy rígida, lo que ha llevado a una alimentación deficiente de ciertos nutrientes tras periodos iniciales. Por tanto, nosotros tenemos que entender la nutrición moderna desde los princpios del equilibrio, lo que pienso que es una nueva área.

TMG: ¿Cómo de importante es la medicina china en la macrobiótica?

JK: La medicina china es macrobiótica desde mi punto de vista. La macrobiótica no es japonesa, pero la macrobiótica fue practicada en Japón, en China, en Asia, en India. La medicina tradicional china pienso que es una aproximación macrobiótica, porque para mi una aproximación macrobiótica es una aproximación que utiliza los principios del equilibrio. Por tanto, hay un uso de cosas que vienen de China pero nosotros hemos de actualizarlas. El uso de las plantas medicinales puede ser muy útil pero si la persona sabe usarlas en una forma práctica aplicando los principios del equilibrio. Yo lo he usado un poco y lo he recomendado a otra gente. Hay un lugar para las plantas medicinales, lo ha habido desde hace tiempo. La macrobiótica original, antes de George Ohsawa, y había una macrobiótica antes de George Ohsawa, usaba plantas medicinales; usaba tes, plantas locales,… por tanto pienso que puede ser algo que puede aplicarse, ciertas personas lo están haciendo, lo podemos usar. Yo lo llamo macrobiótica tracicional, macrobiótica asiática. La medicina china era originalmente una medicina macrobiótica.

TMG: ¿Qué importancia tiene la práctica espiritual o conectar con el corazón?

JK: Bien, de nuevo depende de cómo definas la práctica espiritual. Hay gente que lo define como algo muy alejado de este mundo… lo que haces en un monasterio. Una de las cosas que aprendí de Michio Kushi años atrás es que todo es espíritu, todo tiene una cierta esencia, energía o vitalidad. Mucha gente piensa que la espirtualidad te conecta con algo que es más grande que uno mismo y pienso que es importante para la gente hacer una práctica que le conecte con algo que va más allá de ellos mismos y que cambie sus vidas día a día. Sentir tu corazón es para mi algo similar a seguir tu intuición. Es el sentido más profundo de hacer lo que tienes que hacer e ir donde tienes que ir. Me he dado cuenta, y eso lo hemos visto a menudo en las clases, que la gente cuando come mejor y vive saludablemente empieza a estar en contacto con algo dentro de ellos que les guía. Muchas veces hay prácticas útiles para ello como la meditación, otras veces las prácticas organizadas de la religión también pueden ayudar pero depende de la persona.

TMG: ¿Qué crees que NO es macrobiótica?

JK: No ser macrobiótico es no aplicar los principios del equilibrio. La gente intuitivamente puede ser macrobiótico, pero pienso que por ejemplo comer azúcar blanco y otros productos refinados no es macrobiótico si predominan en nuestra dieta diaria. La macrobiótica se basa en los principios del equilibrio y los principios del equilibrio significa que la parte central de nuestra dieta son los cereales y las verduras.

Si vuelves a a las culturas longevas estudiadas en Ecuador, Okinawa,… tienen un sentido intuitivo del equilibrio. [Para saber más acerca de la relación entre longevidad y macrobiótica puedes mirar la entrada “Longevidad, consecuencia de una vida macrobiótica“]. En culturas como China, Japón, India, hablan acerca de la longevidad. Para mi es otra definición de macrobiótica: el camino de la longevidad. Por tanto, no ser  macrobiótico es no aplicar los principios del equilibrio. Ello no significa que no puedas tocar algo que no es natural, sólo significa que si aplicas los principios del equilibrio comerás mayormente comida natural con un cierto sentido de equilibrio. Por supuesto, estamos trabajando en ello, por eso decimos que practicamos macrobiótica, no llegamos a la perfección sólo practicamos.

TMG: Un último consejo para la gente que empieza.

JK: Para la gente nueva sugeriría que encuentren algunas guías en algún libro, consultor o profesor para experimentar esto porque entonces puedes experimentar sus beneficios. Para algunas personas las guías de algunos libros podrían ser muy estrictas, quizás necesiten otros alimentos más ricos, incluido más pescado y grasas, pero la dieta básica estará formada por cereales, verduras, legumbres y una pequeña cantidad de otros alimentos como pescado, fruta, frutos secos y semillas. Date algo de tiempo, de 6 a 9 meses, y entonces conocerás la verdad del asunto. Es útil entender como funciona, pero para mi no es más importante que su experiencia.

Para más información sobre John Kozinski puedes visitar su web: macrobiotic.com

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Las fases de la enfermedad en macrobiótica

Estamos acostumbrados a creer que la enfermedad es algo que cae del cielo. Hoy estoy bien y mañana estoy mal. Vamos al médico y nos receta el remedio. Los síntomas desaparecen y nosotros seguimos con nuestra vida. Este es un modelo en el que la enfermdad se ve como algo que viene de fuera y nos invade de forma repentina. Aplicando una serie de remedios (medicamentos) nos libramos de ella.

En macrobiótica existe otra forma de ver la enfermdad. No es mejor ni peor que la anterior, cada una tiene su momento, sino que nos ofrece la posibilidad de frenar ciertas dolencias que con el modelo anterior es dificil su prevención y en ocasiones su curación. El consultor macrobiótico americano Verne Varona enumera una serie de fases por las que pasamos a la hora de caer enfermos. A continuación comentamos estas fases.

FASE 1: FATIGA

Estar cansados al final del día o tras un período de trabajo intenso puede ser normal. Sin embargo, muchas personas experimentan un continuo estado de fatiga que nada tiene que ver con la actividad realizada. Otros síntomas que podrían acompañar la fatiga son: tensión muscular, orinar con frecuencia, sudar de forma excesiva, irregularidad a la hora de ir al baño, sofocos repentinos y menos claridad mental.

FASE 2: DOLOR y SUFRIMIENTO

Tras la fatiga llega el dolor en forma de malestar muscular, calambres, respiración superficial, ritmo cardíaco irregular, ligera inflación general, fiebre, constipados, rango de movimiento articular restringido. Mentalmente uno podría experimentar depresión, preocupación y un sentimiento creciente de inseguridad.

FASE 3: ALTERACIÓN EN LA SANGRE

El desequilibrio del organismo aumenta llegando a la calidad de la sangre, la cual determina la salud de las células del cuerpo, los tejidos y órganos. Una baja calidad de la sangre provoca condiciones como alta o baja presión sanguínea, úlceras, anemia, deficiencias nutricionales, inflamaciones graves, enfermedasdes de la piel. Mentalmente podría acompañarse de  nerviosismo crónico, hipersensibilidad, timidez, y la tendencia a sentirse confundido. La macrobiótica siempre a resaltado la importancia de la calidad de la sangre en nuestro estado de salud.

FASE 4: EMOCIONES NEGATIVAS

El progresivo deterioro de la salud lleva a la aparición de emociones negativas, tales como enfado, depresión permamente, ansiedad, frustración, desesperación, apatía o cambios repentinos de humor. Estas emociones están relacionadas con la calidad de tu sangre, los niveles hormonales y los niveles de azúcar en sangre. Con el tiempo uno puede empezar a sentir más miedos y encontrar los nuevos desafios que le presenta la vida más díficiles. Se pierde flexibilidad mental y el cuerpo se vuelve más rígido y duro.

FASE 5: ENFERMEDAD DE LOS ÓRGANOS

A medida que los factores citados en los apartados anteriores van empeorando la salud, la calidad y el funcionanmiento de los órganos y glándulas del cuerpo empiezan a deteriorarse, lo cual provoca cambios estructurales en los mismos. Esta fase de la enfermedad incluye alteraciones como la diabetes, la artereosclerosis, piedras en los riñones, cáncer y otros tipos de enfermedades. Mentalmente aparece terquedad, prejuicios, rigidez mental y física, y pensamiento que lleva al autoengaño.

La macrobiótica nos ofrece un modelo de la enfermedad que nos da herramientas para poder poner remedio antes de que llegue la enfermedad propiamente dicha, es decir la enfermedad que reconoce la medicina alopática y que se corresponde con la fase 5 propuesta por Varona.

Los remedios propuestos por Varona tienen en cuenta cómo funciona el organismo y cómo nos influyen los estímulos naturales como por ejemplo la comida y un buen descanso. Para cada fase de la enfermedad propone unos remedios específicos. Veamos:

SOLUCIONES PARA LAS DISTINTAS FASES DE LA ENFERMEDAD

Fase 1 – Fatiga:

  • Dedica tiempo para relajarte.
  • Cuida las horas de sueño
  • Incluye algunos alimentos integrales
  • Realiza ejercicio de forma regular pero en sesiones cortas. Para conocer más razones por las que practicar ejercicio físico puedes consultar la entrada “¿Por qué actividad física en una vida macrobiótica?
  • Tiempo para obtener resultados: varios días

Fase 2 – Dolores y sufrimiento:

Los síntomas podrán remitir en una o varias semanas

Fase 3 – Alteraciones de la sangre:

  • Se aplican los consejos del anterior punto de forma más estricta.
  • Recuperarse de esta condición puede llevar desde 1 semana a 4 meses.

Fase 4 – Emociones negativas:

  • Dieta equilibrada y sana basada en alimentos integrales
  • Utilización en caso necesario de complementos nutricionales. Un ejemplo de estos podrían ser los probióticos para mejorar la digestión
  • Regularización de los niveles de glucosa en sangre (para ver como influye en el estado de ánimo puedes visitar la entrada “Beneficios de una dieta macrobiótica“)
  • Ejercicio físico regular
  • Irse pronto a la cama
  • Meditar. Puedes encontrar algunos consejos en la entrada “Un enfoque macrobiótico de la forma y el espacio
  • Seguir hábitos saludables en general
  • Recibir apoyo emocional, quizás mediante alguna terapia psicológica, en caso necesario
  • Revisión de los valores y propósitos que nos guían en la vida
  • El cambio puede llevarnos de 2 a 4 meses

Fase 5 – Enfermedades de los órganos:

  • Para recuperar la salud una vez hemos llegado a esta fase se requiere un alto nivel de compromiso, lo que nos obliga a cambiar nuestra filosofía y modo de estar de el mundo
  • Una dieta equilibrada y cuidadosamente diseñada donde deben predominar los alimentos integrales
  • Complementos nutricionales específicos
  • Tratamiento con hierbas medicinales
  • Aprendizaje sobre cómo funciona nuestro organismo y cuáles son los hábitos saludables
  • Ejercicio físico diario
  • Apoyo psicológico profesional
  • Meditación
  • Esperanza e implicarse activamente en la recuperación

Para finalizar quisiéramos señalar que el modelo de “fases de enfermedad” aquí propuesto por la macrobiótica no tiene porque darse en todos los casos, pues existen enfermedades que a consecuencia de algún factor ambiental o hereditario llegan de repente. Lo útil del modelo de fases es que nos hace ver que no siempre tenemos porque esperar a que la enfermedad llegue, ni a que el médico nos recete los medicamentos, sino que podemos reconocerla en sus primeros pasos y poner remedio mucho antes de que se manifieste.

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